Pese a que el presidente Gustavo Petro tiene una fijación con los trenes, su proyecto de reactivar la red férrea en Colombia sigue sin arrancar a toda marcha. Por ejemplo, la primera gran alianza público-privada (APP) férrea de Colombia se aplazó para 2025, tras por lo menos cuatro postergaciones en los últimos dos años.
Desde su campaña presidencial hasta sus recientes discursos como mandatario, el tema de los sistemas férreos ha ocupado un lugar importante en su agenda. Sin embargo, más allá de las palabras, los avances han sido mínimos.
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Ayer en el XXI Congreso Nacional de la Infraestructura, que se realizó en Cartagena, dijo: “Queremos trazar líneas que junte el Pacífico con el Atlántico. Se burlaron de esto cada vez que lo dije en campaña, que el tren elevado o que vuela (...). Lo más rentable para financiar una red férrea es juntar el Pacífico con el Caribe”.
En julio pasado, también habló sobre la propuesta de un tren transoceánico que conectaría Cupica con el Darién como alternativa al Canal de Panamá. La megaobra tendría un costo estimado de $60 billones, según el Ministerio de Transporte, y estaría sujeta a una consulta popular en la región.
Otra de las obsesiones del presidente Petro es el trazado del metro de Bogotá. Aunque la primera línea ya está en construcción como un sistema elevado (con un inédito 40,7% de avance de obra), el mandatario sigue insistiendo en que debería ser subterráneo.
Incluso, durante su campaña de 2022, Petro prometió un tren que conectaría el Pacífico con el Atlántico. Inicialmente, se habló de un trazado entre Buenaventura y Barranquilla. Sin embargo, ese megaproyecto quedó como una de las grandes promesas de campaña que no han despegado.
Aunque está priorizado en el Plan Nacional de Desarrollo y el Gobierno destinó un presupuesto ferroviario de $30 billones, hasta ahora se han invertido $570.000 millones en trabajos de reactivación de la red existente, mantenimiento y estudios preliminares.
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) informó que la meta del cuatrienio es adjudicar tres contratos, incluyendo la nueva concesión de La Dorada-Chiriguaná. Pero este proceso, inicialmente previsto para el primer semestre de 2024, ya fue aplazado para 2025.
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La adjudicación de la primera Alianza Público-Privada (APP) férrea en Colombia, que busca entregar en concesión el tren entre La Dorada (Caldas) y Chiriguaná (Cesar), tendrá que esperar hasta 2025. La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) confirmó que el proceso, programado inicialmente para este año, se aplazará tras la solicitud de varias empresas interesadas en el megaproyecto, valorado en $3,4 billones.
Con este cambio, la etapa de radicación de ofertas, prevista para el 14 de noviembre de 2024, quedó reprogramada para el 20 de diciembre. La adjudicación del proyecto, que marcará un hito en la reactivación del transporte férreo en el país, se realizará el 13 de febrero de 2025, según el nuevo cronograma.
El presidente de la ANI, Francisco Ospina, aseguró que este aplazamiento no detiene el impulso del proyecto. “La reactivación férrea pasó de ser un plan a una realidad, y estamos muy cerca de adjudicar la primera APP ferroviaria del país”, afirmó.
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En el XXI Congreso de la Infraestructura, que se realiza en Cartagena, organizado por la Cámara Colombiano de la Infraestructura, Ospina indicó que el país cuenta con 3.533 kilómetros de red férrea, pero solo el 31% está en operación activa. Es decir, 1.111 de kilómetros usados.
El presidente de la ANI puntualizó que, entre 2023 y 2025, el Gobierno Nacional invierte $570.000 millones en la recuperación de la red existente, con especial atención en corredores estratégicos como Bogotá–Belencito y La Dorada–Chiriguaná. Además, se han proyectado $42 billones para nuevos desarrollos en infraestructura férrea.
Este monto se divide así: $2,1 billones se destinarán a recuperar tramos como Bogotá–Belencito y Yumbo–Caimital, en el Valle. Y $40 billones están reservados para dos proyectos clave: la conexión entre Buenaventura y Palmira, y un enlace férreo entre Bogotá y la red vial central, ambos en fases avanzadas de prefactibilidad.
La reactivación férrea en Colombia es un proyecto ambicioso, pero toma tiempo. Según Cristina Vásquez, socia de Posse Herrera Ruiz y experta en infraestructura, estructurar un proyecto ferroviario puede llevarse a cabo entre tres y cinco años solo en la fase de planeación. Esto explica por qué el país sigue operando con líneas existentes y no ha estrenado nuevas.
Un ejemplo es el corredor férreo La Dorada-Chiriguaná, cuya estructuración comenzó en el gobierno de Iván Duque y será adjudicado en este período presidencial.
Vásquez recuerda que los proyectos ferroviarios no deben medirse en los tiempos de un cuatrienio, sino bajo la perspectiva de grandes obras de infraestructura.
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Para que esta reactivación sea sostenible, Vásquez destaca que no solo se necesitan inversiones y planes, sino también un esfuerzo conjunto entre universidades, sector privado y público. “El talento ferroviario en Colombia es escaso”, señaló, agregando que es clave para formar más ingenieros especializados, conductores y técnicos para garantizar el éxito de los proyectos férreos.
A pesar de los retos, la experta se muestra optimista sobre el futuro: confía en que el país logrará integrar el ferrocarril como un eje clave del transporte de carga a corto plazo y, en el mediano plazo, también para pasajeros.