El reloj apenas marcaba el minuto siete cuando el primer golpe cayó sobre el DIM. Fabián Sambueza se adelantó a la defensa y, con un remate certero, abrió el marcador para el Bucaramanga. A partir de ese momento, el equipo local mostró una determinación implacable. Los jugadores del DIM parecían atrapados en una neblina de dudas, y el segundo golpe no tardó en llegar. Al filo de los 30 minutos, Andrés Fabián Ponce cobró un penalti que había dejado a más de uno rascándose la cabeza; el VAR no pudo disuadir al árbitro de la controvertida decisión. Con dos goles en contra, el Medellín se marchó al vestuario herido, pero no vencido.
Alejandro Restrepo sabía que necesitaba un cambio radical, algo que inyectara frescura y agresividad a un equipo que parecía apagado. La segunda parte arrancó con un DIM diferente, rejuvenecido por los ingresos de Jaime Alvarado, Jhon Edwin Montaño, Diego Moreno y Brayan León Muñiz. Estos jugadores le dieron vida, llenaron de ideas cada jugada, y el Bucaramanga, que en la primera parte fue una muralla infranqueable, empezó a mostrar grietas.
Fue entonces cuando el minuto 56 trajo una chispa de esperanza. Brayan León aprovechó un centro impecable y remató para acortar la distancia. El estadio cayó en silencio. El DIM, revitalizado por el gol, comenzó a adueñarse de la cancha.
El punto de quiebre llegó minutos después, cuando Jéfferson Mena del Bucaramanga fue expulsado. Con un hombre de más, Medellín sintió el llamado de la épica. La presión era asfixiante y, como si fuera una premonición de lo que estaba por venir, llegó el empate. Luis “Chino” Sandoval se encargó del empate. Un 2-2 que ya sabía a hazaña.
Sin embargo, para el Poderoso, era solo el preludio de algo más grande. Con el reloj en el último minuto del tiempo reglamentario, el DIM no se conformó. Un ataque más, una última oportunidad antes de que el árbitro pusiera fin a una noche que se había convertido en una montaña rusa emocional. Brayan León, otra vez él, conectó el balón para mandarlo al fondo de la red. Su grito de gol resonó como un rugido de triunfo y supervivencia. Con ese gol, Brayan firmaba su doblete y sellaba una remontada memorable, que le permite al DIM seguir soñando con cuadrangulares.
Con este triunfo, el Poderoso llegó a 22 puntos. Aún tiene la posibilidad de sumar 31 si logra vencer a Patriotas, Envigado y Nacional en sus próximos partidos. Este Medellín, que lucha hasta el final, demostró en Bucaramanga que sigue más vivo que nunca.
Reviva aquí el minuto a minuto de este compromiso: