La economía colombiana observó un crecimiento del 1,7% el año anterior, en línea con lo esperado por el mercado, y aunque se evidenció una mejora frente al flojo crecimiento anual del 0,7% de 2023, todavía está por debajo del potencial que tiene el aparato productivo.
Según el reporte del Dane, los sectores económicos que más contribuyeron a la dinámica del valor agregado fueron los asociados al campo que crecieron 8,1%, porcentaje igual al de las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación, mientras que la administración pública y defensa, salud y educación tuvieron una variación de 4,2%.
El presidente de la Andi, Bruce Mac Master, señaló que este es un resultado positivo, pero claramente insuficiente, que demuestra una muy baja dinámica de la economía.
El dirigente abogó por una estrategia que estimule el crecimiento económico a partir del impulso de todos los sectores productivos, en el corto y largo plazo.
“Cabe anotar que las situaciones como la ocurrida hace unas semanas en la cual estuvimos a punto de generar una gran crisis diplomática, comercial y financiera, causan nuevas incertidumbres con grandes efectos sobre la población”, añadió Mac Master, en referencia a la reacción del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, frente a un post de Gustavo Petro en la red social X.
Por su parte, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, manifestó que ante la ausencia de planes de reactivación realmente efectivos y concertados, acciones impulsadas por la iniciativa privada como el Black Friday y la temporada navideña, con grandes descuentos y horarios extendidos, la permitieron al comercio alcanzar una reanimación que contribuyó a estimular el crecimiento.
“Para el año completo, según el Dane, se destacaron los sectores agropecuario y entretenimiento, seguidos del sector público. El clúster del comercio pasó el año raspando, 1,4%. Preocupan los resultados negativos de la minería y la industria”, añadió Cabal.
Mauricio Hernández, analista económico de BBVA Research, consideró que los resultados de 2024 mostraron una recuperación del PIB moderada, con desafíos persistentes.
“El PIB creció 1,7%, en un entorno de condiciones financieras menos restrictivas y una inflación en descenso que permitió la recuperación progresiva de la demanda interna. Aun así, el crecimiento se mantuvo por debajo del promedio de 20 años (3,5%) y con diferencias significativas entre sectores y componentes del gasto”, mencionó.
“La demanda interna creció 2,2%, superando el crecimiento del PIB, a diferencia de 2023, cuando su debilidad limitó la expansión económica”, continuó.
Desde su perspectiva, esto reflejó una recuperación del gasto de los hogares y la inversión, además de un repunte en las importaciones.
Igualmente, valoró que la desacumulación de inventarios se revirtió, con un saldo positivo en 2024 tras las caídas pronunciadas de 2023, lo que sugiere que las empresas están anticipando una mejora en la demanda para este 2025.
Daniel Velandia, director de Investigación en Credicorp Capital, estimó que las cifras del Dane no generaron mayores sorpresas. “La menor inflación y las menores tasas de interés permiten a los hogares consumir incluso muchos bienes que no habían podido en años previos por la alta inflación”.
También anticipó que esta tendencia se mantendría durante el 2025, en la medida en que la inflación y las tasas sigan cayendo. Además, el mercado laboral debería empezar a mostrar algunos signos de mejora, sobre todo en la segunda parte del año.
Para Velandia, la alta incertidumbre política y regulatoria podrían impedir una recuperación más acelerada de la economía y de la inversión privada, al mismo tiempo que la situación fiscal seguramente va a impedir que el Gobierno sea un motor de crecimiento para este año.
Vale anotar que en 2024, el consumo público cayó 0,5% afectado por las restricciones fiscales y el menor gasto del gobierno central.