Haciendo hincapié en que por ahora no es candidato presidencial, el exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, insiste en que lo que está haciendo es facilitar o propiciar que derive una gran coalición de fuerzas, porque de lo contrario “no será posible derrotar al Pacto Histórico, de Gustavo Petro, en las elecciones de 2026”.
Alternando con esa tarea política, se le ve muy activo participando en eventos académicos y fijando sus opiniones y puntos de vista sobre la actualidad económica nacional en redes sociales.
El pasado martes, por ejemplo, suscitó algún revuelo cuando planteó que hay lecciones que se deben aprender del actual presidente de Argentina, Javier Milei, e incluso repitiendo una de sus frases de batalla: “Viva la libertad, carajo”.
En diálogo con EL COLOMBIANO, el exfuncionario paisa cuestionó iniciativas del actual gobierno, como la proyectada reforma tributaria y respondió algunos señalamientos que le ha hecho el presidente Petro.
“Estuve en el Congreso de ProCentrismo, un grupo de jóvenes interesados en la cosa pública, no necesariamente políticos, más bien personas que están en el mundo académico y empresarial interesadas en promover en el país unas ideas pragmáticas, efectivas, basadas en la evidencia, que funcionen y que tengan eco y espacio político. Eso es lo que ellos están empujando. Entonces, hubo un Congreso de ese grupo en Cali y me preguntaron que qué había que aprenderle a Milei, y también me preguntaron, por cierto, qué hay que aprenderle a Gustavo Petro”.
“Me pareció una pregunta muy balanceada, y coincidió con unas declaraciones del ministro de Educación, Daniel Rojas, en el sentido de que los recursos del presupuesto nacional se iban a dedicar exclusivamente a la educación pública, es decir, que todos los estudiantes que tienen créditos subsidiados en el Icetex y que están en universidades privadas no tendrían créditos subsidiados. Ante eso fue que dije, espontáneamente y sin haberlo preparado mucho que ¡Viva la libertad, carajo! Así que no puede ser que ahora los recursos del Icetex sean solo para los estudiantes que quieran ir a la universidad pública. Pues no. Hay que darle la opción a todo el mundo de escoger dónde quiere estudiar. Si usted necesita porque está en estrato 1, 2 y 3, y requiere un subsidio, pues el Estado se lo debe dar, independientemente de si usted quiere estudiar en Eafit, la Universidad Antioquia o en la Universidad Bolivariana”.
“Pasó que luego, en otro foro, dije que el problema fiscal de Colombia se está agravando mucho y esto no se puede resolver con más reformas tributarias. Ojalá esta semana que empieza se hunda el proyecto de ley de financiamiento, porque es una mala iniciativa, pero a futuro va a ser necesario hacer un recorte del gasto, una peluqueada. Entonces dije que también tendrá que hacerse a lo Milei. Y ya tengo unas ideas de cuáles son las entidades que hay que suprimir, empezando por el Ministerio de la Igualdad, que no ha servido para absolutamente nada.
Y siguiendo con entidades como la Unidad de Gestión de Riesgo o la Unidad Nacional de Protección (UNP), esta ultima donde están todos los escoltas, carros blindados y conductores que van y le hacen el mercado a la gente, y en muchos casos camionetas para delincuentes, porque a los que están en la paz total les han dado salvoconductos y camionetas de la UNP”.
“La UNP protege a 8.000 personas y cada una de ellas cuesta $320 millones al año. La UNP cuesta al año $2,5 billones. Es decir, con lo que se paga a la UNP, el presupuesto de seguridad de la Policía en el departamento de Antioquia y en la ciudad de Medellín se podría duplicar”.
“No. Hay que aprender de todo el mundo, pero lo mejor. Yo no soy libertario, eso lo dejo claro. Yo me he formado en una escuela en la que digo que el Estado es indispensable, se necesita y no es superfluo. No me gustan los libertarios que dicen que el Estado es totalmente prescindible. El Estado se necesita, por ejemplo, porque hay que regular sectores donde hay monopolios. El Estado se necesita, sobre todo en un país tan desigual como el colombiano, para cerrar brechas y generar equidad.
Entonces, yo sí creo en el Estado, pero creo en un Estado sin tanta grasa y con más efectividad, con políticas efectivas que le lleguen a los más pobres. Pero es que Gustavo Petro se eligió con las banderas de la equidad y está gobernando con las banderas del gasto”.
“Porque hay más nómina en la Cancillería, más nómina en la UNP, le metió una prima adicional a los maestros y otra a la fuerza pública, es decir, gasto y más gasto, que es irreversible y totalmente inflexible”.
“Así es. Ese es un espejismo, porque es una promesa de que va a venir más plata a las regiones, pero no es una realidad. Para que eso ocurra el Gobierno Nacional tiene que reducirse, adelgazarse y entregar muchas funciones a los gobiernos departamentales y municipales”.
“Hay muchas por hacer como reducir el número de cargos, y yo estaría muy a favor de reducir fuertemente las nóminas tanto de la Contraloría como de la Procuraduría que han crecido mucho y son bastiones de la politiquería. Un ejemplo, hay más de 200 procuradores delegados que tienen un sueldo mucho mayor al de un ministro y esos cargos están repartidos y lo mismo pasa con los contralores delegados”.
“Sí, pues el país está descontento con este modelo de izquierda bastante radical, por cierto, porque Petro no es un modelo izquierda socialdemócrata, es una izquierda que a mi modo de ver está muy de salida en el mundo que es esa izquierda estatizadora, porque todo lo tiene que manejar el Estado, y eso ya no se ve en ninguna parte del mundo y eso está fracasando, generando muchas frustraciones, y no está resolviendo los problemas.
El gran problema que yo le veo a Gustavo Petro es su incapacidad de dar cuentas, de rendir cuentas, de decir aquí hicimos esto, esto no nos funcionó, y lo que pasa es que el país siempre está en deuda con él. Eso no puede ser así, los presidentes son los que tienen que estar en deuda con el país, dándoles explicaciones de qué se pudo hacer y qué no, qué salió bien y qué salió mal y Petro no está en esa posición. Entonces, en ese sentido es un presidente que no oye, no aprovecha bien la oportunidad de gobernar liderando y resolviendo problemas”.
“Eso abre un espacio que será para un país que premie la efectividad, la gestión, los resultados, la capacidad de armar consensos o que se vaya al otro extremo, a las fórmulas mágicas y a las promesas de yo les voy a resolver todos los problemas porque soy un outsider, porque yo no me he contagiado de nada y porque yo he sido quien ha denunciado todos los casos de corrupción. Puede que eso ocurra. Pero ojalá que el país tenga la suficiente sensatez para decir, oiga, ¿otros cuatro años de malos resultados?, eso sería darle la oportunidad a que estas fuerzas de izquierda vuelvan después”.
“No. Isagén se vendió con muy buenos argumentos, a buen precio y ha sido una empresa que le ha prestado muy buen servicio al país después de haber sido privatizada. Ahí no hubo error alguno y se generaron unos recursos muy importantes para lo que fue el objetivo inicial, que fue financiar la inversión en infraestructura, las famosas 4G. Pero, hay que decirlo también y es que habiendo estado totalmente en contra y habiéndome sometido a una moción de censura por haber vendido a Isagén, el entonces senador Iván Duque después como presidente, cuando llegó la pandemia, lo que hizo fue echarle mano a esa plata para atender los gastos de la emergencia asociados al covid-19.
Y el presidente Petro se equivoca porque dice que eso es lo que explica las altas tarifas de energía del país. No. Las tarifas de energía en Colombia se mueven en un mercado en una bolsa e Isagén es la misma empresa ahora y antes, y ofrece incluso hoy más energía que antes porque tiene más generación. El problema de las tarifas no tiene nada que ver con que Isagén esté en manos privadas o públicas. Es más, si el presidente realmente creyera que es que Isagén está manipulando el precio de la energía en la bolsa, pues la debió haber intervenido”.
“Me parece que hay que tener en cuenta algo que yo creo que no va a cambiar en Colombia y que va a ser ya algo que llegó para quedarse y es el reconocimiento de la exclusión, de las personas que han estado marginadas, que no han tenido oportunidades, bien sea porque son regiones del país muy abandonadas o porque son sectores de la población muy abandonados. El país necesita ese reconocimiento, así como los jóvenes y el próximo gobierno va a tener que ser muy fuerte en buscar resolverle problemas a esos grupos de la población, que fue lo que pregonó pero no hizo Petro”.
“Yo creo que es el enredo que queda alrededor de la paz total, pues es algo mal concebido, mal implementado, mal pensado y está generando una proliferación de minicaguanes por todo el país. Eso se ha traducido en más cultivos ilícitos y generando más problemas de seguridad. Yo creo que ese es un problema grave que queda porque la primera tarea del próximo Gobierno va a ser retomar el control del territorio con una Fuerza Pública que ha perdido muchas de sus cabezas, que ha perdido recursos y no está empoderada. Y ojalá me equivoque, pero creo que el 7 de agosto de 2026 el país va a estar alarmado con la posibilidad de un apagón eléctrico. Entonces, si me dice en términos de urgencia, lo primero que va a tener que ocurrir en ese momento es una emergencia económica para desactivar la posibilidad de un racionamiento eléctrico, que es muy posible se dé en el 2027. Y esa emergencia va a tener que usarse para cosas que al fin de cuentas son muy necesarias, como agilizar todos los trámites de la consulta previa y de licenciamiento ambiental en la Guajira para los proyectos de energías renovables”.