Fredy Alejandro Guarín Vásquez está viviendo, luego de muchos años, un diciembre soñado. Aclamado por los niños de las escuelas de Envigado que llegaron al partido de las leyendas naranjas en el Polideportivo Sur, junto a sus hijos (Daniel, Danna y Jacobo) y con su familia, el volante que brilló en Boca Juniors y la Selección Colombia, está experimentando un renacer. A sus 38 años, tiene la ilusión de volver a las canchas.
Tras su salida de Millonarios, donde defraudó por su bajo rendimiento y hechos extradeportivos, Guarín pasó por episodios oscuros, con escándalos, mucho alcohol y desorden. Ahora, tras el tratamiento de desintoxicación al que se sometió y con ayuda de amigos como Juan Fernando Quintero, tiene de nuevo un brillo especial en los ojos, ese que se emana cuando hay esperanza, ilusión y sueños por cumplir.
Precisamente, el pasado primero de diciembre, Fredy compartió en sus redes sociales lo que llamó como uno de los días más especiales de su vida, al terminar su tratamiento de limpieza.
“Hoy es el primer día de el resto de mi vida. Graduación de reeducados. Oficialmente, caminando hacia la luz. Cada día es una oportunidad para seguir aprendiendo a vivir en paz y tranquilidad, Gracias a todos por este día tan especial”, escribió en redes.
Desde entonces, Guarín ha estado más activo en otras actividades, participando en partidos de fin de año con amigos, compartiendo con su familia y regresando al Polideportivo Sur, al que considera como su casa.
En el Naranja lo quieren. Los aficionados y niños le hicieron un pedido especial: que regrese, que se vuelva a vestir con la casaca de la Cantera de Héroes en 2025, para que ayude a sacar el barco adelante, en una temporada que pinta difícil por el tema del descenso.
Guarín, con la sonrisa que siempre lo ha caracterizado, solo respondió, “esta es mi casa y lo importante es que me estoy poniendo a punto”. El regreso no sería algo descabellado.
Actualmente, además de su rutina de reacondicionamiento físico, el volante está animado y muy agradecido, ya que el técnico de la Selección Colombia, Néstor Lorenzo, lo llamó para que se vinculara a una campaña como embajador para la salud mental de la oficina de la Dirección de Asuntos para Las Américas de la Casa Blanca.
Hablamos con el jugador durante el encuentro de amigos en el Polideportivo Sur sobre su actualidad y futuro.
Volver a casa, ¿qué significa estar en Envigado de nuevo?
“Es un mundo de sensaciones bonitas. Me siento muy feliz de vivirlas y estar acá experimentándolas”.
La gente lo quiere ver de nuevo en las canchas, ¿cómo está y cómo sigue su proceso?
“Bien. En mi tema personal estoy comprometido, fortaleciéndome todos los días. Hay una ilusión por ahí, pero esperemos a ver qué pasa. Lo primordial es estar bien”.
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“Si claro, siempre. Hice mucha fuerza para que nos mantuviéramos en primera división. Ahora, queda esperar que en 2025 se pueda ratificar el buen grupo que hay y sobretodo por la historia que el equipo”.
¿Cómo recibe el cariño de la gente?
“Es muy bonito, me hace feliz, ver el cariño de la gente, como me tratan. Es algo que agradezco mucho”.
Para el 2025, ¿los hinchas naranjas pueden soñar con que un hijo prodigo vuelta a casa?
“Estoy en casa y lo importante es que sigo preparándome para estar bien. Si yo estoy en forma, cualquier cosa puede pasar. También me ilusiono”.
Finalmente, ¿cómo se dio el tema de ser embajador de la salud mental?
“Es una invitación del profe Néstor Lorenzo, que me contactó con unas personas y me invitaron a ser parte de esa campaña. Estamos trabajando en eso y materializando todo para dar mi mensaje, mi testimonio, no desde una cancha sino por un micrófono, aportando desde mi experiencia de vida. Esto es algo muy lindo, que me ilusiona bastante”.