El Gobierno Nacional celebró con bombos y platillos la publicación de la Resolución de la Creg 101 066 de 2024 pues en esta cambió el tope tarifario a los precios de la energía en la bolsa de valores colombiana. Sin embargo, expertos señalaron que la medida no tendría el efecto esperado y, por el contrario, podría desincentivar la confiabilidad del sistema energético.Le puede interesar: Creg lanza nueva subasta para cubrir demanda de electricidad en el país
La resolución publicada por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) modifica el precio de escasez (precio tope en bolsa) del Cargo por Confiabilidad, que es un mecanismo del sistema eléctrico colombiano para garantizar la energía en épocas de escasez, como el fenómeno de El Niño.
Según el Ministerio de Minas y Energía, mientras al finalizar octubre el precio de escasez rondaba los $945 kWh (kilovatio-hora), con esta medida se ubicará en 359 kWh para las plantas de precios bajos, que son las que operan con recursos renovables (agua, sol y viento).
La resolución establece dos precios de escasez: uno aplicable a la energía hídrica, renovables o carbón, que es de menor costo; y otro a la generada utilizando el gas o líquidos derivados del petróleo como combustibles, que es más costosa.
El ministro de Energía sostuvo que la medida “tendrá efecto inmediato en las tarifas de energía de los colombianos”, pero la cuestión no es tan directa y tan sencilla de comprender, según analistas del mercado.
Alejandro Lucio Chaustre, director ejecutivo de Óptima Consultores, explicó que el problema es que se ha vendido que la resolución bajará los precios, algo que para él es impreciso. “Esto no va a tener un efecto inmediato en el precio de bolsa de energía, y mucho menos un efecto transversal en las tarifas que pagan los usuarios, como se ha querido vender”, sentenció.
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Uno de los argumentos es que el Gobierno manifestó que logró un precio tope de la energía, pero ese precio de escasez existe desde hace años. En realidad, lo que la resolución ajusta es el Cargo por Confiabilidad, ya que se establecen condiciones de participación para las nuevas plantas de generación que entren a ese mecanismo.
Eso porque en las Obligaciones de Energía en Firme (OEF) se seguirán cumpliendo conforme fueron asignadas hasta los años 2027-2028. Eso quiere decir que es una opción y no una obligación acogerse voluntariamente a una opción de asignación de precios de escasez. Así lo explicó el exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta.
En ese orden, los precios de escasez que establece la resolución serán obligatorios a partir de 2028, mientras esa fecha llega, los generadores pueden decidir si se acogen o no a la medida. Y según los expertos, solo aplica para las nuevas empresas generadoras o que entren al Cargo por Confiabilidad.
Acosta dijo que el ministro Camacho está vendiendo humo. “Está creando falsas expectativas entre los resignados usuarios que solo ven subir las tarifas, a contrario de sus anuncios”.
Con esa premisa coincidió Sandra Fonseca, directora ejecutiva de Asoenergía. Comentó que lo deseado era una resolución que brindara eficiencia para todo el parque de generación utilizado, “más que una diferenciación por tecnologías, que seguramente llevará a una distorsión de precios mayor que la actual”.
Ese no es el único problema. La cuestión es que las nuevas reglas de juego para los generadores podrían desincentivar la participación de las plantas en nuevas subastas de Carga por Confiabilidad. Eso es lo que cree Alejandro Lucio, quien advirtió que si no hay suficiente oferta en las subastas, pues habrá un riesgo en el corto y mediano plazo para el país ante la falta de energía en firme.
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