Era como una ola verde. En la estación Estadio del Metro de Medellín solo se veía como las cabecitas con gafas y prendas verdes descendían por las escaleras. “Ferxxo”: esa era la palabra que se podía leer en los lentes negros de marco blanco que muchos usaban. “En tres horas canta”, le dijo con emoción un joven a su amiga luego de mirar el reloj camino a hacer la fila para ingresar al estadio Atanasio Girardot.
Y es que la espera era dulce. En los rostros de los fans, desde los que estaban al inicio de la cola hasta los que quedaban al final, se podía notar la ilusión de una noche llena de promesas. En la fila desde ya muchos entonaban las canciones de Feid, quien el viernes 6 de diciembre dio comenzó el cierre de su Ferxxocalipsis Tour. Se me olvida / Que ahora soy tu ex, que ya te perdí cantaban mujeres y hombres mientras se imaginaban a si mismos en un par de horas repitiendo las mismas frases, pero junto a su artista favorito.
Ese sueño no tardó mucho en llegar. A las 9:50 p.m., el Atanasio quedó iluminado de verde gracias a las pantallas ubicadas alrededor del escenario 360° que se convertiría en el lugar que Ferxxo ocuparía por las próximas tres horas. El cantante paisa arrancó su espectáculo, uno de los más esperados del año por los amantes del reguetón, con Alakran. Las chimbitas, ¿a ver, dónde están? / Que pelen la’ nalguita como chin-chan / Se sientan en la silla del huracán, cantó todo el estadio junto al artista para darle inicio a una de las noches más “chimbas” de toda la gira.
“Ustedes saben que este concierto es muy especial para todos nosotros, mor, porque estamos en Medellín”, le dijo Feid en su saludo a las 45.000 personas que asistieron a su primer show. A pesar de que ya todos tenían la certeza de lo que sería, el cantante prometió a sus fanáticos una noche inolvidable. Durante el concierto, el Fercho le regaló a los paisas un espectáculo lleno de vitalidad: corrió, bailó, cantó y saltó por todo el escenario, que atravesaba de norte a sur el Atanasio, y que en medio tenía tres torres, por las que subió e interpretó sus mejores éxitos.
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Desde el inicio Salomón Villada puso la vara alta y así la mantuvo durante todo el espectáculo. No solo mostró ese Feid que pone a perrear a las “gatas”, sino ese cantante magnético que solo con su voz puede hechizar a miles de personas. Esto lo demostró cuando en la mitad del concierto cantó solo con la compañía de Pedro Mejía, su guitarrista, mientras ascendían en medio de lo que parecía un sol verde.
En cada una de sus intervenciones, el Fercho profesó su amor por sus fans y su ciudad. Pero sin tener que usar muchas palabras también lo hizo por la música: una sonrisa de oreja a oreja atravesó todo el tiempo su rostro y le demostró a Medellín cómo luce alguien que ama lo que hace. Así lo confirmaron sus invitados, que fueron seis y que aparecieron en diferentes momentos del concierto.
Miky Woods y Juhn, Maisak, Zech, Ryan Castro, Rauw Alejandro y Yandel, además de ser parte de esa noche llena de sorpresas, le contaron a la ciudad lo mucho que quieren y admiran a Feid por su amor al género urbano.
A lo largo de más de 50 temas, el cantante paisa dejó claro que Medellín era su escenario más añorado. “Hay canciones que nadie las canta como ustedes”, le dijo Feid a su público, que esperó más de siete meses para verlo. Sin duda alguna, cada día valió la pena. Se notaba en la energía, en los gritos que acompañaban cada canción, en los aplausos dedicados a cada una de las interpretaciones. Los fans llenaron el estadio, pero el Fercho, como muestra de agradecimiento por una carrera que cuenta ya con más de 13 años y diez álbumes, se encargó de cumplirles la promesa de una noche memorable.
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“Gracias por escuchar mi música y apoyarme desde siempre”, fueron algunas de las palabras que le dedicó a Medellín, que aún espera ansiosa por ver durante otras dos noches a uno de sus artistas más queridos que por ahora solo dice: “Hasta pronto, mor”.