Durante la pandemia de covid-19, el Gobierno colombiano implementó la política de los días sin IVA, con el objeto de reactivar la economía y aumentar el consumo. Fueron en total tres días durante 2020, tres en 2021 y dos más en 2022. Sin embargo, la medida ha generado debates sobre su impacto fiscal y la conveniencia de revivirlo.
Y es que, aunque el Gobierno Nacional eliminó en 2022 los días sin IVA, argumentando que es un incentivo contraproducente para las finanzas públicas, el proyecto volvió al ruedo en 2024, pero esta vez buscando que se convierta en política de Estado.
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Ahora, analistas como los del Banco de la República, hicieron algunas apreciaciones sobre los altos costos fiscales, aplazamiento del consumo y sustitución de bienes que estas jornadas pueden traer.
Un reciente informe de investigadores del Banco de la República evidenció que esta jornada, pese a genera un efecto positivo y significativo en el consumo de bienes exentos durante su implementación (incrementos entre 9 % y 17 %), su impacto es transitorio y va acompañado de efectos de sustitución en el tiempo y entre productos.
Esto, puesto que los consumidores adelantan o retrasan sus compras para aprovechar la exención del IVA, generando una reducción en las ventas de los bienes exentos en los meses previos y posteriores al evento.
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Por ejemplo, las ventas de computadores y equipos de telecomunicaciones disminuyeron un 7 % y 9 % en los meses vecinos, mientras que durante el día sin IVA aumentaron un 9 %.
El documento también presentó evidencia de efectos de sustitución intratemporal por parte de los consumidores. Es decir, en los meses vecinos al del día sin IVA, e incluso durante el propio mes de la aplicación de la medida, las ventas de los bienes no exentos pudieron caer para financiar parcialmente las compras de bienes exentos.
Tal es el caso de productos como alimentos, bebidas alcohólicas y otros productos no exentos, que presentan caídas en las ventas de entre 1 % y 3 % alrededor de la aplicación de la medida, aunque estas no resultaron estadísticamente significativas en todos los casos.
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De esta manera, sobre si se deben o no revivir los días sin IVA, los investigadores concluyeron que estos tienen un impacto limitado en el crecimiento económico sostenido, pues gran parte del aumento en el consumo es compensado por reducciones en otros periodos o sectores.
Asimismo, recordaron que la Comisión de Expertos sobre Beneficios Tributarios recomendó eliminar el día libre de IVA una vez superada la crisis de la pandemia, ya que “esta política podría generar desigualdad, desincentivar el cumplimiento de la ley y distorsionar el funcionamiento eficiente del mercado”.
Para los investigadores del Emisor, Colombia tiene recursos muy limitados, por lo que las políticas que se enfocan directamente en aquellas familias de bajos ingresos como los programas de transferencias monetarias pueden ser más efectivas y menos costosas.
“Además, en Colombia, el sector del comercio minorista suele implementar promociones periódicas muy conocidas, como los días cibernéticos, los ‘días negros’, etc., destinadas a impulsar las ventas del sector, cuyo efecto real debe analizarse antes de sugerir la continuación de la política de días libres de IVA”, puntualizaron.
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Cabe recordar que centros de pensamiento como Fedesarrollo también apoyaron la decisión del gobierno actual de eliminar este evento, pues consideraron que este tiene “incidencia regresiva”. Es decir, que quienes obtienen beneficios de estos días “son las personas de ingresos medios y altos”.
En cambio, sugirieron “sustituir el actual mecanismo de compensación de IVA por uno de no pago del IVA para los hogares pertenecientes al 20% más pobre de la población”.
Por el momento, la decisión de reactivar esta jornada está en manos de la Corte Constitucional, que tendrá la última palabra frente a si entra o no en vigencia.