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El resultado de la ida, pese a ser corto, es para que muchos aficionados y jugadores se froten los ojos. Pocas veces un equipo resiste 28 disparos y se salva con nueve intervenciones vitales de su arquero, antes de dar un zarpazo en el minuto 85 y encaminar el pase a cuartos de final. Pero el Liverpool tendrá que mejorar mucho si no quiere que esto quede en anécdota, y el principal quebradero de cabeza de Arne Slot llega en los laterales, completamente sobrepasados en la ida ante Ousmane Dembelé y Khvicha Kvaratskhelia.
Darwin Núñez EFEPocas soluciones puede encontrar el holandés, con Andy Robertson y Trent Alexander-Arnold como opciones, siempre y cuando no quiera señalar al escocés y poner a Kostas Tsimikas en el lateral izquierdo. Esto es algo prácticamente inviable, porque además no es nuevo para el Liverpool, que siempre ha arriesgado con dos laterales que atacan mucho mejor de lo que defienden.
Además, Slot solo pudo rotar a tres jugadores en la victoria del fin de semana ante el Southampton; Diogo Jota, Alexis Mac Allister y Robertson, todos titulares en la ida, se quedaron en el banquillo contra el ‘Soton’. Eso sí, Jota jugó veinte minutos y Mac Allister toda la segunda parte. Díaz, en ese partido, recuperó su brillo con una asistencia y fabricó un penalti.
Luis Díaz celebra en la Champions. EFEEl PSG se aferra al espíritu de la eliminatoria contra el Barcelona de la pasada campaña, cuando también perdieron en el Parque de los Príncipes (2-3) y fueron capaces de remontar en la Ciudad Condal. Luis Enrique lanzó ese ejemplo y recordó que, sobre el césped, fueron muy superiores a los Reds, lo que nutre las esperanzas de remontada.
El exseleccionador español cuenta con toda la plantilla a su disposición y el colchón que tiene en su liga le permitió este sábado dar reposo a los teóricos titulares.
Luis Enrique. EFEHasta ocho cambios introdujo contra el Rennes con respecto al duelo contra el Liverpool. Mientras que el capitán Marquinhos ni siquiera viajó a Bretaña, Fabián Ruiz no saltó al césped, al igual que el meta Gianluigi Donnarumma y Vitinha. Ousmane Dembélé, Achraf Hakimi, Nuno Mendes, Joao Neves o Khvitcha Kvaratskhelia apenas jugaron media hora. La obsesión de Luis Enrique está en saber controlar las emociones de una plantilla muy joven que afronta el vértigo de una eliminación temprana en la competición que los propietarios cataríes tienen marcada en rojo.
Festejo de Luis Díaz. AFPEl equipo, que contra el Liverpool rompió una racha de 22 partidos sin perder, debe superar la asignatura pendiente de agrandarse frente a los rivales de mucho nivel. Su última derrota había sido en noviembre contra el Bayern de Múnich y, desde entonces, el equipo había entrado en una espiral virtuosa que elevó las esperanzas de poder, al fin, hacer algo grande en Europa.
Una sensación similar a la que se vivía el año pasado antes de afrontar al Borussia Dortmund en semifinales, cuando reaparecieron los fantasmas europeos y pusieron fin al sueño. En esta ocasión, una eliminación en octavos no parece que traería consecuencias para Luis Enrique, pero sí agotaría más la paciencia de los propietarios cataríes, que han probado todas las fórmulas sin tener resultados en la Liga de Campeones. Sería su sexta eliminación en octavos desde 2011.
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Martes
Liverpool vs. PSG
3 p. m.
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