Ecopetrol es la empresa más grande de Colombia. La “joya de la corona” mueve billones de pesos al año, impulsando el desarrollo y la generación de empleo por más de 70 años en el país. La empresa roba titulares actualmente, no por su grandeza, sino por el preocupante declive en su valor y sus utilidades, pero, ¿por qué eso debería importarle al ciudadano de a pie?
EL COLOMBIANO le trasladó esa pregunta a expertos que han manejado las finanzas del país y la cartera de Minas y Energía. Coinciden en la premisa de que un mal manejo de la petrolera estatal afectará a todo el país.
Y es que no es una preocupación latente menor. La acción de Ecopetrol, que por muchos años fue de las más en el país. En 2022, Ecopetrol se consolidó como la acción más líquida del mercado.
Actualmente, las cosas son diferentes. Según datos de Investing.com, la acción de Ecopetrol se ha desvalorizado 31,1% en el últimos año en la Bolsa de Valores de Colombia, hoy conserva un precio de $1.680, mientras que el 31 de octubre del año pasado costaba $2.439.
En Wall Street la caída es más pronunciada. La acción de la petrolera ostentaba los 12,36 dólares hace un año, actualmente permanece en 7,60 dólares, una pérdida de 38,51% de su valor.
La situación da cuenta que la petrolera parece estar desapareciendo del radar de muchos inversionistas. Y esa premisa se soporta en que el prestigioso banco norteamericano JPMorgan ha bajado dos veces en un mes la calificacion de la acción de la empresa estatal.
Según el diario económico La República, JPMorgan redujo el precio de 8,50 dólares a 7,50 dólares para cierre de 2025. Eso quiere decir una contracción de 11,7%.
El banco ya había argumentado en un documento anterior que Ecopetrol está atravesando actualmente un período turbulento, “caracterizado por márgenes de refinación presionados, crecimiento de producción limitado, conflictos de principal-agente e inestabilidad geopolítica”.
Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía, cree que el país y sus ciudadanos se verán afectados si la situación se sostiene. Explicó que el Ministerio de Minas y Energía era la caja registradora de la Nación, ya que los mayores recursos para el financiamiento del Presupuesto General de la Nación provienen de los dividendos que Ecopetrol le gira al Estado, cifras cercanas a los $30 billones, según sus cuentas.
“En la medida en que hay una afectación en el desempeño de la petrolera, esto va a afectar, aún más, las finanzas del Estado, en unas circunstancias en las que tenemos un déficit fiscal. Esto conspira contra la sostenibilidad fiscal, de donde se financian los programas estratégicos y sociales, que están enfocados en las poblaciones más vulnerables”, sentenció el exministro.
Insistió en que el Gobierno tiene serios problemas de caja que lo obligaron a recortar $20 billones este año. Y se cree que el Gobierno aprobará su presupuesto por decreto para 2025, pero “se sabe de antemano que está desfinanciado en $12 billones”.
Por su parte, José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA y exministro de Hacienda, defendió la idea de que la caída de Ecopetrol debe preocuparnos a todos. Esto porque Ecopetrol hace un aporte al Presupuesto General de la Nación en dividendos, impuestos y regalías. Añadió que esos aportes equivalen en casi 3,5% del Producto Interno Bruto nacional.
“La empresas hace un aporte muy significativo de la que viven los departamentos vía regalías, de la cual se sostiene la Nación para hacer gasto de inversión pública. Me parece que es preocupante y eso se deriva que el Gobierno no le permite a Ecopetrol crecer al no permitirle firmar nuevos contratos de exploración de gas y de petróleo.
Para contexto, Ecopetrol transfirió $58 billones al Estado en 2023: $22 billones en dividendos, $26 billones en impuestos y $10 billones en regalías. Equivalente al 11% del Presupuesto estatal.
La empresa no deja de tener pérdidas. En 2023 sus utilidades se derrumbaron a $19,1 billones, una caída de 42,8% frente a 2022. Y en el primer semestre de este año volvieron a caer 24,2%.
Restrepo cree que parte de ese resultado obedece a que el Gobierno le ha impedido realizar proyectos de exploración no convencionales en Estados Unidos. Lo que, en su concepto, limita las utilidades de la petrolera y sus reservas para capitalizar su producción. El exministro agregó que la coyuntura golpeará a los accionistas minoritarios porque se está destruyendo parte de su patrimonio. “En los últimos dos años se ha destruido casi el 60% de su patrimonio y cada mes es peor, todo fruto de un pésimo manejo”.
Recordó que el propio presidente Gustavo Petro habría vetado el proyecto Oslo, un proyecto de fracking en Estados Unidos que estimaba un aumento del 14% en las utilidades netas de Ecopetrol. Situación que afecta al gobierno corporativo de la compañía y le resta confianza a los inversionistas.
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