La noche de este lunes promete ser un capítulo memorable en la rivalidad entre Atlético Nacional y Millonarios. El duelo en el Atanasio Girardot no solo será un enfrentamiento donde están en juego tres puntos, sino el peso de la historia, la jerarquía y la esperanza de la hinchada verdolaga de soñar con una estrella más.
A las 8:30 p.m., cuando el árbitro dé inicio al partido, el Atanasio será una caldera. Nacional, el club más laureado de Colombia, tiene una misión clara: recuperar su grandeza en casa ante el rival que lo ha sometido en Medellín durante los últimos siete años. Desde aquel 3-2 del 16 de septiembre de 2017, los verdes no han podido celebrar un triunfo ante Millonarios en su territorio.
Los números reflejan el reto monumental. De los 295 enfrentamientos previos, Millonarios ha ganado 113, mientras que Nacional ha logrado 85 victorias, el resto han sido empates. Sin embargo, el fútbol no se define por estadísticas, sino por momentos, y este lunes los dirigidos por Efraín Juárez tienen la oportunidad de cambiar la narrativa.
La derrota 2-0 en El Campín dejó lecciones dolorosas. Los errores puntuales de jugadores como Edwin Cardona y David Ospina costaron caro, pero el técnico verde confía en que la experiencia de estos referentes será clave para revertir la situación. “Es un partido para trabajarlo, con tranquilidad y paciencia. Sabemos que el hincha querrá intensidad desde el minuto uno, pero debemos ser inteligentes”, expresó Jorman Campuzano, otro pilar del equipo.
La presión no podría ser mayor. Una victoria no solo corta la racha negativa ante Millonarios en el Atanasio, sino que iguala a ambos equipos en puntos y coloca a Nacional con una ventaja en diferencia de goles para encarar las dos últimas fechas del cuadrangular. El propio Macnelly Torres, emblema histórico del club, ha mostrado su optimismo. “Veo a Nacional con pinta de finalista. En Bogotá, más allá del resultado, fue superior en el juego”.
El Atanasio Girardot no será un espectador pasivo. Nacional sabe que el aliento incondicional de su hinchada ha sido motor en gestas históricas, desde remontadas épicas hasta conquistas internacionales. Este lunes, el “jugador número 12” deberá empujar al equipo desde las tribunas.
En la previa, Efraín Juárez resumió la esencia de lo que está en juego: “Hay que hacer la tarea en casa”. No se trata solo de una victoria, sino de demostrar por qué Nacional es considerado el rey de copas colombiano, por qué su historia lo respalda como el equipo más reconocido internacionalmente y por qué, cuando se habla de jerarquía, su nombre está en la cima.
Cuando las luces del estadio iluminen la noche de Medellín, Nacional estará llamado a demostrar que su camiseta pesa más. Es una cita con la historia, una oportunidad para resurgir y pavonearse como el gigante que es. En los pies de Edwin Cardona, en las manos de David Ospina y en la estrategia de Efraín Juárez recae la responsabilidad, pero será el empuje colectivo el que definirá si el verde vuelve a sonreír.