El rapero de Compton fue el gran triunfador de los premios Grammy 2024 al llevarse cinco estatuillas gracias a “Not Like Us”, una canción que puso fin a su legendaria rivalidad con Drake. El próximo 9 de febrero, Lamar se presentará en el show de medio tiempo del Super Bowl, consolidando su dominio en la industria.
El rey de la noche de los premios Grammy fue sin duda Kendrick Lamar. El rapero de Compton, Los Ángeles llegó con siete nominaciones y se fue con cinco premios: Grabación del Año, Canción del Año, Mejor Actuación de Rap, Mejor Canción de Rap, y Mejor Video Musical, todos por cuenta de su tema Not Like Us, que cerró de manera definitiva su pleito con el rapero canadiense Drake. Un verdadero knock out.
La canción no solo debutó en el primer puesto del Hot 100 de Billboard, sino que también superó el billón de reproducciones en Spotify, confirmando el impacto del enfrentamiento.
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El pleito ha sido largo. Empezó hace más de una década, después de que los raperos colaboraran, primero en el disco de Drake, Take Care (2011) y luego en el de Kendrick Kendrick Good Kid, M.A.A.D. City (2012). Entonces empezaron a tirarse en canciones, en entrevistas, las pullas iban y venía, nada con nombre propio, pero a buen entendedor pocas palabras. Todo fue en una guerra fría hasta el año pasado.
En la canción First Person Shooter de Drake y J. Cole, este último rapea:
“Love when they argue the hardest MC/Is it K-Dor? Is it Aubrey? Or me?/Big three like we started a league” (Me encanta cuando discuten sobre quién es el MC más duro: ¿es K-Dot? (Kendrick Lamar) ¿Aubrey? (Drake) Nosotros los Tres Grandes, como si hubiéramos iniciado un liga).
Kendrick Lamar respondió en Like That, su colaboración con Future & Metro Boomin:
“Motherfuck the Big Three, it's just Big Me”. (Qué se jodan los tres grandes, soy solo grande yo)
J. Cole respondió con la canción 7 Minute Drill, pero un par de días después se retractó públicamente durante un concierto, pidió disculpas, elogió a Lamar y prometió mantenerse al margen incluso si Kendrick respondía a su canción.
Un par de semanas después respondió Drake con la canción Push Ups, con pullas y comentarios a varios artistas, pero sobre todo a Lamar, se burlaba de su estatura, del contrato que tenía con su antiguo sello TDE, y desafiándolo a responder. Una semana después, Drake lanzó otra canción, Taylor Made, en la que seguía burlándose y provocando a Lamar.
Y llegó la respuesta de Lamar, con una seguidilla de canciones, primero Euphoria, tres días después 6:16 in LA, aunque horas después Drake publicó Family Matters, Kendrick volvió al ataque con Meet The Grahams, y menos de 24 horas después publicó Not Like Us, donde, entre otras, cosas acusa a Drake de ser un pedófilo, y pone como imagen de la canción es una vista aérea de la ubicación de la casa de Drake en Toronto, con el símbolo de los delincuentes sexuales para referirse al rapero y su equipo. Aunque se dijeron de todo, pues en los temas hablan de raza, de apropiación cultural, abusos sexuales y físicos, misoginia, hipocresía, hijos negados, infidelidad. Mucha burla, muchísima humillación y graves acusaciones.
Fue implacable, brutal y cerró el pleito con contundencia y con un éxito rotundo. Entre otras cosas, la canción debutó en el primer puesto del Hot 100 de Billboard, sobrepaso el billón de reproducciones en Spotify y le dio cinco premios Grammy.
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La respuesta de Drake se dio en el ámbito de lo legal. Primero puso una acción legal contra su propia disquera, Universal Music Group (la misma de Kendrick Lamar), y contra Spotify, alegando que ambas compañías habrían colaborado en una supuesta estrategia de bots y pagos encubiertos para inflar artificialmente la popularidad de Not Like Us. Pero tras reunirse con representantes de Spotify y Universal, el artista decidió poner fin a la disputa legal.
Entonces puso otra acción legal contra Universal por difamación, alegando que la disquera promovió intencionalmente un “mensaje falso y negativo” a través de la canción para dañar su reputación y su carrera profesional. Y luego vino la demanda, que tiene por objetivo, según sus abogados, “exigir responsabilidad a Universal Music Group por promover de manera deliberada alegaciones falsas y difamatorias” y por utilizar sus recursos para perpetuar un conflicto que puso en riesgo tanto la vida del artista, como la de su familia. Además, Drake alega que todo hace parte de un intento de Universal por rebajar su valor para sacar ventaja en negociaciones futuras de su carrera.
Por su parte, para Kendrick Lamar, todo ha sido celebración. Al recibir el premio por Canción del año, dijo “Al final del día, nada es más poderoso que el rap. No me importa lo que sea. Nosotros somos la cultura... respeta la forma de arte”.
De eso se trata el pleito, de la cultura. Ambos son raperos, pero el rap para ellos no es lo mismo. Drake está dispuesto a hacer del rap lo que sea por el negocio, y Kendrick Lamar está dispuesto a todo por el rap. Esa es la gran diferencia, por eso Drake no es como Kendrick, Not Like Us.
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