Se puede decir que este ha sido uno de los mejores años para el café: la cosecha cafetera cerraría este 2024 en 13 millones de sacos, alrededor de 15% más que lo producido en 2023, cuando se registraron 11,3 millones de sacos. Y en precios se estima que se superen los $13 billones, lo que significaría un alza de 17% frente a 2023, cuando se registraron $11,1 billones.
Esta buena producción, sumada a los inconvenientes que han tenido Brasil y Vietnam —los dos mayores productores de café robusta del mundo— por sequías y bajas exportaciones, ha beneficiado al café colombiano en los mercados internacionales.
Gustavo Gómez, presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Colombia (Asoexport), habló con EL COLOMBIANO sobre la buena hora del grano colombiano; el posicionamiento de China como el segundo comprador del producto colombiano, y los avances del proyecto que busca, por primera vez, sembrar, y llegar a comercializar café tipo canéfora, más conocido como robusta.
“Estamos en medio de un panorama en donde hay más consumo que oferta. Hay dos elementos que pueden estar jugando ahí: en Vietnam tuvieron problemas climáticos que afectaron su producción de café robusta, por lo que este año hubo una menor cantidad de materia prima de café disponible. Esto hizo, entonces, que el precio del robusta se incrementara muchísimo, generando que la industria tenga que inclinarse hacia el café arábiga.
Lo anterior, se juntó con que el consumo mundial de café está aumentando, sobre todo por la entrada de un gran jugador, que es China, el cual antes solo consumía té”.
“Se han venido recuperando. El año pasado, en los últimos 12 meses a septiembre, las exportaciones estuvieron en 10,3 millones de sacos, y este año estuvimos en 11,9 millones de sacos; es decir, tuvimos un crecimiento del 12%.
Así que venimos con una muy buena producción, mayores exportaciones y mejores precios internacionales. Tenemos todas las variables a nuestro favor”.
“Sí. China pasó de ser el decimoctavo destino para las exportaciones colombianas de café en 2019, a ser el sexto destino en 2023, con 540.000 sacos de 60 kilogramos. Esto significó un crecimiento de 130%.
De hecho, en el primer trimestre de 2024, el país asiático alcanzó a ser el segundo comprador más importante de café de Colombia por detrás de Estados Unidos. Y si miramos en lo corrido de este año, las exportaciones de café a China han crecido hemos crecido 190%.
El reto en este momento es que actualmente el café en China tiene un arancel y competidores como Brasil, Vietnam, África y Honduras, están haciendo acercamientos para entrar con un arancel privilegiado. Por eso es importante la relación diplomática y comercial de Colombia con China para que nuestro café también pueda entrar con un acceso preferente”.
“Bien, va avanzando. Esto tiene que hacerse con una rigurosidad científica importante.
Se está experimentando en tres zonas: Montería (Caribe), Casanare y Meta (Llanos Orientales), y Tumaco (Pacífico). Lo que se ha visto es que hay una buena adaptación, que se generan buenas productividades. El paso siguiente es construir unas parcelas en donde se pueda hacer una evaluación agronómica de la productividad por hectárea, la calidad, la homogeneidad y las partes del material genético. La idea es que en dos años o tres años podamos tener el registro de las plantas para que pueda haber una producción ya comercial”.
“La Unión Europea (UE) ha sido históricamente el segundo bloque más importante para las exportaciones de café de Colombia, por detrás de EE. UU. Queremos actuar de forma proactiva frente a las reglamentaciones, en este caso la de inocuidad en el programa de ‘La Granja a la Mesa’, para asegurar la admisibilidad del café. Tenemos una alianza con el ICA para hacer unos ejercicios de diagnóstico y muestreo, de la mano de Swiss Contact, junto con una fase de capacitación en buenas prácticas agrícolas, para que la UE tenga plena seguridad que el café de origen colombiano cumple con los más altos estándares de calidad”.
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