Hace tres años, Jhon Mario Tirado Álvarez viajó a Bolivia con una maleta cargada de ilusiones en busca de las oportunidades que el fútbol colombiano le negó. Este viernes, los familiares regresarán a Medellín con las cenizas del deportista antioqueño fallecido hace una semana en pleno entrenamiento con el club Real Cochabamba, de la segunda división.
Desde muy pequeño, el mediocampista empezó su lucha para convertirse en jugador profesional. Estuvo 13 años en Semillas de Paz y Vida, donde recibió formación técnica y personal de Víctor Luna, exentrenador del DIM, y de otro estrategas como Bélmer Aguilar y Bayron Fontanilla que valoraron su calidad humana y deportiva.
Fue allí, en el barrio El Salado del sector de San Javier, comuna 13, donde lo recibió Willington Cano, líder comunitario y social que vio en ese niño a un potencial talento para el balompié, una corazonada que había sentido antes con muchachos del mismo barrio como Diego Álvarez, Sergio Otálvaro, Johnatan Cueto, Giovanni López, Dairon Mosquera y Juan Fernando Asprilla, quienes alcanzaron a jugar en la Liga colombiana.
“Jhon Mario era un joven noble, humilde, respetuoso, no le decía una mala palabra a nadie, era de una calma total”, relata con tristeza Willington, al resaltar también el espíritu guerrero y la disciplina del volante de contención “que murió dentro de una cancha de fútbol, que era lo que más amaba”.
Víctor Luna, fallecido el 28 de enero de 2024 y quien se quedó en el corazón de los hinchas escarlatas tras darles un título de Liga luego de 45 años, orientó y dirigió a Jhon Mario. Le enseñó los secretos para moverse en el campo de juego, pero también para enfrentar la vida, pues el timonel paisa se caracterizó por ir más allá de la formación deportiva. En sus charlas técnicas casi siempre citaba el fragmento de un libro y les dejaba un mensajes a sus alumnos para que fueran mejores personas.
Tirado fue uno de ellos, pues quienes lo conocieron hablan de él como un mediocampista aguerrido para recuperar balones en la cancha, pero cuando terminaban los partidos recuperaba su calma.
Tenía 22 años de edad y hace tres se fue a buscar su sueño deportivo lejos de casa. El contacto lo hizo el papá (John Jaime Tirado) con un entrenador que la abrió camino en Bolivia.
El viernes pasado, el futbolista estaba en el entrenamiento con su equipo y tras una acción de juego, se desplomó. Luego de recibir los primeros auxilios del personal del club, fue trasladado a un centro médico cercano donde habría presentado convulsiones. Minutos más tarde se confirmó su deceso. Según Willington Cano, el reporte médico que les dieron a las familiares es que la causa la muerte fue una “bronco aspiración”.
Su papá, que en compañía la mamá de jugador (Arelis Álvarez) y el hermano menor (Johnatan David) viajaron a Cochabamba, no han querido tener contacto con la prensa. En principio tenían la idea de repatriar el cuerpo de Jhon Mario para las exequias en Medellín, pero por costos (entre 25 y 30 millones de pesos) fue imposible.
Lea aquí: Video | El noble gesto de Kilian Toscano con un pequeño aficionado de Nacional tras el triunfo ante Jaguares por Copa Betplay
Allá, cuenta Cano que todos los días habla con ellos, le han hecho homenajes y se ha portado bien. “Hoy lloramos tu partida, pero sabemos que ahora estarás gritando goles en el cielo, vuela alto Mario, te echaremos de menos, fuiste un gran futbolista, un gran ser humano, ahora y siempre estarás en nuestros corazones y nos acompañarás como un ángel en el equipo”, publicó el club Real Cochabamba.
Este sábado a las 6:00 p.m. en la parroquia Divina Pastora del barrio El Salado (San Javier), familiares y compañeros de infancia y juventud que jugaron juntos en el Babyfútbol y otros torneos regionales, le darán el último adiós al guerrero que dejó su vida en una cancha, lejos del país donde los dirigentes como Willington Cano reclaman más categorías en el fútbol profesional (que abran la tercera y la cuarta división) para que los talentos tengan más oportunidades de cumplir sus metas.