La crisis en el sector lechero colombiano, agravada por el reciente paro campesino y la subsiguiente pérdida de más de 600 mil litros de leche en departamentos como Boyacá, ha sacado a la luz otro problema crítico: la falta de transparencia en la comercialización del producto. Este escenario compromete seriamente la estabilidad y sostenibilidad del sector.
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El 29 de octubre, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), liderada por Cielo Rusinque, anunció que la Dirección de Investigaciones de la Delegatura para el Control y Verificación de Reglamentos Técnicos y Metrología Legal impuso multas que superan los 1.000 millones de pesos a 12 empresas por no cumplir con las normativas establecidas para el pago de la leche cruda a los productores.
Cuál es el lío que se armó con la leche en Colombia
Entre las firmas sancionadas se encuentran grandes nombres como Alpina, Nestlé, Alquería y la Cooperativa Colanta. Las investigaciones de la SIC destaparon varias irregularidades. Una de las más significativas es el incumplimiento en la correcta liquidación del pago por el litro de leche cruda. Otro problema es la omisión en la adecuada contabilización de los costos relacionados con el transporte y almacenamiento de la leche, afectando así la transparencia y la correcta fijación de precios en el mercado.
Estas prácticas no solo infringen la normatividad vigente dictada por el Ministerio de Agricultura, sino que también perjudican directamente a los productores de leche, quienes reciben pagos no acordes con los estándares y parámetros legales estipulados. Además, estas acciones provocan distorsiones en la fijación del precio de la leche cruda, impactando negativamente a toda la cadena de comercialización de productos lácteos.
Qué dijo Alpina sobre la sanción de la SIC
En detalle, la SIC impuso sanciones específicas a empresas como Alpina y Nestlé después de un exhaustivo proceso de revisión. Por ejemplo, en el caso de Nestlé, se detectó que la compañía no había aplicado correctamente la metodología de pago a sus proveedores durante varios meses, lo cual se reflejó en pagos inexactos por la leche adquirida. Por su parte, Alpina fue sancionada no solo por fallas similares, sino también porque se encontraron inconsistencias en cómo aplicaron descuentos por el transporte a sus proveedores.
Además, se señaló que Alpina es reincidente en infracciones, lo que agrava su situación ante la SIC. Aunque Alpina ha expresado su desacuerdo con la decisión y ha anunciado que tomará medidas legales para apelarla, la resolución destaca que, si bien la compañía ha cumplido con algunas normativas, las irregularidades observadas son suficientes para justificar la sanción.
El impacto de estos acontecimientos destaca la urgencia de mayor transparencia y adherencia a la normativa legal en el sector lechero colombiano. Solo así se puede proteger a los productores y garantizar una operación justa y equitativa en el mercado lácteo del país.