En los últimos días se reveló que Primax (de origen peruano y con una gran presencia en Colombia) fue vendida a la poderosa compañía Aramco, cuyo país de nacimiento es Arabia Saudita. El negocio es uno de los más grandes en la región latinoamericana en los últimos años.
De acuerdo con Forbes, este negocio permitirá a la empresa árabe quedarse con más de 900 estaciones de servicio en Colombia, y otras cuantas más ubicadas en Ecuador y Perú.
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Cifras reveladas por la agencia de noticias árabe AGBI muestran que el negocio se selló por una suma cercana a los 3.500 millones de dólares, es decir, 14,5 billones de pesos.
Este no sería el único negocio grande a corto plazo de la poderosa empresa con sede en la ciudad de Dhahran, Arabia Saudita.
La agencia árabe de noticias añade que Aramco planea una oferta por Castrol, la icónica marca de aceites y lubricantes que actualmente es controlada por la británica BP.
Asimismo, la poderosa multinacional ya había sellado hace unos meses acuerdos para tomar algunas de las operaciones de la estadounidense Hunt Oil Company en Perú.
Qué es Aramco, poderosa empresa árabe que llega a Colombia
Saudi Aramco (Arabian American Oil Company) es la mayor compañía petrolera del mundo, con sede en Dhahran (oriente de Arabia Saudita). Esta gigantesca corporación estatal se dedica a la exploración, producción, refinamiento, distribución y comercialización de petróleo y gas natural, además de productos petroquímicos.
Su importancia radica en el control de una de las mayores reservas de petróleo del planeta, lo que la convierte en un actor clave en la economía global y en los mercados energéticos.
Quiénes son los dueños de Aramco
La empresa está dominada por el gobierno de Arabia Saudita, que controla la mayoría de las acciones. Desde su fundación, Aramco ha sido una herramienta clave para el desarrollo económico y financiero del reino saudí, y su rol es estratégico tanto a nivel nacional como internacional. A lo largo de los años, el gobierno saudí ha utilizado Aramco para gestionar sus vastos recursos de petróleo y gas, los cuales representan la principal fuente de ingresos del país.
A pesar del control gubernamental, una pequeña parte de Saudi Aramco es propiedad de inversionistas públicos desde que la compañía salió a bolsa en diciembre de 2019. En ese momento, Aramco llevó a cabo una oferta pública inicial (IPO) en la Bolsa de Valores de Arabia Saudita (Tadawul), en la que vendió aproximadamente el 1,5 % de sus acciones al público. Esta operación recaudó alrededor de 25.600 millones de dólares, lo que convirtió la IPO de Aramco en la más grande de la historia.