La elección de Jorge Andrés Carrillo como presidente de Interconexión Eléctrica S.A. (ISA) ha desatado un verdadero huracán de controversias. Tras cuatro meses de hermetismo, este fin de semana se conocieron las actas de las reuniones de la Junta Directiva que desembocaron en su nombramiento, y los detalles dejan más dudas que certezas.
El proceso tuvo lugar los días 14 y 15 de agosto, en medio de un tenso cara a cara entre los representantes de Ecopetrol y los miembros que defendían los intereses de fondos de pensiones y Empresas Públicas de Medellín (EPM).
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Los miembros Juan Pablo Zárate, Germán Arce, Camilo Zea y Carlos Raúl Yepes dejaron claro su desacuerdo al resaltar que Carrillo, según la evaluación de la firma cazatalentos Korn Ferry, era uno de los candidatos menos calificados para ocupar el cargo.
Pero las alertas no pararon ahí. Una carta del exmiembro de la Junta Diego Muñoz reveló que la hoja de vida de Carrillo llegó al proceso gracias a la influencia de Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, y de su pareja, Julián Caicedo, según los señalamientos.
A esto se suman las advertencias sobre los riesgos legales y disciplinarios que rodean al nuevo presidente.
Pese a los reparos y las discusiones, la balanza terminó inclinándose a favor de Carrillo gracias a cinco votos, aunque la posición disidente de los otros cuatro quedó registrada.
Las consecuencias no tardaron en aparecer: gremios como Proantioquia y representantes de la sociedad civil levantaron la voz, preocupados por la injerencia política y los riesgos reputacionales para una empresa estratégica del Estado.
El capítulo más reciente de esta novela ocurrió cuando la Cámara de Comercio de Medellín suspendió la inscripción del registro de Carrillo como representante legal de ISA por falta de actas completas. Además, la compañía pidió al Consejo de Estado reservar el expediente del proceso de nulidad electoral.
Ante las recientes revelaciones y cuestionamientos sobre el proceso de elección de Jorge Andrés Carrillo como presidente de la compañía, ISA emitió un comunicado en el que reiteró la legalidad, transparencia y rigor con que se llevó a cabo el proceso de selección, destacando que se cumplió estrictamente lo establecido en sus estatutos sociales y el Código de Buen Gobierno Corporativo.
La empresa explicó que la selección fue gestionada por el Comité de Talento Organizacional de la Junta Directiva y contó con el acompañamiento de Korn Ferry, una reconocida firma cazatalentos especializada en la selección y contratación de ejecutivos a nivel internacional.
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EL COLOMBIANO ya había revelado, con base en declaraciones de denunciantes como Julio César Yepes, que los estatutos sociales de ISA establecen que el presidente debe ser seleccionado mediante un proceso liderado por el Comité de Talento Organizacional, que debe contar con el apoyo de una firma experta en cazatalentos.
Korn Ferry, una de las firmas más reconocidas internacionalmente, fue contratada para este fin. La firma diseñó una matriz de evaluación y presentó una lista de candidatos tras meses de trabajo. Sin embargo, de manera no clara, Carrillo fue incluido en las listas pese a obtener una de las calificaciones más bajas.
Durante una extensa reunión de la Junta Directiva, los miembros designados por Ecopetrol, que según los estatutos deben actuar de manera independiente, se apartaron de las recomendaciones de Korn Ferry y eligieron a Carrillo, quien era el peor calificado.
Este movimiento también contraviene los principios del Código de Buen Gobierno Corporativo y el Código País, a los que ISA está adherida.
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Durante los ocho meses que duró el proceso, Korn Ferry brindó insumos técnicos y elementos de juicio que permitieron a la Junta conformar una lista final de candidatos idóneos, entre los cuales se eligió finalmente a Carrillo.
Pero, en el comunicado, ISA aseguró que, a lo largo del procedimiento, no se recibieron advertencias ni indicios por parte de Korn Ferry sobre alguna irregularidad o riesgo asociado a la candidatura de Jorge Andrés Carrillo. Asimismo, aclaró que todas las decisiones tomadas en el Comité y en la Junta Directiva respetaron las mayorías establecidas en sus instrumentos de gobierno corporativo y permitieron un espacio de debate abierto en el que se expresaron diferentes posiciones.
En el comunicado, ISA reconoció que la decisión final se adoptó por mayoría, con cinco votos a favor de Carrillo y cuatro votos en contra, resaltando que los miembros de la Junta Directiva actuaron bajo su criterio profesional y con base en la información presentada por los asesores externos.
La empresa precisó que la disidencia de algunos directivos quedó debidamente registrada en las actas correspondientes, en ejercicio del derecho a la deliberación que caracteriza el gobierno corporativo de ISA.
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ISA también se refirió al impacto de esta controversia en su operación y afirmó que la compañía continúa desarrollando su plan estratégico y de inversión con total normalidad. Reiteró que su enfoque sigue centrado en garantizar el crecimiento sostenible y la prestación del servicio con los más altos estándares de calidad y excelencia que históricamente la han caracterizado.
“ISA es una compañía que opera con absoluta responsabilidad y transparencia. Contamos con una estrategia clara y robusta, así como con un plan de ejecución que respalda el desarrollo de nuestros negocios y proyectos, enfocados en generar valor a nuestros accionistas, colaboradores y al país en general”, afirmó la empresa en su comunicado.