Nearealismo mágico es el concepto que usa Alex Ulises para referirse a Buscando América, la película en la que está trabajando hace un par de años de la mano del director venezolano Nelson G. González Navarrete.
Una película sobre Medellín y sus dinámicas, que encontró su tono y su forma a partir de Nea, un cortometraje que Alex y Nelson estrenaron el año pasado con dos funciones gratuitas en una de las salas del Museo de Arte Moderno y que además hizo parte de la selección oficial del Festival Tribeca de Nueva York, ganó el premio del público a Mejor Cortometraje en la edición número 12 del Festival Panorama de Cine Colombiano en París y también ganó el premio a Mejor Corto Nacional en el Festival de Villa de Leyva
Una pieza de 23 minutos construida alrededor del significado de la palabra Nea que, según el diccionario del parlache, es el acortamiento de la palabra gonorrea, y gonorrea, dice también el diccionario, se refiere a una “persona despreciable, ruin”.
En esas transformaciones del lenguaje, el corto encuentra un universo para la película y un tono que permite seguir hablando de la misma ciudad y sus problemas, que estructuralmente siguen siendo los mismos, pero de otra manera, con más de comedia, con un matiz de absurdo.
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“El tono se desprende mucho del deseo de hablar de una Medellín en la cual yo todavía sigo habitando, que de cierta manera el cine censuró porque la asumen siempre como porno miseria, pero que a lo mejor lo que tiene que haber es una elevación de la forma, el cómo se siguen contando esas mismas historias que nunca dejan de existir”, dice Alex.
Medellín se ha contando en el cine, en los libros, en la música, en el teatro, lo han hecho Víctor Gaviria, Alonso Salazar, Laura Mora, Gilmer Mesa, Luis Miguel Rivas, El Águila Descalza, Crudo Means Raw y Doble Porción, lo han hecho muchos, pero nunca es suficiente. Lo ha dicho el mismo Víctor Gaviria: “hace falta que se cuente más, que se haga desde todas las perspectivas posibles”.
Eso es Nea, y eso será Buscando América. Es la Medellín que ha vivido Alex y la que está conociendo Nelson, que salió de Venezuela hace años y desde entonces ha vivido en muchas partes.
“Buscando América es una radiografía de Medellín con personajes de muchas realidades que se encuentran y se chocan en una ciudad corrupta, entendiendo la corrupción desde un concepto onírico, nearealista mágico. Es una lectura de esa ciudad, que representa a Latinoamérica, desde la mirada de personajes de diferentes nacionalidades que son los que hoy la habitan”, dice Alex.
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Buscando América también es una pregunta por lo que somos como continente, por el pasado común de los países latinoamericanos. Una pregunta que Alex y Nelson se están haciendo hace años, cuando empezaron a hacer videoclips musicales, sobre todo con artistas de rap como Canserbero, Lil Supa, Doble Porción y No Rules Clan. Ahí empezaron a darle forma a esa idea de lo que somos que hoy se concreta en la película.
Esos videos ahora son como una llave maestra, que les permitió recorrer las 16 comunas de Medellín buscando locaciones y personajes para la película. Todo ese proceso quedó registrado en Idiosincracia.
“De alguna manera la música y los videos van a estar en nuestro cine. El Hip Hop es la personalidad de la película, el color, la textura, el vestuario, la música que escuchan los personajes, pero no es una película sobre Hip Hop”, dice Nelson.
Pero Buscando América es también una metáfora de la aventura que ha sido para ellos hacer cine desde aquí, sin recursos y sin una ruta establecida, aprendiendo, haciendo camino al andar.
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Hasta ahora han conseguido fondos a través de la NFTs y la Web3, han vendido sus equipos y han puesto a disposición sus ahorros, han contado con el respaldo de algunos entusiastas y con la solidaridad de amigos y colegas que han trabajado gratis, solo por el sueño de hacer cine.
Así han llegado hasta aquí, donde Buscando América es un ecosistema que incluye, el documental Idiosincracia, el corto Nea, la película, y un par de documentales más sobre el proceso del corto y la película, y un álbum de música. Todos esos insumos son un intento por valorar cada cosa que hacen, para así sostener el sueño de hacer cine.
Ese sueño es el principio de todo. Es incluso la razón por la que Alex y Nelson empezaron a hacer videoclips. Esa ha sido su forma de hacer camino.
“Queremos encontrar un modelo en el que todos nos sintamos tranquilos y hacer un cine en el que todos nos sintamos representados”, dice Alex.