En una noche que quedará grabada en la historia de Atlético Nacional, Efraín Juárez, el joven técnico mexicano, se mostró sereno y satisfecho tras la obtención del doblete: la Copa y la Liga. Con la estrella 18 en el firmamento del fútbol colombiano, el estratega habló con honestidad y emoción sobre el proceso que llevó al club a lo más alto, destacando la unidad y resiliencia de su equipo.
“La realidad es que Nacional siempre está para lograr campeonatos. Yo llegué y no prometía títulos, pero sí pelear campeonatos”, expresó Juárez en la rueda de prensa posterior al triunfo definitivo que consolidó al equipo verdolaga como el más laureado del país.
Juárez no escatimó elogios hacia sus dirigidos, subrayando la calidad humana y deportiva del plantel. “Hay un grupo excepcional. Este vestuario es especial por todo lo que hemos sufrido, llorado y reído, circunstancias bravísimas”, comentó con voz entrecortada. Aunque los logros ameritan celebraciones, el técnico confesó que su enfoque está más allá de los festejos inmediatos: “No soy mucho de festejar porque me gusta el día a día, el camino”.
Esa filosofía, centrada en el esfuerzo continuo y el aprendizaje, ha sido clave en su primera experiencia como técnico en propiedad. El joven estratega destacó cómo el recorrido le permitió evolucionar tanto profesional como personalmente.
Con su estilo de liderazgo progresivo y adaptativo, Juárez destacó el significado de este título para la afición y para el club. “Le pusimos la cereza a este proceso de una manera importante. A toda la hinchada, gracias. Soy un líder progresivo, me adapto; esto es parte de la vida, y hoy, a la postre, tenemos un título muy merecido para ellos”.
El técnico mexicano no solo ha dejado su huella en el banquillo, sino que ha logrado conectar profundamente con la idiosincrasia de Atlético Nacional, un club acostumbrado a triunfar, pero que en esta ocasión vio reflejado en Juárez un estilo distinto, marcado por la humildad, el aprendizaje y el trabajo colectivo.
Aunque la temporada terminó con un broche de oro, Juárez dejó entrever que el éxito es apenas el inicio de un camino más largo. La combinación de una filosofía centrada en el proceso, un plantel unido y la pasión de una hinchada inigualable promete nuevas glorias para Atlético Nacional. Efraín Juárez, el técnico que no prometió títulos, pero sí pelear por ellos, ya es parte de la historia de un club que siempre apunta a lo más alto.