La cotización del café colombiano en la bolsa de valores de Nueva York ajustó dos meses seguidos por encima de los US$3,16. Para el arranque del segundo mes de 2025 el precio internacional se ubica en US$3,80 y el valor de la carga de 125 kilos llegó a $2,98 millones.
Durante el fin de semana los precios, interno y externo, estuvieron en niveles récord, y el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Germán Bahamón, destacó que los números muestran que la cotización de la libra de café creció 95% en el último año, alcanzando máximos históricos.
“Este aumento significativo en la cotización del café es una noticia alentadora para las más de 557.000 familias cafeteras colombianas, ya que representa una retribución más justa por su arduo trabajo y dedicación. Sin embargo, es fundamental abordar este crecimiento con prudencia y enfoque estratégico”, anotó en su cuenta de X.
Vale anotar que hace justo un año la carga se pagaba a $1,48 millones y la libra en el mercado internacional se cotizaba a US$1,89.
Pero, en un contexto de valores favorables el interrogante que surge es: ¿quién les está sacando provecho? Las cifras de producción reportadas para los meses de enero de los años 2022, 2023 y 2024 estuvieron por debajo del millón de sacos.
Además, las cifras de exportaciones del grano para enero de 2023 y 2024, reportadas por la Federación también fueron menores al millón de sacos. ¿Fue enero de 2025 la excepción?
Juan Álvaro Arboleda, caficultor del Suroeste antiqueño, sostuvo que en este momento ningún cultivador de la zona se está beneficiando de esos buenos precios, pues la cosecha de finales de 2024 se convirtió en lo que popularmente se dice “volador hecho, volador quemao’”, es decir que la mayoría de la gente aprovechó los valores del mercado para vender su producción y para pagar las deudas acumuladas en los dos últimos años.
“Así que si vienen hoy a decir que van a pagar café a $3,1 millones, pues difícilmente habrá quien tenga forma de aprovecharse de eso. Hay unas pepitas, pero café en grandes volúmenes para sacarle partido a eso, no hay”, mencionó.
No obstante, reconoció que los cultivadores vendieron la cosecha pasada a buenos precios, aunque anticipó que la llamada traviesa (cosecha que se da entre marzo y mayo) no será abundante.
Por su parte, Marcelo Salazar, productor del departamento de Caldas, explicó que el retraso en la cosecha de 2024, que se dio hacia el mes de octubre, podría impulsar las cifras de producción por encima del millón de sacos.
“Hay zonas altas del oriente de Caldas, que limitan con Sonsón y Nariño en Antioquia, en las que están recogiendo café, al igual que en el alto occidente caldense (Anserma o Aguadas)”, comentó.
Salazar añadió que la figura de café en depósito, que se aplica a través de las cooperativas de caficultores, les permite a los cultivadores vender sus cosechas en momentos en los que los precios les sean convenientes.
Catalina Castillo, caficultora del Huila, indicó que en ese departamento no hay cosecha por estos días. “En enero y febrero se consiguen unas pepitas, pero es casi nada. O sea, que actualmente hay buenos precios, pero no hay café”.
¿Y se podría guardar el café para venderlo en tiempos de precios altos? Castillo respondió que esa es una posibilidad, pero la realidad de los productores colombianos es que la mayoría, más del 80%, vive de lo que produce, entonces no se pueden dar el lujo de guardar la cosecha 4 o 6 meses, porque necesitan recursos para pagarles a los trabajadores o para abonar los cafetales.
Grandes productores cafeteros consultados por este diario indicaron que el precio del grano empezó a repuntar desde finales de 2023 y las cosechas se vendieron a buen precio el año anterior.
“Se acabó el hambre, porque este es un negocio que parece que solo da miseria. Hay que recordar que más del 60% de los productores tiene menos de una hectárea de café, en la que producen 50 o 60 arrobas con lo que ganaban unos $5 millones al año, y eso no es nada. Pero, hoy el café tiene unos mejores precios y eso ayuda a muchos campesinos”, mencionaron.
Sobre las expectativas de los precios en los próximos meses, señalaron que quienes estén pensando en siembras por estos días deberán esperar como mínimo 6 meses, que es lo que tarda en salir del vivero el material vegetal al campo.
A eso hay que agregarle otro año y medio para que el árbol produzca una pequeña cosecha, y para el tercer año ya mejora la producción. “En ese contexto se podría decir que serán al menos tres años de buenos precios. Además, hay que tener en cuenta que los daños sufridos por los cafeteros de Vietnam y Brasil no son los que están elevando los precios. Lo que pasa es que la producción se quedó rezagada ante la demanda. Así que no se asusten si ven café a US$5 o US$6 por libra”, aseguraron.
Según la Organización Internacional del Café, en el remate de 2024 los buenos precios del café estuvieron apuntalados en la fortaleza del dólar, lo que incrementó significativamente los costos financieros de las operaciones en los países productores. También se aprecian problemas logísticos, como la escasez de contenedores y espacio limitado en los buques, lo que ha causado retrasos en los puertos. Las restricciones en el Canal de Suez han prolongado los tiempos de exportación a los destinos europeos, lo que ha generado una escasez relativa de oferta en los mercados europeos. Y se aprecian bajas existencias certificadas.