Desde que llegó a la Superintendencia de Economía Solidaria, hace poco más de un año, la principal meta que se trazó María José Navarro fue recuperar las cooperativas que se encuentran en procesos sancionatorios o de intervención.
Con esto en mira, en diálogo con EL COLOMBIANO, la funcionaria adelantó que el proceso de recuperación de la Cooperativa de Caficultores de Andes —que registraba pérdidas por encima de los $44.000 millones— va por buen camino y que, para 2025, volvería a abrir sus puertas.
También dio detalles sobre la intervención de Copservir, administradora de Drogas La Rebaja. Entre los hallazgos están irregularidades comerciales y laborales, como algunos salarios exhorbitantes de altos directivos; anomalías en los arrendamientos de locales, y sobrecostos en contratos con proveedores, que hacían que los precios finales de los productos farmacéuticos que se comercializaban bajo la marca fueran más elevados.
“Los Andes está en un procesos de negociación de acreencias, es decir, bajo una medida de intervención para liquidar. Cuando llegué a la Supersolidaria me encontré con una intervención paralizada porque no se había logrado tener un espacio propicio para la negociación con los acreedores.
Pero hoy eso está avanzando, sobre todo con su principal acreedor, que es la Federación Nacional de Cafeteros, y desde la Superintendencia estamos como garantes en esa mesa. La Federación está comprometida en apoyar la negociación con los otros acreedores, que son entidades financieras como Bancolombia, Davivienda o Confiar. Lo que más necesitamos es que haya un acuerdo para que, ya de nuestra parte, podamos devolver la cooperativa a una medida de intervención para administrar, la cual nos permite abrir nuevamente sus puertas y seguir gerenciándola desde la figura del agente especial”.
“Podemos decir que vamos en un 80% de avance. Yo, de verdad, quiero irme de la Superintendencia con la Cooperativa de Andes reactivada, ese ha sido uno de mis principales objetivos desde que llegué”.
“No te puedo dar fechas exactas, pero la meta es que el próximo año podamos concluir con el proceso”.
Hablado ahora sobre Copservir, administradora de La Rebaja, ¿qué han encontrado en el proceso de intervención?
“Uno de los principales hallazgos es que sí hubo malos manejos administrativos, y eso hay que decirlo. La cooperativa venía disminuyendo sus ventas, pero aumentando sus gastos administrativos en comisiones y honorarios, con unos directivos con salarios extremadamente altos para el momento. Además, encontramos sobrecostos de alrededor de un 20% en los contratos de algunos medicamentos con proveedores.
Asimismo, en los arrendamientos de los cerca de 1.000 establecimientos de comercio también encontramos irregularidades, no solo relacionadas con sobrecostos, sino con que estaban siendo utilizados para otros negocios que no eran, precisamente, la comercialización de medicamentos.
Actualmente estamos mirando cómo normalizamos el estado del contrato de la cooperativa; es decir, definiendo si hacemos otro, o si definitivamente esta tiene que buscar otro nicho u objeto social principal”.