Aunque tuvo un duro inicio como gerente de la Federación Nacional de Cafeteros por cuenta de la oposición del presidente Gustavo Petro a su nombramiento, Germán Bahamón respira hoy con tranquilidad y saca pecho por un 2024 dorado para el sector, cuya cosecha cerraría en $13 billones, un 17% más frente a 2023.
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“Lo único que uno necesita como representante de 550.000 familias cafeteras es mantener una independencia y evitar la confrontación, porque a mí me trajeron, no para ser político, sino para dar resultados, y hoy las empresas están siendo rentables”, dice.
En esta entrevista con EL COLOMBIANO, Bahamón destaca que este año los buenos precios se sumaron a una importante producción. Además, que el 2024 cerrará con casi 100.000 hectáreas de cafetales renovadas y nuestro grano está ganando adeptos en China, Emiratos Árabes o Indonesia. A esto se suma Juan Valdez, que prepara un agresivo plan de aperturas en Brasil, en 2025. Este año, el café fue el gran protagonista de la economía colombiana.
“Es importante recoger la dinámica de la cotización de la libra de café en la Bolsa de Nueva York, que siempre ha sido una fijación para periodistas y economistas. Pero nada de eso sería importante si no existiese producción. Lo que ocurrió, por ejemplo, en el tercer trimestre, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) creció 2% jalonado por el renglón de agricultura, ganadería y pesca, que creció 10,7%, y con el café como gran dinamizador allí con un 33% de crecimiento, demuestra que es gracias a la producción.
Qué bueno que nos acompañen los precios, pero gracias a la producción esto es posible. Romper la barrera de los US$3 la libra en Nueva York ha sido de estas cosas que ocurren una vez cada tanto. Hace 13 años, desde 2011, no veíamos eso. Pero en esa época la exportación de café fue de 7,7 millones de sacos, y en 2024 será un poco por encima de 13 millones de sacos. Por eso es que hoy el café es protagonista de la reactivación económica de Colombia”.
“A los cafeteros no nos parece apropiada la palabra ‘bonanza’ cuando no tenemos en cuenta que el producto que tenemos en nuestro campo es cíclico, que debe ser considerado en período largo. La coyuntura de que una bolsa suba o baje, que se da solo en las cosechas del segundo trimestre como ocurre en este momento, no genera una bonanza porque nosotros tenemos pérdidas acumuladas.
Si usted ve, el mismo cafetal y los mismos árboles que hoy nos están generando esta utilidad, el año pasado nos dieron pérdidas, porque es un cultivo de ciclo largo. Si fuera como el arroz o el maíz, que son de ciclo corto, uno ahí sí podría decir que hubo bonanza, pero en el ciclo largo hay unas pérdidas acumuladas, tocó endeudarse el año pasado, algunos perdieron la moto o les tocó vender el carro y hoy están recuperando algo. Por eso, la palabra ‘bonanza’ no es tan bien recibida por el caficultor”.
“El sector agropecuario ha entendido que todos tenemos ciclos altos y bajos. Más allá de lo que está ocurriendo por el estornudo de Brasil, hay un tema más estructural: la demanda de café ha venido creciendo, los inventarios en origen y destino están en su mínima expresión y la oferta de países como Vietnam y Brasil ha venido siento incipiente. Eso genera que haya una estructura que configure un precio superior. No es una puntualidad.
Lo que vimos en el 2011 con el precio, por ejemplo, sí fue una puntualidad, porque ocurre un fenómeno y cae una producción en un país, sube el precio del café, pero vuelve a caer rápidamente. Estamos viendo que cuando ya no hay inventarios en Brasil, Vietnam o Colombia, ni en los países consumidores y transformadores, entonces hay una curva invertida en el mercado.
El precio del café hoy es más importante a la vista, que a futuro. Por eso es que las herramientas de futuro no están funcionando en este momento, no se pueden ni siquiera prender, porque el café está más costoso a la vista, que a futuro.
Entendemos que hay una potencialidad alta de que en el mediano plazo vuelva a normalizarse el precio del café, pero para nosotros nunca llegará a límites del pasado, de menos de un dólar; creemos que con lo que ha venido sucediendo, el productor tiene la posibilidad de alimentar un sistema, pero ser parte del mismo. Hoy se valora a los países confiables, y Colombia hoy es un origen confiable, en medio de los retos del cambio climático. Mientras el mundo está viviendo momentos complejos en producción, en Colombia crece 19%. Esto, por cuenta de ser el único país que tiene un centro de investigación y desarrollo que ha venido generándole las semillas al productor, con variedades resilientes al cambio climático y la roya (castillo, cenicafé 1 o castillo 2.0)”.
“Tenemos una claridad y es que si no tenemos el cafetal joven y fertilizado nunca habrá rentabilidad. Por eso los esfuerzos de la Federación a partir del servicio de extensión. Lo que buscamos es concientizar al caficultor de que, incluso en momentos de precio alto, corte café. Es decir, que haga zoca o renueve por siembra. En 2022, el país renovó 63.000 hectáreas; en 2023, 77.000 hectáreas; y, en 2024, cerraremos entre 90.000 y 100.000 hectáreas renovadas. Es decir que volvimos a romper esa barrera de renovar más del 10% del cafetal”.
“Vamos a seguir en ese esfuerzo, ahí venimos trabajando con el Gobierno Nacional, que ha entendido que el renglón económico más importante para la reactivación dentro de la agricultura y la ganadería es el café. Tenemos confianza en que el Gobierno debe invertir en la caficultura, y debe hacerlo con ICR cafetero (Incentivo a la Capitalización Rural) o FAIA (Fondo de Acceso a Insumos Agropecuarios). Es algo que hemos venido trabajando con el Ministerio de Agricultura, y la ministra Martha Carvajalino lo entiende de buena manera. Eso nos ha permitido concertar, en medio de las diferencias, para beneficio de la economía cafetera. Si hay posibilidad de mantener ayudas, el cafetero se siente confiado de hacer renovación. Nuestro objetivo es mantener la renovación de al menos el 10% del parque cafetero, aunque el ideal es el 20%, que no es fácilmente lograble, sobre todo cuando se tienen precios altos”.
“Para el sector agropecuario en el mundo la mano de obra es un reto importante. Lo que hemos venido haciendo y que lanzaremos en este Congreso Cafetero que viene, es el desarrollo de la apuesta de educación que permita mostrarle al joven que hay un futuro dentro de la industria del café, como agrónomo, barista, catador o exportador. Si no logramos devolverles el arraigo a los jóvenes por el campo y que entiendan que hay un futuro profesional dentro de la cadena, no lograremos el empalme generacional. Lo segundo es cómo traer la tecnología al café, la necesidad es imperiosa de reducir los costos a través de su implementación”.
“Hemos acompañado a la SAC (Sociedad de Agricultores de Colombia) en el estudio de la reforma laboral y sus impactos en el sector agropecuario. Estamos de acuerdo en que hay una necesidad de formalizar el trabajo agrario, pero creemos que debe hacerse entendiendo la realidad del sector, no haciéndolo desde el escritorio en Bogotá. Lo que no podemos permitir es que lo informal hoy, lo conviertan en ilegal, porque obviamente acaba con la sostenibilidad del campo. Queremos que haya flexibilidad y que cualquier política sobre formalización sea entendiendo la realidad.
Cómo es posible que nosotros vayamos a buscar recolectores que son estacionales, o por actividades de un día o tres, y nos lleve a un contrato laboral mensual y le tengamos que dar vivienda al trabajador que no es permanente. Ese tipo de cosas no se compadece con la realidad. Necesitamos un entendimiento entre congresistas, Gobierno y gremio para llevar esa informalidad a formalidad, y no a ilegalidad”.
“Antioquia es un departamento pionero históricamente, no solo en cantidad de cultivo, sino también en número de municipios cultivando café. Y hoy, por ejemplo, no solo sigue siendo un sólido segundo productor nacional de café, sino que ha avanzado en temas de transformación.
Hay unos puntos importantes en el Suroeste antioqueño que nos permiten mostrar cómo la economía circular llegó para quedarse. Empresas privadas, cooperativas y la Federación empiezan a trabajar en la compra de café en cereza, en fruta, que impida que los caficultores deban hacer esas inversiones en sus fincas y que se concentre en los sitios de transformación. Eso es muy importante, la calidad que busca el agricultor en Colombia. La consistencia en taza que genera Antioquia es superior a la de otros departamentos gracias a que son custodios de la calidad de café que se produce en sus campos”.
“Hay un punto que me lleva a decir que en el café hay más futuro que pasado y es ese que usted menciona, el consumo. En ciudades como Medellín, cadenas de cafés empiezan a tener cada vez más participación, además, los jóvenes asisten a puntos de experiencia. Entonces tenemos esperanza de que hay una oportunidad de generación de valor en este mercado. Cuando alguien va a un supermercado y ve que en las góndolas de café se pasó de 3 marcas a 40, ahí hay una oportunidad, a partir de elevar el ticket promedio y ofrecerle diversidad al consumidor. Debemos entender que el objetivo de la Federación es generar valor, no despachar sacos.
Cuando llegué a la Federación les dije a los cafeteros: ‘mi trabajo es generación de demanda, para eso me contratan’. Obviamente tengo que lidiar con temas político-gremiales, pero mi trabajo es cómo les aseguro a los caficultores que habrá nuevos mercados como China o Medio Oriente, que pueden crear sostenibilidad en el tiempo”.
“En China, Emiratos Árabes o Indonesia tenemos oportunidad de cambiar al consumidor que culturalmente ha tomado bebidas calientes a base de té y convertirlo en consumidor de café. Esa es una misión importante. La otra es cómo atraer a los jóvenes.
China se convirtió el año pasado en el sexto receptor de café de Colombia, casi 600.000 sacos, y es posible que al final de 2024 iguale o pase a Japón, algo que no estaba pensado. Ahora necesitamos que el café liofilizado de Buencafé abra también sus oportunidades en China y, por qué no, que Juan Valdez desembarque en China. Ese es el objetivo”.
“He sido respetuoso desde siempre. Lo único que uno necesita como representante de 550.000 familias cafeteras es mantener una independencia y evitar la confrontación, porque a mí me trajeron, no para ser político, sino para dar resultados, y hoy las empresas están siendo rentables. Hoy tengo la capacidad de voltearme a mirar a los caficultores y decirles ‘les convertimos una empresa que daba pérdidas, como Almacafé, en una joya de la corona que está dando utilidades que se pueden reinvertir’.
Por eso mi trabajo ha sido dar resultados. De mi Comité Nacional hacen parte cuatro ministros y puedo decir que la ministra de Agricultura, teniendo unas diferencias importantes, ha abierto canales de comunicación efectivos que permiten concertar en beneficio del país para el que trabajamos”
“Lo único que puedo decir es que la invitación nuestra ha sido siempre a la concertación, no a la confrontación. Un gremio tan importante como este debe ser valorado por cualquier tipo de Gobierno”.
“Procafecol es la marca de los colombianos que tiene la licencia de uso de Juan Valdez. Nosotros no estábamos presentes en dos mercados, que da la coincidencia de que son los dos mayores consumidores (de café) del mundo: Estados Unidos y Brasil. Por eso firmamos un convenio muy importante, que nos tomó más de diez meses de estudio, para poder llegar a un acuerdo con unos partners norteamericanos que nos van a permitir que Juan Valdez esté, a partir de enero, en todas las grandes superficies de Estados Unidos y Canadá, con café tostado en grano o tostado molido.
Además, tenemos un acuerdo para introducir la marca Juan Valdez en Brasil, y a partir del primer trimestre de 2025 abrirá la primera tienda allí y esperamos que empiece también una ejecución agresiva de tiendas en ese mercado. Ya tenemos café en góndolas, pero queremos también abrir tiendas”.
“Hemos venido trayendo equipo que entienda este nuevo mundo. El nuevo gerente de Almacafé, por ejemplo, viene de Amazon. Eso es porque entendemos que hay una gran oportunidad de conectar los puntos a partir de la tecnología y queremos seguirlo haciendo con varios productos que han venido ganando terreno en la mente del consumidor como Dios Mío Coffee (de Sofía Vergara), Pergamino, Amor Perfecto o Azahar. Que puedan usar a la Federación como plataforma para llegar a diferentes mercados”.
“Seguirá siendo la misma, consolidar lo que hemos venido haciendo. La primera tarea es austeridad, redujimos en 20% los gastos de operación y administración de la Federación; segundo, eficiencia, estamos llevando a las empresas a reducir sus gastos operativos, pero incrementar sus ventas y que tengan rentabilidad para reinvertir; y tercero, innovación”.