Era el estreno del Poderoso como local en la temporada 2025 y en las tribunas 28.015 seguidores esperaban festejar en el estadio Atanasio Girardot. Con la base del año pasado, el mismo técnico, algunos refuerzos y la noticia que se difundió en la tarde del posible fichaje del uruguayo Washington Aguerre, el mejor arquero de la Copa Libertadores de 2024, todo estaba servido para vivir la fiesta.
Así fue. El equipo rojo venció por 3-0 a Boyacá Chicó en la segunda fecha de la Liga Betplay-1 y tras el empate 1-1 con Alianza en la primera jornada, completó 4 puntos y empezó a cumplir el objetivo del cuerpo técnico que encabeza Alejandro Restrepo: sumar desde el comienzo para evitar pesadillas como el año pasado cuando se quedó por fuera de las semifinales.
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Vamos al partido. Después de un arranque prometedor, el Medellín se dejó contagiar del ritmo que impuso Chicó y terminó el primer tiempo sin goles. La mayoría de opciones frente a la portería rival las protagonizó el atacante Francisco Fydriszewski. Dos de ellas, reclamadas como penaltis, no fueron sancionadas por el árbitro Ferney Trujillo, de Casanare. En la primera, el delantero fue derribado en área por Jacobo Pimentel pero hubo fuera de lugar previo. Y en la segunda, un codazo de Kevin Riacos sobre el polacoargentino sí merecía el castigo. En las demás aproximaciones faltó precisión, sorpresa y asociación para premiar a la fanaticada.
Con tan pocas acciones para destacar en la etapa inicial, quedaban 45 minutos para ofrecer un mejor juego. La presencia en la cancha de Jaime Alvarado y Diego Moreno ilusionaron, como en efecto sucedió. Una falta sobre el Polaco en el borde al área fue ejecutada a ras de piso por Diego Moreno, a los 60 minutos, y superó una barrera mal ubicada para abrir el camino del triunfo.
Con la muralla derrumbada, de ahí en adelante el DIM afianzó el dominio. Y llegaron la pena máxima dudosa en una incursión del Chino Sandoval, consultada en el VAR por una mano, que a los 74 minutos convirtió en gol Leyser Chaverra, y la tercera anotación de Brayan León Muñiz, a los 76, que pusieron a gozar a los hinchas en las graderías.
Esos tres goles fueron suficientes para una victoria que si bien al comienzo se estaba extraviando, se concretó de manera contundente porque el DIM mostró destellos del fútbol que quiere imponer este año. Por ahora va invicto, seguro y prometedor.