En el remate de 2024, la caja de compensación familiar Comfenalco Antioquia entregó un balance provisional de su ejercicio, en el que destacó el alivio que observaron algunos de sus indicadores claves, así como el cumplimiento de algunas de las condiciones que le permitirán salir de la intervención a la que esta sometida por parte de la Superintendencia de Subsidio Familiar (Supersubsidio).
El director administrativo de la entidad, Esteban Gallego, explicó que pese a las complejidades económicas observadas este año la caja mejoró el indicador de subsidio a la demanda, un aspecto esencial para los más de 856.000 trabajadores afiliados y sus familias.
La caja que en 2023 contabilizó aportes de los empresarios por $526.718 millones, espera cerrar este año con un aumento del 11% y sumas $583.862 millones.
“Creo que fue un año retador para el mundo, y Colombia y Antioquia no fueron ajenos a esto. Para Comfenalco Antioquia pese a haber perdido puestos de trabajo, es decir afiliados porque se acabaron empresas, nosotros crecimos en muchos aspectos. Uno que hay que destacar fue la capacidad de dejar el modelo comercial en el que se ha encaminado a la caja de compensación y poder volver a la esencia. ¿Y cuál es la esencia? Pues, subsidiar, y este se convierte en un gran indicador. Nosotros recibimos ese indicador en 1,7% y 1,9%, ese era el promedio durante los últimos 5 o 6 años, y tener la capacidad de entregarlo cerca a 8% tiene sus implicaciones. Eso es casi crecer en un 400%, y ¿qué significó eso’, que obviamente incrementamos las coberturas en atender a las personas que están afiliadas.
“Subsidiar es muy fácil cuando una sale a apoyar a todo el mundo, pero con eso se puede poner en riesgo la organización, la estabilidad financiera y la sostenibilidad. Y nosotros lo hicimos garantizando la sostenibilidad financiera de esta organización, es decir, efectivamente, entregamos mas subsidios a la demanda, pero la organización también creció en indicadores como el ebitda que aumentó casi un 23% comparativamente contra el mismo periodo del año pasado. Y más importante que ese indicador es el margen del ebitda que venía y cayendo en los últimos 4 o 5 años. El margen del ebitda para estas organizaciones es un indicador que debe estar más o menos en 6% o 7% y acá llegó a 5,56%. Con respecto al índice de liquidez también aumentamos y pasamos de 1,17% a 1,20% y ese incremento da cuenta y tranquilidad de que financieramente estamos estables, que tenemos como cubrir nuestros gastos y obligaciones en el corto plazo”.
“Nosotros recibimos esta organización con un nivel de gasto cercano al 21% o 22% y nos fijamos la meta de bajarlo al 19%, es decir, rebajar 3 o 4 puntos y hoy estamos casi en el 17%. Eso se logró administrando los recursos de forma transparente, coherente y eficiente. Menos gasto, mejores resultados y eso creo que es lo que tiene que darnos realidad de las cosas. Hay otro otro elemento importante, y es que recibimos una caja que venía con una constante de endeudarse internamente. Estas entidades tienen dos formas de cubrir su deuda: la vía regular que es con los bancos, pero esta caja había optado por no endeudarse con el sistema financiero. Y también se pueden endeudar internamente. O sea, las cajas tiene unos fondos de ley y con estos se pueden ejecutar unos autopréstamos que hay que pagar. Desde 2020 se hicieron préstamos de tesorería que hoy suman cerca de $54.300 millones y eso no se había pagado. La última unidad de tesorería del año 2023, por $16.587 millones, y hoy podemos decir que en el 2024 ya cubrimos y honramos ese total de esa deuda, de esa unidad de tesorería con un aliciente, es decir, no prestamos y no hicimos unidad de tesorería. Eso demuestra salud financiera y eficiencia. Y es que cuando se ejecuta una unidad de tesorería a los 2 años la debe cubrir, pero aquí desde 2020 no se han pagado las unidades de tesorería y nos tocará empezar a honrar eso. Y en términos de flujo de caja, que era otra de las deficiencias, hemos logrado llegar a un incremento de los ingresos del 11% de ese flujo de caja”.
“En este momento estamos en cerca de 22.500 empresas y estamos alrededor de unas 856.000 personas entre afiliadas y beneficiarias”.
“No, en general atendimos más personas en las coberturas A y B que son las más que más varían. Pasamos de atender 406.000 personas que teníamos en la categoría A a 466.000 personas, es decir, casi 60.000 personas más por encima de lo que ya teníamos el año pasado, y de 154.000 personas afiliadas en la cobertura B a 188.000 personas que básicamente son las personas que menos ingresos tienen.
Vale anotar que subsidiamos prácticas como por ejemplo mi primera vez al cine, mi primera vez al mar, mi primera vez en avión o ir a cine con $100. Esas fueron prácticas que nos llevaron a entregar más beneficios y más servicios a nuestros trabajadores”.
“A octubre hemos entregado cuotas monetarias por $137.000 millones y otorgado 393 subsidios de vivienda por $24.571 millones”.
“Todavía tenemos el proyecto de hacer una sede en Oriente, pero lo estamos revisando aunque ya tenemos el lote y otros avances. Lo que pasa es que hay otras iniciativas atrasadas y con dificultades. Entonces, lo que pensamos es para qué ponernos a hacer cosas nuevas cuando ni siquiera ha sido capaz de terminar las anteriores. Es así como tenemos unos proyectos de vivienda con dificultades y nos pusimos en la tarea de revisar y solucionar todas las situaciones para sacar adelante otras ideas. Por ejemplo, Turbo es uno de los proyectos que ya enderezamos, se organizó y viene avanzando”.
“Sí. Hay unas denuncias penales y eso está en manos de las autoridades. Nosotros nos dedicamos a terminar ese proyecto que deberá estar listo para septiembre del 2025. Esa será una sede administrativa y espacios recreativos como piscinas y gimnasio para los afiliados en Urabá”.
“La intervención de la caja tiene cuatro puntos. Entre los más álgidos están la reducción del gasto, los recursos de la salud que se apropiaron y de los cuales no había claridad, además de los inconvenientes con la función de vivienda y un cuarto aspecto sobre cobertura. De esos cuatro puntos ya se cerraron tres, casi el 90% del plan de intervención se cerró a buen término. Queda abierto el componente de vivienda, en el que nos pidieron montar un plan que efectivamente demostrara que los recursos que estaban en riesgo, por las decisiones administrativas del pasado, pudieran ser recuperados. Ese es el plan que nosotros hemos trazado y hemos demostrado que el plan está funcionando y que se están recuperando esos recursos”.
“Esperamos que después de demostrar nuestro plan de ejecución, que se están recuperando los recursos, que efectivamente los recursos están volviendo al fondo de vivienda, pues confiamos en que finalmente la autoridad tomé una decisión ajustada a las norma y que obviamente desintervenga la caja. Ya será una decisión de ellos sin la mantiene bajo vigilancia especial, pero esto significa que la caja debería pasar a un Consejo Directivo y que este se encargue de seleccionar a un director administrativo”.
“No la han devuelto. Inicialmente eran $10.300 millones, pero estamos hablando de unos recursos a precios de hace unos 8 o 9 años. Hoy a precios constantes eso serían unos $30.000 millones. Lo que pasa es que esos recursos están en manos de unos particulares y al día de hoy no se han recuperado. Por eso hay una serie de denuncias y corresponde a las autoridades competentes tomar definiciones”.