El Atanasio Girardot se vistió de fiesta en la noche de Copa Betplay. Nacional volvió a tener a su hinchada en las tribunas después de la sanción que les había impedido acompañar al equipo en los duelos de Liga. La atmósfera fue electrizante: los colores verde y blanco ondeando, cánticos incesantes, una marea verdolaga que se hizo sentir en cada rincón del estadio. No importaba el marcador global de 3-1 que traían de la ida contra Jaguares, la expectativa de victoria estaba en el aire.
El inicio del partido no tardó en darle razones a la hinchada para soñar con otra noche de gloria. A los 15 minutos, Kevin Viveros, el joven delantero que reemplazaba a Alfredo Morelos –quien no pudo estar tras el accidente que lo dejó fuera de la convocatoria–, aprovechó una oportunidad de oro. Un centro medido, un control preciso y el gol. La pelota besó la red y el Atanasio estalló. Era el primer tanto de Viveros con la camiseta de Nacional, y vaya que lo celebró. El chico se consagraba ante su gente en una jornada que prometía ser inolvidable. Todo pintaba bien.
Pero el fútbol tiene su ironía, y en el minuto 28, Jaguares sacudió los cimientos de la confianza verdolaga. Damir Ceter, con un potente remate, marcaba el empate tras dejar sin opciones a David Ospina. Un silencio incómodo recorrió el estadio. El gol visitante no solo empataba el juego, sino que traía consigo los fantasmas de los errores pasados. Nacional, bajo la dirección de Efraín Juárez, ha mostrado deficiencias claras en defensa. Era el noveno partido consecutivo en el que el equipo recibía goles, y ese patrón preocupaba a la hinchada, que aunque festejaba la clasificación, no podía evitar preguntarse: ¿qué pasará cuando enfrenten a rivales más poderosos?
Juárez, inquieto en la línea, vociferaba órdenes. No quería que el equipo bajara los brazos y, sobre todo, quería regalarle una victoria a su gente. Sabía que la clasificación estaba en el bolsillo, pero el resultado del partido importaba. Movió sus fichas. Edwin Cardona y Marino Hinestroza ingresaron para darle frescura al ataque. Cardona, con su experiencia y precisión, se convirtió en el protagonista que Nacional necesitaba.
Y fue precisamente él quien rompió el empate. Corría el minuto 87 cuando Cardona, desde fuera del área, se acomodó para lanzar un remate cruzado. El balón voló con la curva perfecta, inalcanzable para el debutante portero Víctor Brid, que poco pudo hacer ante semejante golazo. El Atanasio rugió con fuerza, esta vez para celebrar la victoria. Ahora sí la fiesta estaba completa.
Nacional había hecho lo necesario. Con el 5-2 global, el equipo selló su pase a semifinales. El regreso de la hinchada había sido celebrado con un triunfo, y aunque los problemas defensivos seguían latentes, el gol de Cardona y el ambiente festivo opacaron las dudas. El recuerdo amargo de lo sucedido ante Junior pareció disiparse al menos por una noche.
Ahora, el clásico paisa parece inminente en semifinales. Medellín, con un 4-1 de ventaja sobre Chicó, tiene la mesa servida para confirmar su clasificación. Si todo sigue el guion previsto y el Poderoso confirma su clasificación este viernes, se avecinaba un choque épico entre los eternos rivales de la ciudad.
Reviva aquí el minuto a minuto de este compromiso: