Atlético Nacional ha visto cómo el arbitraje se convierte en un protagonista no deseado en sus últimos partidos. Las decisiones controvertidas no solo han puesto en tela de juicio la labor de los árbitros, sino que también han generado debates entre aficionados, periodistas y expertos.
La polémica más reciente ocurrió en el duelo frente a Deportivo Pasto, en el que Nacional logró un ajustado triunfo 2-1 en Ditaires. Aunque el resultado mantuvo vivas las esperanzas del club paisa de alcanzar la gran final, el penalti sancionado a favor del equipo nariñense generó un nuevo capítulo de críticas hacia el arbitraje y el uso del VAR.
En los últimos minutos del encuentro, Ray Vanegas, atacante del Pasto, ingresó al área de Nacional con la intención de buscar el empate. En ese momento, Dairon Asprilla intentó cerrar el paso, pero terminó derribando al delantero. El árbitro central, sin dudar, señaló el punto penal.
Sin embargo, las imágenes posteriores revelaron una realidad distinta. El contacto entre Asprilla y Vanegas ocurrió fuera del área, ni siquiera sobre la línea que, según las reglas, también se considera parte del área. A pesar de la evidencia, el VAR no intervino para sugerir una revisión de la decisión.
Esta controversia llega poco después de otra jugada polémica, el gol de Falcao García en el empate 1-1 entre Nacional y Millonarios. En aquella ocasión, también surgieron dudas sobre la validez de su posición antes del penalti que terminó en gol, lo que dejó un sabor amargo entre los hinchas verdolagas.
A pesar del error arbitral, Nacional logró mantener la ventaja y llevarse los tres puntos. Este triunfo es crucial para sus aspiraciones, ya que el equipo sigue luchando por un lugar en la final. Sin embargo, las constantes polémicas relacionadas con el arbitraje empañan los méritos deportivos y generan una sensación de frustración.
Es preocupante que el VAR, una herramienta diseñada para minimizar errores y garantizar justicia en el campo, no haya actuado en una jugada tan evidente. Estas omisiones alimentan las críticas sobre la falta de uniformidad en su aplicación y la capacitación de los árbitros.
Los recientes episodios han puesto de manifiesto la necesidad de mejorar la calidad del arbitraje en el fútbol colombiano. No solo se trata de proteger la integridad del juego, sino de garantizar que los resultados reflejen con justicia lo que ocurre en el campo.