Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI y una de las mentes más influyentes en la inteligencia artificial, tiene una visión clara sobre la productividad: enfocarse en lo importante, evitar lo irrelevante y usar listas de tareas.
En un antiguo blog que ha resurgido como referencia clave en el mundo laboral, Altman aconseja: “Trabaja duro en lo que importa. No trabajes en lo que no importa (la mayoría de la gente mete la pata en la segunda parte)”.
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Sam Altman nació el 22 de abril de 1985 en Chicago, Estados Unidos. Es un destacado emprendedor e inversor estadounidense. Es conocido principalmente por ser el CEO de OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT.
Altman estudió en la Universidad de Stanford, pero abandonó sus estudios para fundar Loopt, una aplicación de redes sociales basada en la ubicación. Aunque Loopt no tuvo éxito, Altman se unió a Y Combinator, una aceleradora de startups, donde fue presidente de 2014 a 2019.
En OpenAI, Altman ha sido una figura clave en el desarrollo de inteligencia artificial avanzada, promoviendo la creación de sistemas que puedan replicar y mejorar las capacidades humanas.
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Según el empresario, lo esencial para ser más eficiente es asegurarse de que las tareas diarias sumen valor real. Y para lograrlo, hay que aplicar tres principios básicos:
1. Elegir bien en qué trabajar: Es más importante la dirección que la velocidad.
2. No perder el tiempo en cosas irrelevantes: Hay que delegar y filtrar lo que no aporta.
3. Hacer listas: Una estructura clara ayuda a mantener el enfoque.
Para Altman, la productividad no solo depende de trabajar más horas, sino de trabajar mejor. Sus recomendaciones incluyen:
1. Gestión eficiente del tiempo:
-Escribir listas de tareas diarias.
-Evitar reuniones innecesarias.
-Dejar espacios en la agenda para conversaciones casuales y nuevas ideas.
-Reducir el tiempo en conferencias y priorizar el trabajo de oficina.
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2. Cuidado del bienestar físico:
-Dormir lo suficiente, ya que el sueño es un factor clave en el rendimiento.
-Hacer ejercicio (pesas y entrenamiento por intervalos).
-Llevar una alimentación equilibrada y evitar el exceso de azúcar.
-Usar suplementos según necesidades individuales.
3. Mentalidad y equilibrio:
-Aceptar que hay momentos de baja productividad y no forzar la máquina.
-Evitar rodearse de personas negativas.
-No descuidar las relaciones personales ni las actividades que aportan felicidad.
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“Intenta estar rodeado de personas inteligentes, productivas, felices y positivas que no menosprecien tus ambiciones. El coste de dejar que ocupen tus ciclos mentales es terrible”, enfatiza Altman en un informe de Bloomberg en línea.
Mientras Altman busca maximizar la eficiencia personal, en América Latina la productividad sigue siendo un desafío estructural.
Factores como la informalidad, la baja adopción tecnológica y la falta de inversión en capital humano han generado una brecha creciente con países desarrollados.
Para 2022, la productividad en Estados Unidos era cuatro veces mayor que en América Latina y el Caribe. En 2005, los países de ingresos altos en la región tenían una productividad de US$25 por hora trabajada, mientras que los de ingresos medianos-bajos llegaban a US$5.
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En 2024, esa cifra ha crecido a US$34,4 y US$6,5 respectivamente, según datos del Panorama de las Políticas de Desarrollo Productivo en América Latina y el Caribe.
La clave, entonces, no es solo trabajar más, sino trabajar mejor. Y en un mundo donde la IA está redefiniendo el mercado laboral, la productividad personal será cada vez más determinante. Como diría Altman, no se trata solo de correr rápido, sino de correr en la dirección correcta.