El diseño colombiano también está nominado a los Latin Grammy. El caleño Leo Macías y el paisa Carlos Ortiz compiten en la categoría Mejor Diseño de Empaque. Macías con el álbum Tekoá del artista brasilero Jair Olivera. Ortiz por el álbum Karma de la cantante colombiana Diana Burco.
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En esa categoría también están nominados Nelson Albareda, Sebastián Aristizábal, Kemelly Figueroa-Mouriz, Omer Pardillo-Cid y Albertico Rodríguez por el disco En Vivo - 100 Años de Azúcar, Boa Mistura por el disco Figurantes de Vetusta Morla y Carlos Sadness por su propio disco Realismo Mágico. Hoy jueves en la tarde se sabrá quién es el ganador. Colombia tiene el doble de probabilidades de quedarse con el premio y así fue el proceso creativo que tiene a los dos connacionales en la competencia.
Tekoá
La nominación de Tekoá es un reconocimiento a la trayectoria de Leo Macías, porque este trabajo condensa lo que ha aprendido en su trasegar como publicista y la dirección por la que quiere llevar la publicidad desde Noad, su propia agencia con sede en Los Angeles.
Macías empezó en la publicidad a los 16 años, al lado de un tío suyo que era director de arte en una agencia en Cali. A los 17 se fue a trabajar a Bogotá, de ahí pasó a Brasil y luego Estados Unidos. Ha trabajado en algunas de las agencias más reconocidas como Ogilvy, Publicis, Havas y DDB. También pasó por Amazon y SnapChat.
En Brasil conoció a Jair Olivera, que el año pasado lo invitó a hacer el empaque de su disco Tekoá. Macías dijo que sí y se involucró de lleno en el proceso, tanto así que propuso un nuevo nombre para el álbum y terminó componiendo la canción que abre el disco y que lleva el mismo nombre Tekoá.
“Él tenía la idea de invitar diferentes artistas para cada canción de tal manera que el disco y la música fueran creciendo con cada uno, un trabajo colectivo, entonces yo le propuse llamar el disco Tekoá que es una palabra de la comunidad indígena Tupi-Guaraní que significa comunidad y simboliza lo que se proponía el disco. También le propuse lanzar una por una las canciones y crear una carátula para cada una”, dice Macías.
El empaque del disco, que salió en formato vinilo, es la suma de las portadas de cada una de las canciones, que son 12 en total. Entre todas componen una imagen, un rosal, que quiere dar cuenta del trabajo colectivo de los artistas que sumaron y como el álbum fue creciendo y completándose con la participación de cada uno. La pieza al desdoblarse forma una escultura volumétrica. Además, hicieron una edición limitada en acrílico que permitía jugar con las piezas dándole distintas formas a la portada.
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“Ese trabajo colectivo de los artistas lo quise transformar en un crecimiento orgánico. Es la suma de los talentos lo que hace que crecer, pero la imagen comienza con un pie que nos invita a dar ese primer paso, es una invitación a creer en nosotros mismo, a salir de nuestros miedos y buscar ese florecimiento”, dice Macías.
El trabajo completo se expondrá en enero en el Museo de Imagen y Sonido (MIS) de Sao Paulo, Brasil.
Karma
“Nosotros básicamente respondemos una pregunta que es ¿cómo se ve la música? Y lo que hacemos es transformar la música en imágenes”, dice Carlos Ortiz, director creativo de Codiscos y diseñador de la imagen de Karma, el disco de Diana Burco.
El trabajo, que tardó cuatro meses en concretarse, empezó hablando con la artista y escuchando su música para ir generando un concepto que luego se desarrolló a través de las imágenes y de diferentes técnicas gráficas, como el troquelado y el collage.
“En este álbum ella viaja al infierno del amor romántico y sus decepciones, por así decirlo, al cielo liberador y lleno de dicha y esplendor del amor propio y esa es la experiencia que tenemos cuando abrimos el disco. La portada nos muestra esa dualidad cielo/infierno. Uno abre y se conecta directamente con el amor romántico, luego a la izquierda tenemos un leopardo que nos habla de la rabia; al otro lado, cuanto terminamos de abrir, en toda la mitad descubrimos el corazón y en el centro de todo ese esplendo está Diana”, dice Ortiz.
Ambos discos se publicaron en formato vinilo, que por su tamaño permite un desarrollo artístico y creativo mayor.
“Los vinilos son piezas de arte y me parece que recuperan una relación física con la música, hacen que no sea solo una experiencia auditiva y eso genera una relación muy personal y además permite apreciar el trabajo de todos los artistas involucrados. Son piezas de colección, que se tocan se sienten, incluso los colores y texturas dentro del vinilo, los colores, ahora tenemos la oportunidad de trabajar con vinilos de diferentes colores, en esta pieza como tal escogimos un vinilo transparente que finalmente habla de todo ese viaje”, dice Ortiz.
El ganador se conocerá en la preceremonia de los Latin Grammy este jueves en la tarde.