Sara Samaniego no quería ser youtuber, influencer ni tiktoker. Solo quería resolver una duda sencilla: ¿debía lavar el vaso de yogur antes de botarlo a la basura? Desde la ventana de su oficina, vio pasar al reciclador y, apurada, buscó en Google la respuesta. Para su sorpresa, en pleno siglo XXI, cuando, paradójicamente, internet está atiborrado de basura, no encontró nada.
Se quedó ahí, con el vaso sucio en la mano, viendo cómo el reciclador se alejaba y, al mismo tiempo, cómo nacía una idea que, meses después, la llevaría a las portadas y noticieros de todo el país. Su propuesta era tan simple como extraordinaria: crear “al profesor reciclador”.
Una idea impopular en una sociedad que apenas empieza a preguntarse qué hacer con su propia basura, pero que terminó por convertirse en un fenómeno educativo y cultural. Entonces, nació Marce la Recicladora.
A simple vista, Sara podría confundirse con cualquiera en la calle. Pero, al igual que Clark Kent, es la cara anónima de un reconocido personaje, de un ídolo, del héroe de los más vulnerables, desprotegidos y olvidados. Superman salvaba vidas, Marce quiere salvar el planeta, de granito en granito.
Darle vida a la recicladora más famosa de Colombia no fue tarea fácil. Al inicio, Sara concibió al personaje como un hombre e incluso realizó varios castings en busca del candidato ideal, pero ninguno cumplía con las características necesarias.
“Inicialmente pensé en hacerlo con un reciclador de verdad, de oficio pero ninguno me dijo que sí, o no tenían tiempo, o les daba pena, no les gustaba hablar a la cámara, no eran tan elocuentes, entonces pensé en un actor que interprete un reciclador. Llegaron un montón de actores al casting, pero resultó que la mayoría interpretaban a un reciclador como si fuera un drogadicto, o como un ñero, irrespetuoso y no, eso no era lo que estaba buscando”, recordó Sara.
Fue entonces cuando una conocida le tiró propuesta: “Sara tu conoces al personaje, sabes lo que quieres proyectar, sé tu el personaje, así no corres el riesgo que te dejen tirado el proyecto”, le propuesieron.
“¿Por qué no?”, se preguntó. Tres meses después de investigaciones, estudios, capacitaciones y largas jornadas escribiendo cada detalle de su vida, dándole un lugar en su casa, en su habitación y hasta en su clóset, nació Marce la Recicladora. “Fue mágico, yo no entiendo cómo pasó, pero fue como si Marce se hubiera metido en mí”, confiesa.
El 13 de mayo de 2019 salió el primer video. Un verdadero boom mediático. En él, Marce enseñaba con sencillez y claridad cuáles artículos debían ir en las bolsas de basura blancas (reciclables) y cuáles en las negras (no reciclables).
“Fue tan impactante que mucha gente realmente creyó que yo era recicladora. El público estaba muy conectado con el contenido. Al mes me llamaron de CNN, me escribió Claudia Bahamón diciendo que era mi fan. Recibí mensajes de famosos, de canales de televisión, revistas... Mejor dicho, fue una locura. Yo me decía: ‘¿Qué? ¿Qué está pasando?’ Nunca imaginé que algo así ocurriera. Pensé que era un proyecto personal que quedaría limitado a mi entorno, pero jamás que sería tan exitoso”, confiesa Sara.
Marce la Recicladora se convirtió en un símbolo para las más de 50.000 familias que viven del reciclaje en Colombia. Logró poner el tema en la agenda pública.
Su impacto ha sido tan grande que ha recibido múltiples premios nacionales e internacionales, ha sido portada de The New York Times y figura en el listado de Forbes como una de las influencers más reconocidas de Colombia.
Pero Marce no es solo una recicladora. Es una metáfora viva de las luchas silenciosas. Sara, al darle vida, puso un reflector sobre quienes empujan carritos, recogen cartones y dan sentido a lo que otros llaman basura, visibilizando su labor y dignificándola a través de un personaje que ya es un referente cultural.