Para el cardiólogo Dagnóvar Aristizábal Ocampo el corazón es el órgano más fascinante del cuerpo humano; siempre tuvo curiosidad sobre cómo era la dinámica entre este, las arterias y los distintos órganos y de cómo se “impulsaba la vida” con el corazón como eje central.
Latido tras latido se marca el ritmo. El corazón y las arterias alimentan a todo el organismo para mantenerlo funcionando bien a través de la circulación, de la frecuencia cardiaca, la presión arterial y la oxigenación a los tejidos. Estudiarlo en detalle se convirtió en su pasión.
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Tras comprender todo este sistema, su enfoque se transformó hacia la investigación de la hipertensión arterial y de entender por qué 1 de cada 3 personas en el mundo es hipertensa. “Yo quería entender por qué, cómo se genera esta enfermedad desde muy temprana edad y cómo tratarla bien”.
Justo esa tarea le ha dado un sinnúmero de reconocimientos en la Sociedad Internacional de Hipertensión -en la que fue elegido miembro del Consejo Directivo-, pero además fue escogido recientemente como uno de los cinco nuevos “sabios” del mundo en todo lo relacionado con este signo vital. Es el primer colombiano en ingresar a este reducido y selecto grupo.
El doctor Dagnóvar Aristizabal fue el cardiólogo fundador del Centro Clínico y de Investigación Sicor, un proyecto iniciado con la Corporación para Investigaciones Biológicas como socia fundadora. Y allí se dedica –con un grupo de profesionales–a estudiar de lleno este órgano fascinante.
Tras su designación como nuevo “sabio” de la hipertensión y de su aplaudida participación en el Congreso Mundial de la Hipertensión, EL COLOMBIANO conversó con él.
“Fue importante porque la sociedad que lo organiza no tenía a Latinoamérica como candidato. En 2021, se hizo una serie de postulaciones de varios países entre los que estaba Colombia y cada uno presentó su propuesta para ser la sede.
En nuestro caso, se hizo una alianza en toda la región latinoamericana para demostrar que el congreso no se había realizado después de tanto tiempo en este sector con los avances, la infraestructura y capacidad científica para presentar los contenidos de la región a más de mil personas en el mundo.
En el último que fue en Japón, donde fui a recibir la presidencia del congreso, ganó Cartagena por ser un reconocido destino turístico que tiene un centro de convenciones especial”.
“Siempre hemos querido descubrir por qué la presión se sube en las personas. En 9 de cada 10 casos no se sabía, logramos llegar a que 9 de cada 10 sí saben por qué la circulación se altera y qué sube la presión en esa persona.
Nosotros llevamos 13 trabajos de investigación al congreso, entre 400 de todo el mundo, y ganamos uno de los reconocimientos como el mejor proyecto de investigación. También presentamos las Guías Latinoamericanas de Hipertensión Arterial, que fue un aporte científico importante.
Gran parte de nuestro reto era llevar esos avances, ya que apenas se están empezando a difundir en el mundo... tuvimos la oportunidad de realizar un evento de estos en Colombia para mostrar nuestras investigaciones y eso hicimos”.
“La Sociedad Internacional de Hipertensión es una organización que busca involucrar a líderes de todo el mundo para dirigir las acciones y publicaciones científicas. En este congreso se eligió a quienes serían los integrantes de ese grupo científico, que en realidad somos once en el mundo y de ahí salieron cinco.
En la convención a uno lo postulan para ser miembro de ese consejo directivo científico y por votación eligieron a los cinco nuevos miembros. Soy el primer colombiano que está en esa designación y para mí es un orgullo porque me permitirá divulgar la ciencia que hay en Latinoamérica”.
“Nosotros firmamos la Declaración de Cartagena, que es un compromiso de la comunidad científica internacional en torno a la hipertensión para mejorar la cifra de que solo 3 de cada 10 personas controlan la hipertensión. En ese documento se estableció una fecha que será el 27 de marzo de cada año, donde se celebrará el Día mundial de la Adherencia al tratamiento de la presión alta.
Igualmente, se presentaron los nuevos métodos que se están desarrollando para mediar la presión arterial. Estos equipos modernos tienen un respaldo científico para poder utilizarlos y que sean realmente seguros para los pacientes.
Se presentaron varios descubrimientos sobre cómo tratar la hipertensión con nuevos medicamentos. Por último, enseñamos algunos descubrimientos de cómo hacer el diagnóstico de la hipertensión”.
“Porque desde que me formé en la escuela de medicina, para mí el corazón era como el eje central de todo el sistema humano en cuanto a su función de bombear la sangre a todos los tejidos.
Me parecía, además, que el compás del corazón marcaba el ritmo al cual una persona estaba funcionando día a día. Saber exactamente qué está pasando en el corazón y las arterias nos permite entender a una persona en buena parte, no solamente desde el punto de vista de la salud, sino saber cómo está funcionando su organismo”.
“Siendo un médico cardiólogo que desde joven se formó en la Universidad Pontificia Bolivariana, busqué los lugares donde se podía explorar y llegué a la Corporación para Investigaciones Biológicas de Antioquia, lugar donde empezó mi carrera como investigador al lado de la doctora Ángela Restrepo y el doctor Juan Guillermo McEwen.
Poco a poco me fui dirigiendo a hacer un camino como un buen cardiólogo científico, porque para mí ese era el requisito. Pude empezar a hacer proyectos inicialmente en la genética de la población antioqueña y las diferencias que teníamos genéticamente con otros países, pues las enfermedades son diferentes en cada parte del mundo.
Todo esto, dependiendo de la parte nutricional y de los antecedentes étnicos, porque los antioqueños tenemos genes españoles, indígenas y de población afro.
Hicimos un estudio grande en compañía de un grupo inglés, que nos mostró que en Antioquia hay unos genes distintos que generan la presión alta y hacen que uno retenga más sal en el cuerpo. Logramos identificar que Colombia, frente al resto del mundo, era distinta en la producción de la presión alta. Ahí surgió mi deseo de tener un sitio donde pudiéramos hacer ciencia y a la vez atender a las personas.
Sicor nació en 2009 como una empresa innovadora, entre la Corporación para Investigaciones Biológicas y mi persona, además de mi esposa que siempre me ha acompañado en todo momento. Iniciamos este proyecto con el fin de llevar la cardiología a un nivel más alto desde el punto de vista científico. Muchos de los pacientes que vienen para acá nos crean un montón de inquietudes, pero también nos permiten tener su información y utilizarla para descubrir la solución a estos problemas que son tan complejos”.
“La presión es un signo vital extraordinariamente fundamental en la vida de cualquier ser humano... si la presión es muy baja, la persona no se puede mantener en pie, y si es muy alta, se les van dañando los órganos.
Entonces, lo primero que hay que darse cuenta es que la presión alta es el problema más común en las enfermedades cardiovasculares en el mundo: 35 % de las personas adultas son hipertensas. Eso quiere decir que hay 1 de cada 3 son hipertensos.
Durante mis estudios con nuestro grupo de investigación, llegamos a unos descubrimientos que nosotros llamamos ‘fenotipos’, y descubrimos que cada individuo tiene sus propias características para llegar a ser hipertenso. Hay algunos individuos en que la hipertensión se produce porque su corazón está todo el tiempo acelerado o manda mucha sangre al cuerpo. Aunque la persona esté sentada, usted se da cuenta de que el pulso lo tiene a 90 o 100 latidos por minuto; en otras personas hipertensas, sus arterias están muy contraídas porque son como tubos estrechos, para ser más explícito”.
“Ese fue un proyecto muy interesante que estuvo dedicado al estudio de la parte eléctrica del corazón, y que tuvo como fin evaluar en Sofía el funcionamiento de su cuerpo sin respirar. Esto, entendiendo que ella hace inmersiones a profundidad del agua de dos o tres minutos. Para nosotros era todo un misterio entender qué pasaba en el cuerpo de una persona que está sin respirar, pero debajo del agua, que es más complicado.
Nosotros queríamos saber cómo era posible que una persona aguantara 2 ó 3 minutos la respiración y que aun así no perdiera la conciencia o muriera, además de lo complejo que era aguantar la presión barométrica del agua sobre el cuerpo, fue maravilloso y de sus hallazgos hay varios videos en YouTube”.
“En la población colombiana hay un aumento de enfermedades cardiovasculares. Esto sucede por los malos hábitos, factores de estrés, mal dormir y por mal procesamiento de las emociones como la ansiedad y depresión. Se ha visto que el peso promedio de las personas ha aumentado por el consumo de azúcares, menos consumo de vegetales y frutas, y la ingesta de alimentos muy procesados”.
“En Sicor tenemos un gran reto y es lograr que todos estos conocimientos lleguen a más personas. Hemos podido descubrir cosas que no se han evidenciado en otras partes del mundo y yo aspiro a que desde mi nueva posición en la ISH logre divulgarlos a nivel internacional”.
“Cuidar su estilo de vida, vigilar su alimentación, que tenga más actividad física, que cuide su sueño y emociones”.
“Hay hábitos que son muy nocivos como el consumo de cigarrillo y vapeadores, el consumo de drogas ilícitas y el aumento de peso. En esto hay que tener mucho cuidado”.
“Los alimentos procesados, porque son los que tienen más cantidad de azucares refinados, y las grasas que son adversas para el cuerpo. También se debe reducir el consumo de sal”.
“Tanto el infarto como el paro cardiaco ocurren en cualquier edad. Es más común que las arterias se vayan obstruyendo con los años y, por ende, los infartos sean más frecuentes”.
“Un infarto es el resultado de una arteria que se obstruye en el corazón o en otro órgano. El paro cardiaco, por su parte, puede producirse sin la necesidad haber un infarto. Eso quiere decir que una persona puede tener una arritmia cardiaca y el corazón late tan rápido que genera un paro cardiaco”.