La escritora y periodista Melba Escobar visitó Medellín para conversar con el público de Las huérfanas, una obra personal que explora temas de familia, muerte y salud mental, y que, de alguna manera, sigue por la línea de un anterior trabajo suyo, en el que trató la perdida de su padre. Ahora el personaje principal es su madre, Myriam de Nogales, una española que vivió buena parte de su vida en Colombia.
En una entrevista con EL COLOMBIANO, la autora compartió detalles sobre el proceso de creación de la obra, sus motivaciones y el enfoque con el que ha tratado temas de la complejidad de la salud mental, las relaciones familiares y la muerte.
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El origen de la novela se encuentra en un encargo muy particular de su madre, que, cuando estaba en su lecho de muerte, le pidió a Escobar que escribiera sobre ella. “Al final del libro, hay un momento en el que mi mamá me dijo que escribiera un libro sobre ella”, relató la autora. La petición se convirtió en el punto de partida de una historia que no solo trata sobre la muerte, sino también sobre las dinámicas familiares, las relaciones humanas y los problemas que quedan ocultos dentro de las familias, como los trastornos de salud mental.
“Es una novela sobre los problemas de salud mental que existen dentro de las familias, de los que poco hablamos”, afirmó Escobar. Esta novela, además de ser un ejercicio de memoria, es también una reflexión sobre cómo los problemas de salud mental pueden influir en la vida de las personas, especialmente dentro del contexto familiar. La autora deja claro que su enfoque no busca hacer juicios, sino tratar estos temas desde el afecto y la empatía. También destacó cómo la figura de su madre siempre estuvo presente en su vida y en su obra literaria. En su primera novela, publicada en 2010, ya había escrito sobre la muerte de su padre, y su madre fue un personaje recurrente, aunque de una forma diferente. “En esa novela maté a mi mamá para poder hablar de mi papá. Mi mamá me lo reclamaba mucho, pero tenía que matarla porque si no, la novela iba a girar en torno a ella”, explicó la autora.
Uno de los puntos que Escobar enfatizó en la entrevista fue su rechazo a la tendencia de muchas novelas contemporáneas hacia el egocentrismo y la autoficción, donde el “yo” se convierte en el tema principal de la narrativa. “Mi novela no se enmarca dentro del egocentrismo de muchas novelas de autoficción, que a veces solo dicen ‘me levanté, fui al baño, y pensé que qué dura es la vida’”, dijo Escobar. Según la autora, su obra se aleja de esa visión centrada únicamente en el individuo y, en cambio, aborda la identidad dentro de un contexto más amplio, considerando las relaciones familiares, los vínculos sociales y el contexto cultural. “Estoy hablando como la narradora, pero lo estoy haciendo con relación a mi mamá, a mi papá, a mis hermanas, a un país, a una ciudad”. Así, la novela no solo es una reflexión sobre el individuo, sino también sobre cómo ese individuo está marcado por su entorno y las relaciones que lo rodean.
El libro de Escobar incluye una reflexión sobre la memoria colectiva familiar. En este sentido, la autora explicó que, a pesar de la diferencia de edad significativa entre ella y sus hermanas, los recuerdos de todas sirvieron para la construcción del personaje de la madre. “Nuestra infancia fue compartida, pero también muy distinta, ya que tengo hermanas que me llevan 14, 11 y 7 años. Esto generó que, a pesar de que todas compartimos a la misma madre, cada una de nosotras la vivió de una manera diferente”, dijo. A lo largo de su proceso de escritura, Escobar charló con sus hermanas sobre su madre y sobre los recuerdos que compartían, lo que le permitió construir una figura materna más compleja y plural. “Lo interesante fue construir una mamá, no reconstruirla. Tuvimos muchas conversaciones profundas y dolorosas”, indicó.
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La novela también habla del suicidio de una prima de la autora y del intento de la protagonista. Escobar menciona que el suicidio de su madre es un tema central de la obra, pero que no se limita a su experiencia personal, sino que se extiende a otras historias dentro de su familia. “Es un libro también sobre el suicidio... quiero ponerle nombre a las cosas que usualmente no nombramos”, explicó. La autora señala que la novela narra estos dolores sin agrandar la herida, sino con la intención de entenderlos desde un lugar de afecto.