Entre los países del club de la OCDE, Colombia es el séptimo con mejor ambiente para el acceso y tratamiento de datos, y gobierno digital. Destacándose en el manejo digital con 0.814 puntos de 10 posibles, y el uso de datos públicos con 0.794 puntos.
Sin embargo, hay desafíos como la baja cultura de datos, el riesgo de la ciberseguridad a la hora de robos de información personal, y la tensión entre las personas y las compañías que recolectan y utilizan sus datos. En medio de este panorama, se realiza desde hoy en Medellín el V Foro Mundial de Datos, organizado por el Dane y la ONU.
EL COLOMBIANO conversó en exclusiva con Stefan Schweinfest, director de la División de Estadística de las Naciones Unidas y líder del V Foro Mundial de Datos, un espacio crucial para analizar cómo los datos transforman el mundo.
Siga leyendo: “Estamos viviendo un cambio demográfico que exige repensar nuestro futuro”: directora del Dane
Schweinfest compartió su visión sobre la importancia de los datos en la toma de decisiones, la necesidad de un marco ético y los desafíos de garantizar el acceso a todos.
“Somos “estadísticos” y gente de datos, y aunque quizás no siempre capturamos la atención del público general, valoramos esta oportunidad para conectar. La principal motivación detrás de este foro es abrir la conversación a un público más amplio, no solo a los gobiernos. Hace unos diez años, entendimos que los datos no solo deben ser recopilados por gobiernos; el sector privado, la academia y la sociedad civil también son actores relevantes.
El Foro Mundial de Datos nació en 2015, impulsado por la ONU y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con el objetivo de crear una plataforma abierta y diversa. Empezamos en África y ahora, por primera vez, estamos en América, y estoy encantado de que sea en Medellín”.
“Creo que todos deberíamos interesarnos porque los datos afectan cada decisión en nuestra vida. Aunque los datos de los que hablamos aquí son más generales, como los de una ciudad, región o país, vivimos en una globalización donde es crucial entender lo que sucede en otros países. Los datos, por ejemplo, nos permiten abordar temas complejos como el cambio climático, que no tiene fronteras. Tener esta comprensión global ayuda a entender cómo interactúan los eventos en el mundo y cómo nos afectan. Sin este “lenguaje común” que construimos en las Naciones Unidas, sería difícil coordinar acciones a nivel mundial”.
“Absolutamente, este es un punto muy importante. Estamos en una época en la que nunca habíamos tenido tanta información a nuestro alcance. Hoy, cualquier persona abre su teléfono y recibe una cantidad masiva de datos. Sin embargo, esta abundancia es precisamente la razón por la cual debemos insistir en la calidad y la ética de la información. Menciono algo crucial: la protección de la privacidad de los ciudadanos.
En Naciones Unidas contamos con un marco llamado los Principios Fundamentales de la Estadística Oficial, y aunque solemos bromear diciendo que son como los “principios sagrados” de la estadística, la realidad es que tienen un papel vital. Estos principios se adoptaron hace 30 años, en 1994, y desde entonces refuerzan la responsabilidad que asumimos con el manejo de datos, especialmente en la protección de la información individual.
Para quienes trabajamos en estadística, esto es esencial. Cuando recopilamos información a través de censos o encuestas, los ciudadanos confían en que su privacidad será protegida. La información se utiliza en forma agregada para analizar tendencias a nivel de ciudad, región o nación, sin comprometer la identidad individual. Este compromiso está en el ADN de nuestra labor.
Siguiendo las recomendaciones de Naciones Unidas, creemos que las leyes de cada país deberían incluir cláusulas para proteger la privacidad y regular el flujo y acceso a los datos, asegurando siempre que el manejo de esta información respete los derechos de los ciudadanos”.
Le puede interesar: La desinformación y las amenazas ambientales son los mayores riesgos este 2024, según el Foro Económico Mundial
“Es un desafío global que nos preocupa mucho. Existen brechas tanto dentro de los países como a nivel internacional. En muchos lugares, el acceso a los datos y la tecnología no es igual, y esto genera desigualdades en el conocimiento y en la toma de decisiones.
Por ejemplo, las imágenes satelitales a menudo están en manos de pocos países, lo que significa que algunas naciones saben más sobre otras que los propios ciudadanos de esos países. En 2011, iniciamos en la ONU un programa de geoinformación para intentar equilibrar este acceso. El Foro Mundial de Datos es una plataforma donde discutimos cómo compartir información y asegurarnos de que llegue a todos, especialmente a los grupos más vulnerables”.
“Me parece fundamental que cada país tenga un marco legal claro para evitar el uso anárquico de los datos. La cantidad de información disponible hoy en día es enorme, y no toda es de alta calidad ni está en manos adecuadas. Naciones Unidas tiene un manual con recomendaciones sobre los elementos esenciales que debería incluir una buena ley de datos, como la protección de la privacidad y el acceso adecuado a la información. En definitiva, las leyes deben garantizar que los datos estén al servicio del bien común, y es bueno ver que Colombia está tomando este paso”.
“Debo admitir que tiendo a ser una persona optimista, así que diré esto desde esa perspectiva. Pero no es un camino fácil ni evidente, pero es necesario. En el contexto mundial actual, sabemos que la mala información puede causar mucho daño, y en un mundo con tantas herramientas de comunicación, no siempre circula información precisa.
Lo que necesitamos es un diálogo constante para fomentar una buena cultura de datos. Esto requiere la colaboración de todos: no basta con leyes, los gobiernos, la academia, las empresas y la sociedad en general deben estar involucrados. Creo que el sector empresarial ya ha entendido que contar con datos de calidad es esencial para tomar buenas decisiones y evitar malas inversiones. Su rol es fundamental para guiar este entendimiento hacia una cultura de datos sólidos y responsables.
También estoy convencido de que ni Naciones Unidas ni ninguna otra entidad tiene una solución completa. Este es un desafío en constante evolución, impulsado por nuevas tecnologías y cambios políticos. Sin embargo, algo es claro: si seguimos formulando las preguntas adecuadas y manteniendo esta conversación abierta, estaremos en el camino correcto”.
Conozca además: 26 de cada 100 antioqueños viven en la pobreza monetaria
“El foro será un espacio diverso con temas importantes y actuales en torno a los datos. Vamos a discutir nuevas áreas de información, como la información geográfica y su relación con estadísticas ambientales, algo que es todavía relativamente nuevo. Este tipo de datos es clave para enfrentar el cambio climático. También trataremos temas éticos y compartiremos buenas prácticas, como experiencias exitosas de algunos países en la creación de leyes para la gestión de datos.
Entre otros, abordaremos el uso responsable de las nuevas tecnologías, incluyendo la inteligencia artificial. Estoy seguro de que cada participante podrá encontrar temas de interés. Además, el foro no concluye simplemente al final del evento. Tendremos dos resultados clave: uno de nivel global, el Action Plan, que surgió en 2017 en Ciudad del Cabo y ofrece una guía para que los gobiernos mejoren la gestión de los datos oficiales.
Y, por primera vez, incluimos una plataforma donde cualquier entidad—sea gobierno, organización privada o local—pueda registrar sus compromisos. Esto nos permite mantener una responsabilidad mutua, haciendo seguimiento a los compromisos para cuando nos reunamos nuevamente en 2026 en Arabia Saudita. La idea es que esta no sea solo una fiesta de datos que termina, sino un proceso con continuidad y seguimiento”.