“No se alquila, no se vende: Moravia se defiende”, estas son las palabras que aparecen en uno de los carteles que desde este fin de semana se encuentran en la fachada del Centro de Desarrollo Cultural de Moravia.
Organizaciones sociales y habitantes de la Comuna 4 vienen alertando desde mediados de octubre sobre las alteraciones que la obra pública que busca ampliar la Carabobo Norte viene ocasionando en el Centro.
Esta intervención, que inició en 2022 y fue uno de los contratos viales más costosos adjudicados en la administración del exalcalde Daniel Quintero, ha implicado varios cambios en la estructura de la obra diseñada por el célebre arquitecto colombo-francés Rogelio Salmona.
Una de ellas es que en la fachada del edificio que da hacia la Carabobo se construyó un muro para separar el andén del Centro. Esto implicó que el ladrillo del suelo, uno de los elementos distintivos de la arquitectura de Salmona, fuera removido, alterando así la obra que en 2024 ajustó 16 años.
“Para nosotros la construcción de este muro es una estigmatización. Es como si la Alcaldía nos dijera que quiere reducir el espacio de nuestro Centro Cultural para llenarlo de concreto. No queremos construir por construir”, le dijo a EL COLOMBIANO Luis Martínez, coordinador de la Mesa de Incidencia para el Mejoramiento Integral de Moravia.
Debido a los cambios que ha implicado la obra pública, los habitantes del sector realizaron el 2 de noviembre un plantón en el Centro. Por su parte, la Mesa de Incidencia, conformada por líderes del sector, busca que la administración actual organice espacios de concertación para discutir las problemáticas alrededor de la ampliación de la Carabobo Norte.
El Centro de Desarrollo Cultural de Moravia fue una de las últimas obras que diseñó Salmona. Terminado en 2007, mismo año en que falleció el máximo exponente de la arquitectura nacional, este lugar fue concebido como un espacio comunitario: el objetivo principal es que en este Centro se concentrara la vida cultural, artística y creativa de los habitantes de Moravia. Por esto es que la obra también es conocida como “La Casa de Todos”. En estos años, el Centro se ha convertido en uno de los sitios de encuentro cultural más importante del Norte de la ciudad.
“Para nosotros, los habitantes de Moravia, este lugar es patrimonio y por eso nos entristece lo que le hicieron. Todo el espacio que han quitado por esta obra y el muro que construyeron nos afecta a todos, especialmente a los niños y a los adultos mayores”, afirma Gladys Rojas, quien vive en el sector desde hace más de 60 años.
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La Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín (EDU), entidad pública que adjudicó el contrato, le dijo a EL COLOMBIANO que antes del inicio del proyecto se convocó a un Comité de Obra integrado por habitantes y líderes de la zona con el que han tenido hasta el momento 24 encuentros. Pero para los miembros de la Mesa de Incidencia de Moravia estas reuniones no han sido suficiente, ya que para la comunidad no habían sido totalmente claros los efectos que iba a traer la ampliación de la Carabobo Norte en el Centro de Desarrollo Cultural.
A pesar de que en ese lugar de encuentro artístico y comunitario se han presentado alteraciones a la obra originalmente entregada por Salmona a la ciudad, la Empresa de Desarrollo asegura que la ampliación “no contempla intervención al equipamiento como tal, solo se incluirá una ciclorruta y el mejoramiento de los andenes”.
Julián Carmona, arquitecto, le explicó a EL COLOMBIANO que la importancia arquitectónica de este lugar se debe a que es la única obra pública de Salmona en la ciudad. “Una de las problemáticas es que se está afectando la infraestructura de El Centro, específicamente la parte que corresponde al espacio público que fue diseñado integralmente por el maestro Salmona”, dijo.
Para el próximo jueves 7 de noviembre hay una reunión programada entre la Mesa de Incidencia del sector y la EDU. En este espacio se discutirán las inconformidades que tiene actualmente la comunidad frente a la ampliación de la Carabobo Norte.