En una jornada histórica para la representación de los pueblos indígenas en la agenda global de biodiversidad, este sábado en la madrugada la COP16, celebrada en Cali (Colombia), aprobó la creación de un órgano subsidiario que velará específicamente por los intereses de las comunidades indígenas y locales.
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Este hito, aclamado como un gran avance en el marco de los acuerdos ambientales multilaterales, fue recibido con entusiasmo por representantes indígenas de todo el mundo, quienes desde el inicio de la cumbre habían alzado su voz en favor de una participación efectiva.
La decisión se tomó en medio de aplausos y cantos durante la plenaria de cierre, mientras decenas de delegados indígenas, muchos de ellos luciendo sus trajes tradicionales, celebraban con emoción la creación del órgano, pues con una aprobación unánime por los 196 países participantes, la COP16 marcó el primer gran logro de esta cumbre, que se había inaugurado el 21 de octubre y enfrentó diversos desafíos, especialmente en las negociaciones sobre financiación para la conservación.
Según la ONU, un órgano subsidiario “es una entidad creada para asistir a un organismo principal en el cumplimiento de sus objetivos”.
En este caso, su rol será crucial en la implementación de políticas que integren los saberes y prácticas ancestrales en la conservación de la biodiversidad, por lo que su creación implica la formalización de un espacio permanente donde los pueblos originarios puedan participar activamente en la toma de decisiones sobre biodiversidad, un aspecto largamente demandado por estas comunidades que históricamente han protegido los ecosistemas naturales.
Camila Romero, representante indígena de Chile, describió la aprobación de este órgano subsidiario como un “momento sin precedentes en la historia de los acuerdos multilaterales sobre medio ambiente”, en un discurso ante los delegados, y añadió que “las partes han reconocido la necesidad constante de nuestra participación plena y efectiva, nuestros conocimientos e innovaciones, tecnología y prácticas tradicionales”.
Pero la creación de este órgano subsidiario no solo marca un avance para los pueblos indígenas, sino también para las comunidades afrodescendientes, quienes tendrán un papel especial dentro de esta nueva estructura.
Si bien los detalles de su rol específico aún están en proceso de definición, la inclusión de ambos sectores en un órgano de la COP16 refuerza el compromiso de integrar visiones y conocimientos diversos en la gestión de la biodiversidad global.
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Este logro representa un importante reconocimiento al papel de los pueblos originarios en la conservación de la naturaleza, un compromiso que, como recordó la ministra de Ambiente y presidenta de la COP16, Susana Muhamad, ha sido fundamental en la protección de la diversidad ecológica y cultural del planeta.
Así que con un bastón de mando tradicional en la mano y visiblemente emocionada, Muhamad, que también ocupa un cargo ministerial en el gobierno colombiano, celebró junto a los representantes indígenas: “Los pueblos originarios son los que están en la primera línea de la crisis de biodiversidad, y su inclusión puede generar un diálogo más equitativo en sistemas de conocimiento, y eso es fundamental para la protección de la diversidad”.
Cabe recordar que a lo largo de la semana, se llevaron a cabo manifestaciones de grupos indígenas en las afueras de la sede de la COP16, en las que exigían que sus voces fueran escuchadas.
El sábado pasado, en un gesto de unidad, comunidades indígenas de países como Brasil, Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador, entre otros, formalizaron el “G9 de la Amazonía Indígena”, una alianza que busca unificar sus demandas y asegurar su participación en las decisiones globales, y que sin duda contribuyó a que el órgano subsidiario fuera finalmente aprobado.
La creación de este nuevo órgano, que ahora es parte oficial de las COP de Biodiversidad, no solo garantiza un espacio formal para los pueblos indígenas y afrodescendientes en el diseño de políticas medioambientales, sino que también simboliza un paso hacia una gobernanza más inclusiva y respetuosa de los conocimientos tradicionales.Siga leyendo: En un compromiso de última hora, la COP16 aprueba fondo para compartir beneficios derivados de datos genéticos de la naturaleza