Las criptomonedas volvieron a ponerse de moda con el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca. Y ahora el presidente argentino Javier Milei terminó en una tormenta mediática, y posiblemente jurídica, después de promocionar en redes sociales una cripto que terminó siendo una millonaria estafa.
Se suponía que $Libra, el criptoactivo promovido por el mandatario y que era impulsado por la empresa KIP Protocol, ayudaría a las pequeñas y medianas empresas argentinas, pero en cuestión de horas empezó a generar sospechas de fraude y Milei terminó borrando su publicación y ordenando una “investigación urgente”.
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Este hecho marca un precedente de cómo grandes figuras políticas, como Trump y Milei, y empresarios como Elon Musk (hoy de gran poder en el gobierno de Estados Unidos), pueden impactar en las finanzas personales hasta el punto de promocionar “memecoins” y poner en riesgo los ahorros e inversiones de miles de personas.
En la noche del viernes 14 de febrero, Milei publicó en X (antes, Twitter) un mensaje apoyando el token $Libra; destacó que se trataba de un proyecto de gestión privada y que él no obtendría ningún beneficio personal.
El nombre de la “cripto” parecía estar relacionado con su partido político, La Libertad Avanza, o con su postura libertaria. Según contó a Bloomberg, el político se había reunido meses atrás con KIP Protocol. De hecho, el sitio web de la compañía muestra una foto de Milei junto a uno de los fundadores, tomada el 20 de octubre.
Pero, en pocas horas, el valor de $Libra se desplomó –dejando a quienes confiaron con grandes pérdidas– luego de que los inversionistas iniciales retiraran a través de billeteras US$87,4 millones en ganancias.
Lo curioso es que el sitio web al que Milei dirigió su tuit, vivalalibertadproject.com, hacía referencia directa a su famosa frase “Viva la libertad”, lo que levantó aún más sospechas sobre su implicación.
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La criptomoneda surgió en el mercado argentino con la promesa de ofrecer grandes retornos a sus inversores, en especial para medianas y pequeñas empresas.
Sin embargo, Rodolfo Andragnes, fundador de la ONG Bitcoin Argentina, explicó a EFE que $Libra pertenece al universo de las “monedas meme” o “monedas basura”, diseñadas para generar dinero rápido a sus creadores utilizando la imagen de figuras públicas y la credulidad de sus seguidores.
En ausencia de regulación este tipo de ofertas se asemejan más a una estafa piramidal, que a un activo financiero legítimo.
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Pero Milei no es el primero en promocionar estas monedas. Ya hace un mes el mundo vio cómo Trump lanzó $TRUMP, su propia criptomoneda, que causó gran revuelo días previos y durante su posesión como presidente de Estados Unidos.
Esta moneda meme, que comenzó como una broma, ha visto un aumento impresionante en su valor, alcanzando un mercado de casi US$13.000 millones. Además, Trump posee una cartera de criptomonedas valorada en más de US$9,6 millones, incluyendo Ethereum y TROG. Su postura procripto ha impulsado un gran auge en el mercado, con el Bitcóin alcanzando nuevos máximos históricos.
En esa misma línea está Elon Musk, quien es conocido por su amor por Dogecoin, una criptomoneda que también comenzó como una broma, pero ha ganado popularidad gracias a sus constantes menciones en redes sociales.
Musk ha integrado Dogecoin en sus empresas, permitiendo usarla para comprar productos de Tesla y financiando proyectos espaciales con ella.
Su influencia en el mercado es tan grande, que sus tuits pueden hacer subir o bajar el valor de Dogecoin en cuestión de horas. El magnate la ha llamado “la criptomoneda del pueblo” y ha bromeado con que podría ser la futura moneda de Marte.
El otro caso es más cercano a Colombia. Se trata de El Salvador, donde bajo la presidencia de Nayib Bukele se adoptó el Bitcóin como moneda de curso legal en 2021, prometiendo inclusión financiera y crecimiento económico. Sin embargo, la medida no logró la aceptación esperada.
En enero de este año, el Parlamento salvadoreño revocó la ley que hacía del Bitcóin una moneda oficial, marcando el fin de la “criptofantasía”. A pesar de los esfuerzos del gobierno, incluyendo incentivos y la creación de una ciudad dedicada al Bitcóin, la adopción fue mínima y los costos elevados.
Es que el gobierno de Bukele destinó entre 200 millones y 400 millones de dólares en promover su uso, instalando cajeros automáticos especiales y ofreciendo alivios financieros. No obstante, la mayoría de los salvadoreños no le caminaron a la idea y algunos cajeros automáticos fueron vandalizados. En 2024, solo el 8% de la población usaba Bitcóin ocasionalmente.
Regresando a Argentina, las cosas están candentes. Apenas el mensaje de Milei se viralizó, varias personas empezaron a preguntarse si la cuenta de Milei había sido hackeada o si él mismo había caído en una estafa cripto. En X, la plataforma propiedad de Elon Musk, los usuarios añadieron notas de advertencia alertando sobre los riesgos de la moneda digital.
Ante la controversia, Milei eliminó su publicación cinco horas después y aclaró que no estaba al tanto de los detalles del proyecto. “Después de haberme informado, decidí no seguir difundiendo la noticia”, dijo.
La situación escaló rápidamente al ámbito político. El diputado socialista Esteban Paulón anunció que presentará un pedido de juicio político contra Milei por haber promocionado la cripto $Libra.
Según Paulón, el escrito —que está siendo elaborado junto a legisladores de distintos bloques— argumenta que Milei podría haber incurrido en mal desempeño y en posibles delitos en el ejercicio de sus funciones, lo que violaría la Ley de Ética Pública argentina.
El principal argumento es que, en pocas horas, la demanda por la criptomoneda se disparó, y su precio pasó de 0,3 centavos de dólar a 5,54 dólares, moviendo millones en transacciones. Pero luego se desplomó, y ahora se encuentra a 0,0006 centavos.
Las llamadas “monedas meme” o “monedas basura” no tienen respaldo económico real y solo buscan aprovechar el entusiasmo del público. $Libra es solo una más de las más de 50.000 pseudo-criptomonedas que existen, las cuales se pueden crear en minutos, y cuyos desarrolladores venden unidades a su discreción bajo el sistema “inflar y tirar” (‘Pump & Dump’).
De esta manera, el reciente tuit de Javier Milei sacudió no solo la política argentina, sino también el mundo de las criptomonedas. La reacción fue casi instantánea. “En minutos”, como lo describió Juan Pablo Zuluaga, fundador de Mis Propias Finanzas, los inversionistas del mundo cripto se lanzaron a comprar $Libra, haciendo que su valor se disparara a más de 4.000 millones de dólares.
Pero, como suele suceder con las burbujas financieras, el ascenso fue tan rápido como su caída. “Así como subió, cayó también como coco”, comentó Zuluaga, refiriéndose a cómo se perdieron millones de dólares en cuestión de minutos.
Mientras las investigaciones continúan sobre qué hay realmente detrás de $Libra y sus creadores, todo apunta a que se trata de una estafa en potencia. Por eso, Sebastián Toro, fundador de la empresa de educación financiera Arena Alfa, alertó sobre las implicaciones de este tipo de monedas sin valor real.
“El riesgo con una memecoin sería el mismo con cualquier persona, pero cuando lo hace un presidente o una figura pública es mayor. Las memecoins en su nombre ya tienen su esencia, son monedas meme. O sea, la gente no está invirtiendo, no le está apostando a nada, está comprando un meme”, explicó.
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Para Toro, el problema no radica solo en las personas que se lanzan a comprar este tipo de criptos, sino en el hecho de que muchos no entienden que no están realizando una inversión seria. “Especulando, queriendo hacer dinero rápido, esperando que otros compren para que suba y salir a vender, porque no tiene otro sentido meter tu dinero en un meme”.
Para Zuluaga, entre tanto, las publicaciones de Milei no son un caso aislado. “Pasa siempre y seguirá pasando”.
Y lo ejemplificó con monedas como Dogecoin (promovida por Elon Musk), la memecoin de Trump que pasó de valer $75 a $17, o con criptomonedas como Shiba y Pepe. “Todas son monedas basura sin respaldo alguno”, afirmó Zuluaga, dejando claro que muchas no son más que apuestas.
“El dinero fácil no existe”, subrayó Zuluaga, advirtiendo que las criptomonedas sin fundamentos sólidos pueden llevar a grandes pérdidas. Y no importa quién las promueva, ya sea Milei, Trump o Musk, el riesgo sigue siendo el mismo.
Además, ayer, los mercados de Argentina reportaron un inicio de semana con fuertes caídas, mientras todos los ojos estaban puestos en el escándalo político que involucra al presidente Javier Milei.
El índice accionario más importante de Buenos Aires, el S&P Merval, cayó 5,8% solo en la apertura, aunque logró recuperar algo de terreno y la pérdida se redujo a un 3,5%.
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El revés del presidente argentino Javier Milei con la criptomoneda $Libra ha desatado acusaciones de fraude y hasta demandas judiciales, empeorando la ya complicada situación política en Argentina.
Por lo tanto, el mensaje de Sebastián Toro, CEO de Arena Alfa, es claro: “Las personas que no metan su dinero en eso, que eso realmente no es una inversión. Quienes pierden su plata ahí, desde el principio tenían que entender que la metieron en nada, en un meme”.
Según Toro, el riesgo de las memecoins es simple: “No son más que apuestas sin ningún fundamento, una ilusión de hacer dinero rápido”. Su recomendación es contundente: “Si va a invertir, busque activos que realmente tengan valor y no se deje llevar por modas pasajeras”.
En un mercado tan volátil, el experto destaca la importancia de educarse bien antes de tomar cualquier decisión financiera, para evitar caer en trampas disfrazadas de oportunidades.
Por su lado, Juan Pablo Zuluaga, fundador de Mis Propias Finanzas, hace una importante aclaración: “Ojo con creer que todas las criptomonedas son lo mismo. No puedes meter a $Libra y a Bitcóin en la misma canasta”; también, recomienda a los inversionistas ser más selectivos a la hora de diversificar.
Por eso, Diego Palencia, vicepresidente de investigaciones y estrategias de Solidus Capital, asegura que la regulación y supervisión financiera es muy clara: solo personas certificadas por los reguladores de Estados Unidos y Argentina pueden emitir conceptos o asesorías financieras.
“Ningún presidente o ciudadano sin certificación regulatoria vigente puede asesorar o influir en la inversión en un activo de alto riesgo que actualmente no está debidamente reglamentado, debido a que son un experimento de sistemas de pago y Blockchain”, remata.
¿Cómo va la regulación de las criptomonedas en Colombia?
El Banco de la República dejó claro que las criptomonedas no son moneda de curso legal en el país. Eso significa que no tienen respaldo ni regulación del Estado y no son un medio de pago oficial. Además, advirtió sobre su volatilidad y los riesgos que implica invertir en ellas.
Entonces, la regulación de las criptomonedas en Colombia todavía tiene un camino largo por recorrer. No hay claridad sobre cómo será su legislación ni cuáles serán las reglas del juego.
En los últimos años, se han presentado proyectos de ley para regularlas, especialmente el Bitcóin, pero uno de ellos se hundió en el Congreso a mediados de 2023. Aun así, en noviembre pasado, la Superintendencia Financiera anunció que el Gobierno está revisando el marco regulatorio que definirá cómo se vigilarán y reglamentarán los activos digitales en el país.
No es un secreto que la falta de reglas claras ha generado incertidumbre entre usuarios, empresas del sector y fondos interesados en invertir en proyectos locales por riesgos en estafas, lavados de activos y robos.
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