El centrocampista de la agrupación deportiva Fiorentina, Edoardo Bove, víctima de un paro cardíaco en pleno partido del campeonato italiano, se ha implantado un desfibrilador subcutáneo (DAI), informó este martes la prensa del país.
Según la Gazzetta dello Sport y Sky Sport, Bove se sometió a la intervención este martes en el hospital Careggi de Florencia, donde el futbolista de 22 años estaba hospitalizado desde su accidente cardíaco el pasado 1 de diciembre.
“Se trata de un dispositivo provisional, dejando para dentro de unos meses la posibilidad de pasar a una versión definitiva o a un dispositivo más ligero”, precisó el diario deportivo italiano.
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Preguntada por la AFP, la Fiorentina no confirmó estas informaciones.
El 1 de diciembre ante el Inter, Bove se desplomó sobre el césped a los 16 minutos de juego (0-0 en el marcador), en medio de convulsiones según las imágenes de televisión, rodeado por compañeros y rivales que mostraban evidentes gestos de preocupación.
Los primeros exámenes descartaron “lesiones graves del sistema nervioso central y del sistema cardiorespiratorio”.
Ese desfallecimiento hizo revivir en la ‘Fiore’ el doloroso recuerdo de la muerte del antiguo capitán Davide Astori en 2018, fallecido mientras dormía a los 31 años por cardiomiopatía arritmogénica ventricular antes de un partido de liga ante el club Udinese.
Por este hecho, en julio de 2024, condenaron a un año de prisión al médico y exasesor deportivo de Fiorentina tras haber autorizado a Astori con dos certificados de “idónea competencia” para jugar en la Serie A.
En Latinoamérica, un caso similar al de Bove terminó en tragedia con la muerte del futbolista uruguayo Juan Manuel Izquierdo, de 27 años, cinco días después de haberse desplomado en pleno partido donde se disputaban los octavos de final de la Copa Libertadores el pasado agosto en Brasil.
Bove podría encontrarse en una situación similar a la del internacional danés Christian Eriksen, que sufrió una parada cardiaca en el primer partido de su selección en la Eurocopa 2021.
Tras la implantación de un desfibrilador, Eriksen regresó al fútbol ocho meses después, pero no con su equipo de entonces, el Inter de Milán.
En Italia, un desfibrilador es un dispositivo contraindicado para la práctica del fútbol profesional, pero sí es autorizado en otros campeonatos, como en Inglaterra, donde Eriksen aterrizó, en el Brentford, de enero a junio de 2022. Luego fichó por el Manchester United.
Sobre el caso de Eriksen, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) había precisado que tener el DAI no prohíbe ni faculta para hacer actividad física. La institución señaló que se debe conocer la enfermedad de base que motivado la indicación para “hablar sobre si el jugador podrá seguir o no jugando al fútbol”, había dicho la Dra. Amelia Carro, coordinadora del Grupo de Trabajo de Cardiología del Deporte de la SEC, en 2021.Lea aquí: Fifa anunciará el miércoles las sedes para los Mundiales de 2030 y 2034; estos son los postulados
“En enfermedades en las que la actividad de alta intensidad/competitiva contribuye a una progresión clínica, está desaconsejada la continuación, incluso con un DAI; este sería el caso de la miocardiopatía arritmogénica”.
La SEC detalla que los deportistas que continúan con su carrera a nivel profesional, tienen riesgo de descargas. El 30-40% de los que sufren descargas en ejercicio abandonan, al menos de forma temporal, su actividad, por el miedo e impacto psicológico que conlleva.
Además, “hay que tener en cuenta que un golpe sobre la zona del implante puede lesionar el dispositivo, por lo que hay que tener precaución en deportes con riesgo de impacto”.
Otro caso de los deportistas que han continuado su carrera como futbolistas con desfibriladores ha sido el neerlandés Daley Blind, de 34 años, quien fue diagnosticado con una afección cardíaca que llevó a la implantación de un desfibrilador cardioversor.
En diciembre de 2022, el defensa del Girona FC sufrió un colapso durante un partido debido a un problema relacionado con su corazón. Posteriormente, se reveló que le habían colocado el desfibrilador para monitorear y regular los ritmos cardíacos, y para administrar una descarga en caso de detectar arritmias mortales.
Esta condición generó preocupaciones sobre su futuro como jugador, pero Blind ha seguido con su carrera con el dispositivo implantado en su corazón desde el 2019.
Con información de AFP*