La industria de las motocicletas eléctricas enfrenta un desafío mayúsculo al intentar competir con las superdeportivas tradicionales. Un claro ejemplo de ello es la empresa Damon, que hace algunos años se presentó como la gran revolución del mercado, pero que hasta la fecha no ha entregado una sola unidad.
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En 2021, la marca canadiense Damon captó la atención global con sus ambiciosas propuestas de motos eléctricas de alto rendimiento. Empresas como Auteco Mobility, con experiencia en la distribución de marcas reconocidas como Kawasaki y Benelli, mostraron interés en llevar sus modelos a Latinoamérica.
La apuesta era clara: un motor eléctrico de 200 caballos de fuerza, una velocidad máxima de 300 kilómetros por hora y tecnología de vanguardia con radares y cámaras de seguridad para mejorar la experiencia del piloto.
Damon HypersportSin embargo, los problemas internos no tardaron en aparecer. Cambios en la estructura organizacional, incluyendo la salida de dos presidentes y gran parte del equipo original, pusieron en jaque el desarrollo de la marca. La planta de producción, inicialmente planeada en Vancouver, Canadá, fue trasladada a California, y la empresa optó por mantener en secreto muchos de sus avances.
Lo más preocupante es que los clientes que hicieron reservas deberán esperar hasta 2026 para recibir sus motocicletas, si es que llegan a ver la luz algún día.
La gran ilusión que generaron modelos como la Damon Hypersport y la Hyperfighter Colossus parecen estar lejanas. Fuentes cercanas al proyecto aseguran que estos modelos eran, en realidad, motocicletas basadas en chasis de Yamaha R1 con componentes ya existentes en el mercado, lo que dista mucho de la innovación prometida.
Yamaha R1Los inversionistas que depositaron grandes sumas de dinero en Damon tenían razones para confiar en la empresa. Cada motocicleta tenía un valor superior a los 17.000 dólares (70’000.000 de pesos), una cifra respaldada por tecnologías que incluían la posibilidad de usar la moto como una fuente de energía para el hogar.
Sin embargo, con el retraso en la entrega y las dudas sobre la viabilidad de la producción, las expectativas han sido reemplazadas por el escepticismo.
Mientras Ducati y otras marcas exploran la electrificación e incluso combustibles ecológicos, el caso de Damon demuestra que la transición hacia motocicletas eléctricas de altas prestaciones sigue siendo un reto. Si bien se han logrado avances en autonomía y baterías, el segmento de superdeportivas eléctricas parece estar lejos de consolidarse.
Damon aseguró que en 2026 comenzaría a entregar sus motos. Sin embargo, hasta ahora la empresa no ha entregado ni una sola unidad, por lo que las deportivas a gasolina continúan dominando el mercado sin competencia real.
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Con cuánto se separa una moto Damon
Lo llamativo es que pese a que aún no hay ni una unidad de estas motos en las calles, tal como se puede apreciar en la página web aún se pueden reservar y a un precio bastante llamativo, ya que bastan de 100 dólares para ya tener un vehículo de estos a su nombre.