La Selección Colombia continuará esta semana la ruta de las Eliminatorias suramericanas en su intento por regresar a la Copa Mundo Fifa en Norteamérica 2026. Aunque hasta ahora el desempeño del equipo es sobresaliente y terminará el 2024 con la base que tan buenos réditos le ha brindado, la afición se pregunta si el técnico Néstor Lorenzo algún día se atreverá a jugar con tres volantes zurdos, aprovechando el talento de James Rodríguez, Juan Fernando Quintero y Yáser Asprilla, especialmente en los partidos de local.
Si bien por este año no será posible esa opción porque para los duelos del 15 y 19 de noviembre frente a Uruguay en Montevideo y Ecuador en Barranquilla, respectivamente, no fue convocado Asprilla debido a una lesión, para futuros encuentros podría darse esa alternativa.
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La posibilidad ha desatado una discusión en el ambiente futbolero colombiano, pues rara vez una selección cuenta con tres zurdos de tan alta calidad en la zona de creación.
El debate evoca a uno de los equipos más brillantes de la historia del fútbol: el Brasil de 1970 que logró la hazaña de jugar con tres zurdos en su ofensiva, Gerson, Tostão y Rivelino, quienes lideraron a la Canarinha hasta conquistar el Mundial en México. Ellos lograron desorientar a sus rivales con movimientos impredecibles y la precisión de sus pases, sumando una variabilidad que resultó insostenible para cualquier defensa.
Ser zurdo es una rareza que parece acentuarse en el fútbol. Estudios indican que aunque solo el 10% de la población mundial es zurda, en el balompié esta cifra sube a un 21 %. Es decir, en el deporte rey hay el doble de jugadores con esta condición que en la población general. Esta particularidad convierte al futbolista en una figura rara y, muchas veces, más difícil de leer para el rival. Así lo afirma el técnico colombiano Hernán Torres, quien resalta que los zurdos, al entrenar mayormente junto a jugadores diestros, desarrollan una habilidad para anticiparse a los movimientos de sus contrincantes. “No solo juegan con su pierna izquierda, juegan con la mente, leen y predicen”, dice Torres, aludiendo a esa capacidad innata para confundir y sorprender.
Para el técnico Jorge Luis Pinto, la diferencia radica en que los defensores, acostumbrados a marcar a jugadores diestros, encuentran dificultades ante los zurdos, lo que les permite a estos últimos ubicar ángulos únicos de disparo o generar pases inesperados. “A los delanteros zurdos esto les facilita crear oportunidades únicas, y en el caso de los defensores, los convierte en jugadores raros y codiciados por su habilidad de usar con igual calidad ambas piernas”, comenta el santandereano.
El neurólogo Francisco Lopera, quien falleció recientemente, solía decir que los zurdos tienen una tendencia natural a comprender mejor los espacios y a reaccionar de forma lógica y rápida en situaciones complejas. “Estimulan más el hemisferio izquierdo, responsable de las habilidades que tienen que ver con la lógica y los números”, decía Lopera.
Así, talentos como James, Quintero o Yáser podrían aportar algo que va más allá de la creatividad pura: una visión estratégica y rápida toma de decisiones en el campo, algo formidable en momentos clave de un partido.
Gracias a su percepción espacial, los zurdos también dieron origen a posiciones revolucionarias en el fútbol, como el extremo o el lateral invertido. Grandes figuras como Lionel Messi y Arjen Robben fueron pioneros en explotar esta táctica, ubicándose en el lado opuesto de su perfil natural para tener la mejor oportunidad de buscar el ángulo más lejano y sorprender al arquero rival.
Con estos argumentos en el aire, la decisión las deberá tomar alguna vez el cuerpo técnico de la Selección Colombia. Lorenzo, que cada vez enfrenta un desafío táctico más exigente, tiene esta posibilidad a futuro: incluir en el once titular a James Rodríguez, Juan Fernando Quintero y Yáser Asprilla.
Un tridente que podría significar un giro único, un as en la manga que otorgue a la Tricolor una ventaja sorpresiva ante los adversarios. Los tres destacan por su precisión, creatividad y capacidad de generar jugadas que desarman cualquier esquema defensivo, cualidades que los han hecho vitales en sus respectivos clubes.
A lo largo de la historia del fútbol, los zurdos han demostrado ser jugadores distintos, genios de la improvisación y de la visión de juego. No es que sean mejores que los diestros, sino que ofrecen una perspectiva singular en el campo, una forma de entender el juego que puede descolocar a los rivales. Como muestra, basta con recordar la magia de Diego Maradona, la potencia de Roberto Carlos o la maestría de Rivaldo, quienes, al igual que los astros zurdos que Colombia tiene ahora, hacían del balón una extensión de su pierna izquierda.
Néstor Lorenzo tiene ante sí una decisión que podría marcar el rumbo de estas Eliminatorias y adelantarse a lo que pueda hacer en el Mundial: probar o no una alineación que, a nivel histórico, pocas selecciones han utilizado. La magia de James, la visión de Quintero y el desparpajo de Asprilla juntos podrían revivir la gloria de Brasil 1970, guardando las proporciones, o dar a Colombia la oportunidad de hallar su propio estilo único.
Las próximas convocatorias dirán si la apuesta es posible; lo cierto es que la idea de ver a estos tres talentos juntos en acción despierta en los colombianos una ilusión palpable.
La posibilidad está sobre la mesa y la decisión, en las manos de Lorenzo. ¿Se atreverá a darle a Colombia su propio tridente zurdo y revolucionar el juego de la Tricolor? Los juegos de la Eliminatoria en 2025 le darán otras oportunidades.
Otros zurdos recordados
Entre jugadores zurdos de renombre mundial, además de los mencionados en el artículo, podemos encontrar también al húngaro Ferenc Puskas, el mexicano Hugo Sánchez, el búlgaro Hristo Stoichkov, el español Raúl, el alemán Andreas Brehme, los galeses Ryan Giggs y Gareth Bale, los holandeses Robin van Persie y Edgard Davids, el francés Antoine Griezmann, el inglés Bobby Charlton, los argentinos Mario Kempes y Ángel Di María, y el croata Davor Suker.