En 2018, el entonces técnico de Atlético Nacional, el argentino Jorge Almirón, lanzó unas declaraciones que aún resuenan en el entorno futbolístico colombiano. Almirón denunció una supuesta persecución desde Bogotá hacia el club paisa.
“Algo hay que hacer, lo que pasa es que están acostumbrados a estar sometidos, los medios de Bogotá son los fuertes... pero están sometiendo al club, a la ciudad y es que Nacional les genera incomodidad a los equipos grandes de Bogotá. Nacional tiene una gran historia y debe ser incómodo cuando Nacional gana la Copa Libertadores y otros títulos, y para los equipos grandes de la capital debe ser difícil, y de verdad les duele.”
Estas palabras, que en su momento causaron controversia, han recobrado fuerza en medio de una serie de sanciones que los hinchas y directivos del club consideran desproporcionadas y que generan suspicacias sobre un trato desigual hacia el equipo más laureado del país.
Un ejemplo reciente que ha generado debate fue la sanción a Edwin Cardona por besar el escudo de Nacional frente a la hinchada del Independiente Medellín. Este gesto, considerado como provocador, le costó al jugador una multa. Sin embargo, Radamel Falcao García protagonizó un episodio similar al besar el escudo de Millonarios en un partido frente a Patriotas en Tunja, y no se le aplicó sanción alguna.
Otro caso que desató indignación fue la sanción al técnico Efraín Juárez, quien recibió una suspensión de tres años para ingresar a estadios colombianos y una multa de 26 millones de pesos, impuesta por la inspección de Policía 4 de El Poblado. La decisión fue calificada de “desmedida y sospechosa” por el concejal de Medellín, Juan Carlos de la Cuesta, quien pidió una investigación sobre las actuaciones del inspector a cargo.
“Se están haciendo unos análisis de sanciones absurdos, de personas que ni siquiera han estado en un estadio y no saben lo que son las emociones... Es un despropósito. Hay que sancionar a quienes incumplen la ley, pero tres años a un técnico por un exceso de emoción es algo que no tiene sentido” expresó el concejal. La determinación también fue criticada por el alcalde Federico Gutiérrez.
Otros hechos recientes han incrementado la sensación de parcialidad. Durante el pasado clásico paisa, el portero Luis Marquínez fue expulsado tras un choque que lo dejó inconsciente. Mientras el arquero estaba noqueado en el césped, los comentaristas de televisión centraron su atención en si la jugada ameritaba una tarjeta roja, ignorando el estado de salud del jugador.
Gastón Pezutti, exportero de Nacional, criticó duramente esta actitud en sus redes sociales: “Hay que ser muy mierda para preocuparse más por si fue mano en una jugada que por la salud de un jugador”.
Así mismo, la pérdida de puntos frente a Junior tras disturbios en el estadio también levantó suspicacias. Según muchos analistas, lo justo habría sido no otorgar los puntos a ninguno de los equipos, ya que los problemas fueron originados por barras visitantes, y no exclusivamente por la afición de Nacional.
El clima de sospecha no es nuevo. Los hinchas y directivos de Nacional sienten que las decisiones arbitrales y disciplinarias no son aplicadas con la misma vara para todos los equipos. Mientras algunos clubes parecen ser tratados con indulgencia, Nacional enfrenta sanciones severas por hechos similares.
Incluso, los nuevos directivos verdes han reconocido las dificultades de lidiar con este tipo de situaciones, manifestando que comparten la frustración de miles de aficionados que ven cómo se toman decisiones que parecen ir en contra del club antioqueño.
La pregunta que ronda en el ambiente es si realmente existe un plan para impedir que Nacional siga conquistando títulos. Jorge Almirón lo sugirió hace seis años, y las recientes sanciones parecen darle algo de razón. En un fútbol donde las emociones desbordan las tribunas, cualquier percepción de favoritismo o persecución puede encender las pasiones.
¿Será que el equipo paisa es víctima de una estrategia para frenar su hegemonía? ¿O se trata simplemente de una acumulación de decisiones desafortunadas? El tiempo lo dirá. Mientras tanto, los hinchas del verde mantienen su fe y esperanza en que, pese a los obstáculos, Nacional continuará escribiendo su gloriosa historia en el fútbol colombiano.