Por Diego Londoño
@Elfanfatal
Como cada año, es tradición en EL COLOMBIANO indagar sobre las producciones discográficas de Colombia. Por eso aquí presentamos una selección curatorial, no definitiva ni objetiva, pero personal, que recoge los 20 discos y EPs que generaron emociones este año. Este listado refleja el buen momento que atraviesa la industria discográfica colombiana en 2024.
El regalo de todos los años nos lo trae Aranjuez con Los Alcolirykoz. Lo vuelven a hacer: un disco barrial y líricamente poderoso, con una oscuridad encriptada que nos transporta a historias, géneros y la inmortalización de canciones que la gente hace suyas. Invitados de lujo, no solo desde el rap, sino también desde la balada romántica latinoamericana y la música tropical. Lo de ellos no es una sorpresa, es el trabajo incansable que le ponen a sus canciones. Felicidades, AZ.
Se vistieron de frac y elegancia, aplicaron la mejor colonia y peinaron sus cabellos para rendir homenaje a sus propias canciones, las que ahora hacen parte de nuestra idiosincrasia sonora y han ayudado a construir nuestra realidad musical actual. Junto a la Orquesta Filarmónica de Bogotá, construyeron este disco que no es solo un álbum, sino la realización de un sueño que comenzó en 2001 y que finalmente se materializa. Aún con los Candelarios, lo mejor está por venir.
La voz de Bella Álvarez emociona. En mi opinión, es uno de los grandes descubrimientos de la escena musical colombiana en los últimos años. Dulzura, calidad, profundidad y contenido. Su disco, Neotusa vol. 1, nos lleva desde el pop suave hasta la cumbia oscura y el rock and roll. Un disco digno de ser escuchado. Un gran primer volumen para una artista que, con toda seguridad, crecerá a nivel mundial.
Este es uno de los mejores discos del año, un álbum de rock hecho en nuestra tierra. Vanguardista, generoso en historias y distorsiones, y lo mejor de todo: un disco respaldado por un en vivo real y poderoso que nos cambia la vida. Muy recomendado el trabajo de Volcán; ellos no son la nueva sangre del rock colombiano, son la sangre misma.
Esta banda celebra 25 años de ser el referente del reggae no solo de Medellín, sino de toda Colombia. Una banda juiciosa, con los ideales intactos y los sueños a lo grande. Presentan un disco con colaboraciones soñadas y la reinvención de canciones que han sido su sustento y raíz.
Un disco con raíces familiares y musicales, un trabajo que funciona como compañía y refugio. Desde su nombre, auténtico, hasta su sonoridad, actual. Así es Duplat. No solo hablo de estas canciones, sino también de la voz creativa, artística y genial de Daniel, un compositor que necesitamos para el presente y futuro de nuestra música. Este disco es una joya.
Una crónica sonora y rapera, un disco con escenas cinematográficas y el detalle de un buen observador. Este álbum perdurará en el tiempo porque habla de situaciones que todos hemos vivido, pero de una manera poética y cuidada. Uno de los raperos más destacados de este listado, cuya obra crece con cada canción.
Los Diamante Eléctrico saben cómo hacer buenos discos, y este es uno de ellos. Más allá de los premios que lleguen, lo importante con un álbum como este es que nos ponen en el radar, demostrando que no somos solo un país de reggaetón y música tropical. Gracias a su trabajo, también somos un país de rock. Un disco para escuchar de principio a fin.
25 años de Crew Peligrosos, ese secreto a voces que se convirtió en grito, en banda sonora, en escuela y en sueño colectivo de un barrio, una ciudad y un país. A ellos les debemos la resistencia y el ejemplo. Con este EP celebran su vida, compartiendo su celebración con su gente más querida. Desde el 99 hasta hoy, un disco que los convierte en la voz de una generación.
Nicolai Fella se despoja de su nombre y su sonido previos para crear una nueva versión de sí mismo, un estado popular del alma. Se acerca a su más grande amor, el fútbol, y lo mezcla con la familia, el amor y la condición humana. Canciones que son su ADN, un disco que marca su despegue. Recomendado.
La nueva sangre del rock caleño tiene nuevos representantes. Disruptivos, rebeldes, propositivos y con un disco increíble bajo el brazo. Desde el sonido extremo hasta las melodías rockanroleras, estos muchachos vienen con todo, ofreciendo un en vivo contagiante. Presten atención a este nombre: Entreco.
Llegué tarde a este disco, pero es una de las joyas sonoras de 2024 para Colombia. Un álbum que nace de la memoria y de uno de los lugares más hermosos y a la vez dolorosos de Colombia: Bojayá. Este disco es una reivindicación sonora de un cantor nato, que desde el Atrato nos regala vallenatos que combaten el olvido. Domingo Chalá es campesino de corazón y compositor porque su alma así lo pide. Le canta a la guerra y al olvido. Un disco para escuchar con los ojos cerrados y dejarse llevar por su inolvidable voz.
Ya son varios años que Los Margaros están presentes en este listado, y no es casualidad. Trabajan durante todo el año, giran, componen y viven la vida de una banda de rock que quiere representar a un país. Lo están logrando. Un EP con colaboraciones que muestra la versatilidad de una banda que no es solo de rock.
Este es un disco de rock, muy rock. Pero también de pop, muy pop. Un álbum que está bien cantado y bien compuesto. Aborda de manera redonda las relaciones y la condición humana, incluso cuando las situaciones son triviales. Un disco que me ha divertido y que muestra a una banda que, en el futuro, puede convertirse en uno de los grandes proyectos sonoros de Colombia para el mundo.
Una banda de rock y pop con mucha altura. Se han forjado con el tiempo, y son los minutos en los escenarios los que han engrandecido su sonido. Este disco es una muestra del trabajo de una banda que mira más allá de sus guitarras.
Alexis es el cantante del Pacífico. Su fuerza, su reivindicación por la raza y los ideales éticos lo convierten en un gran cantor de barrio y río. Esta verbena es su fiesta, su forma de vivir y entender la vida.
La rima de Kiño ya es bien conocida. Nos hace reír, nos hace llorar y deja huella del momento que vivimos. Kiño se toma con relajación no solo la música, sino también la vida, y este disco es una gran banda sonora para cada uno de esos momentos.
La estética sonora y musical, la vanguardia urbana y la voz de uno de los artistas que actualmente representa al Valle del Cauca en el mundo. Este disco es un homenaje a la barriada.
Estos rockeros de pueblo, como se hacen llamar, nos demuestran la calidad musical que existe en el oriente de Antioquia. Una banda compacta, con canciones para cantar y bailar, y un EP que refleja el trabajo de una banda de amigos. Muy recomendado.
Desde el sonido experimental, las texturas y las dulces voces que se hacen canción. Una producción con una intención onírica y cinematográfica que construye el camino de un proyecto sonoro que tiene vientos de futuro.