El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) se prepara para recibir a expertos y líderes de todo el mundo en el V Foro Mundial de Datos de las Naciones Unidas, que se celebrará en Medellín, del 12 al 15 de noviembre de 2024, en el Centro de Convenciones Plaza Mayor.
Este evento, que se ha convertido en uno de los más importantes en el calendario global, reunirá a académicos, líderes de gobiernos, organismos internacionales y representantes del sector privado. Todos ellos estarán intercambiando ideas sobre cómo mejorar la recolección y el análisis de datos para apoyar el desarrollo sostenible.
Por eso, en EL COLOMBIANO, conversamos con la directora del Dane, Piedad Urdinola, quien reflexiona sobre los avances estadísticos en Colombia y la importancia de la innovación en datos para afrontar los desafíos demográficos y sociales del país.
“Estoy muy agradecida con los líderes de opinión porque están reconociendo el trabajo de todos en el Dane. No es solo un logro de mi liderazgo, sino el resultado del esfuerzo de cada equipo que hace posible que las cifras oficiales del país estén al servicio de las decisiones importantes. La satisfacción que sentimos es enorme porque esta valoración refleja el impacto de nuestra labor desde adentro, del compromiso de cada uno por ofrecer datos confiables y de calidad”.
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“Es un hito muy importante para el país y, en especial, para Medellín, que demuestra que Colombia es un destino clave para los eventos de talla mundial. Que el foro se realice en una ciudad distinta a Bogotá o Cartagena también demuestra que tenemos otros espacios con la infraestructura y la capacidad para convocar a expertos internacionales. Estamos emocionados, ya que cuando abrimos las inscripciones esperábamos unas 200 aplicaciones y terminamos con más de 700, lo que superó nuestras expectativas.
Pero ya tenemos más de 3.000 asistentes inscritos, incluyendo especialistas en estadísticas, académicos y representantes de distintos sectores. Este evento no solo refuerza la importancia de la innovación en datos, sino que nos permite proyectarnos como país líder en temas de datos y desarrollo sostenible. Además, es una oportunidad para que todos los sectores puedan compartir sus experiencias y mejores prácticas en torno a la gestión de datos”.
“En la era actual, los datos son fundamentales para tomar decisiones bien informadas, desde el gobierno hasta la vida cotidiana de cualquier ciudadano. No se trata de que todos se conviertan en estadísticos, pero sí es importante que entendamos el valor de la información. Durante el foro, se hablará mucho sobre cómo la estadística puede ser accesible para todos, desde lo más sencillo hasta lo más técnico, porque creemos que un conocimiento estadístico básico es indispensable en el siglo XXI.
Queremos que la ciudadanía entienda que detrás de cada dato que recopilamos hay un esfuerzo por representar a cada grupo y su realidad, para que las decisiones se basen en información sólida y no en suposiciones. La diversidad de experiencias y conocimientos que se presentarán en el foro será clave para lograr esta comprensión”.
“Es crucial porque mientras más sepamos sobre nuestra gente, sobre cómo viven y qué necesidades tienen, mejores decisiones podremos tomar. Cuando la estadística comenzó a desarrollarse, se enfocaba solo en los grupos más representativos, y esa exclusión dejó a muchas minorías fuera de la toma de decisiones. Actualmente, estamos recogiendo datos de poblaciones afrodescendientes e indígenas que antes no teníamos. Ahora podemos hacer una radiografía mucho más completa del país.
Por ejemplo, en el último Censo Nacional Agropecuario, por primera vez ampliamos la muestra para incluir a más comunidades rurales. Esto nos permite capturar mejor la realidad de estas poblaciones y tomar decisiones que realmente respondan a sus necesidades. Estos avances, aunque pequeños, significan mucho porque nos ayudan a construir políticas públicas más inclusivas.
Hoy sabemos que incluir a comunidades como los afrodescendientes o habitantes de zonas rurales es crucial para tener una visión completa. Cada dato cuenta y nos permite tomar decisiones más justas y efectivas”.
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“Ha sido todo un desafío, sobre todo porque es un censo que no se realizaba desde hace más de 20 años. Para mucha gente, incluso en el sector empresarial, era un proceso desconocido. Lograr que todos entendieran la importancia de este censo, y los beneficios que traerá, nos tomó tiempo, pero estamos avanzando. Actualmente, estamos en la fase de recolección de datos y esperamos tener resultados preliminares a principios del próximo año.
El censo económico nos permitirá saber qué tan formalizadas están las empresas, cómo están distribuidos los empleos y qué sectores requieren apoyo o intervención del gobierno. Esto es vital para hacer crecer la economía de forma estructurada y planificada”.
“Es muy importante que entendamos el impacto de esta caída en nacimientos. Lo que estamos viendo es una transición demográfica que no se había dado antes en el país, y es comparable con fenómenos que otras naciones desarrolladas ya vivieron. Hace algunas décadas, países como Japón y Alemania empezaron a notar un envejecimiento poblacional, y eso tiene grandes implicaciones en la economía y en el sistema de pensiones.
Que nazcan menos niños significa que, a largo plazo, habrá menos personas jóvenes en edad de trabajar, y eso nos obliga a pensar en cómo prepararnos para sostener la economía. Este es un cambio de paradigma porque, por un lado, la población va a seguir creciendo globalmente, pero el crecimiento en Colombia podría empezar a estabilizarse o incluso disminuir en unas décadas. Este fenómeno exige que pensemos desde ya en cómo adaptarnos, invirtiendo en salud, educación y en oportunidades que ayuden a las futuras generaciones a ser productivas.
Es decir, es un tema que no solo impacta el crecimiento poblacional, sino la estructura de la sociedad. La caída de la natalidad significa que en unos años tendremos una población mayor y menos personas jóvenes que sostengan la economía”.
Pese a los esfuerzos del Dane de entregar datos confiables, transparentes y de calidad, este departamento de estadística ha estado envuelto en varias polémicas recientes. Una de las más fuertes fue el hackeo que sufrió en noviembre de 2021, cuando perdieron 230 terabytes de información. Aunque la entidad aseguró que ningún dato se perdió, la recuperación ha sido lenta, generando críticas sobre la seguridad de sus datos.
Además, el Censo Nacional de 2018 también desató controversias, especialmente por la aparente reducción de la población afrocolombiana, lo que llevó a muchas organizaciones sociales a cuestionar su precisión. Según el censo, la población afrocolombiana disminuyó en un 30% en comparación con el censo de 2005. Este error fue atribuido a fallas en la metodología y en la cobertura del censo, especialmente en zonas donde habita esta población.
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Más recientemente, el Dane decidió dejar de incluir ciertos datos de salud en la Encuesta Nacional de Hogares, como acceso a servicios médicos, lo cual causó molestia en redes sociales. El Dane respondió que la decisión se tomó para simplificar la encuesta y enfocarse en otros aspectos socioeconómicos.
Para cerrar, el retraso en los datos de pobreza en 2024 generó bastante ruido, ya que sin esos números se complicaba el diseño de políticas sociales, lo que generó bastante ruido en redes sociales y entre expertos. El Dane explicó que el retraso se debió a ajustes metodológicos y a la necesidad de garantizar la calidad de los datos.
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