Comerciantes, otra vez atentos por cambios en la facturación electrónica: de qué se trata

Noticias de la Dian: la idea es que las personas puedan proteger mejor sus datos y que no sea un dolor de cabeza todo lo relacionado.

En su esfuerzo por fortalecer el control tributario y mejorar la eficiencia en la recaudación de impuestos, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) sigue impulsando la facturación electrónica en el país. Esta estrategia busca reducir la evasión fiscal y optimizar la supervisión de transacciones y activos, asegurando mayor transparencia en el sistema financiero.

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Desde mediados de 2023, el Gobierno ha trabajado activamente en la socialización de este mecanismo con los empresarios, además de realizar operativos en diversas regiones para garantizar el cumplimiento de la normativa vigente. Recientemente, han surgido indicios de que la Dian estaría preparando ajustes en la regulación que rige este sistema.

Durante esta semana, la entidad dio a conocer un nuevo proyecto de resolución que plantea modificaciones a la Resolución 000165 de 2023, la cual regula la facturación electrónica. Estas medidas impactarán directamente a todas las compañías obligadas a facturar digitalmente en Colombia.

Qué cambios tendrá la facturación electrónica

Karoll Cuadros, gerente de eCommerce de Sovos Saphety, explicó en diálogo con Portafolio que los cambios propuestos están enfocados en mejorar la trazabilidad fiscal, reforzar la seguridad de los datos personales y optimizar la supervisión de la facturación electrónica. Estas modificaciones pretenden hacer más eficiente el control de emisiones y transacciones.

“Más allá de modificar procedimientos, esta nueva resolución redefine la relación entre las empresas y la Dian. La obligatoriedad de validación de datos y las restricciones en la recopilación de información marcarán un hito en la administración tributaria digital del país”, afirmó la experta.

Uno de los principales cambios es la restricción en la recolección de datos del comprador. Con la implementación de la nueva normativa, los facturadores electrónicos solo podrán solicitar el nombre, número de identificación y correo electrónico del adquirente, es decir, ya no le exigirán otros datos como la dirección, por poner un ejemplo.

Adicionalmente, se implementará un sistema automatizado para obtener los datos del comprador mediante su número de identificación. Este mecanismo busca agilizar el proceso de facturación, aunque ha generado preocupaciones en torno a la seguridad y el acceso a la información.

Otro ajuste clave es la modificación en la emisión del documento equivalente electrónico para empresas de servicios públicos, las cuales podrán generarlo y transmitirlo hasta 48 horas después de la prestación del servicio. Si bien esta medida facilita las operaciones en zonas con baja conectividad, también podría ralentizar los procesos de fiscalización.

Además, se prohíbe la inclusión de cobros adicionales en facturas de servicios públicos sin la autorización previa del usuario, con el objetivo de garantizar mayor transparencia y evitar cargos injustificados. Paralelamente, la Dian endurecerá los controles para el cumplimiento de la facturación electrónica, aplicando sanciones más estrictas, como multas y bloqueos operacionales.

Según Cuadros, aunque estos cambios presentan desafíos para las compañías, también pueden ser vistos como una oportunidad para modernizar y optimizar sus procesos internos. La actualización de las plataformas de facturación no solo facilitará la eficiencia operativa, sino que permitirá una mejor administración de los recursos empresariales.

Asimismo, la validación de datos con la Dian y la digitalización de los procesos de facturación aportarán mayor precisión y agilidad a las transacciones comerciales. La centralización de la información en una base de datos supervisada por la entidad incentivará a las empresas a reforzar sus protocolos de seguridad y protección de datos.

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Finalmente, Cuadros enfatizó que la adaptación oportuna a estas nuevas regulaciones no solo evitará posibles sanciones, sino que también contribuirá a una mejor gestión financiera y operativa. “Las empresas deben entender que la Dian no solo busca regular la facturación electrónica, sino que está estableciendo un nivel de trazabilidad y control sin precedentes. Esto las obligará a adoptar tecnología avanzada para cumplir con la normativa sin afectar su eficiencia”, concluyó.

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