¿Golpe de suerte? Cada vez que Egan Bernal se fracturó la clavícula, fue campeón después de recuperarse

El cantante de música popular Freddy Burbano tendrá que responder por los hechos.

A Egan Bernal no solo le dicen “el niño maravilla”. También “el milagro”. El zipaquireño tiene bien ganado el segundo apodo. En todos los años que lleva en el ciclismo, el único pedalista latinoamericano que ha ganado un Tour de Francia, ha superado varias lesiones que ha sufrido en el desarrollo de su actividad.

La más grave, por supuesto, el accidente que sufrió en enero de 2022 mientras entrenaba para una contrarreloj –con la espada recta, los codos puestos en el manubrio y la cabeza mirando hacia abajo–, en una carretera de Cundinamarca. Bernal, de 28 años, se estrelló a 60 kilómetros por hora contra un bus que estaba parado en la orilla dejando a un pasajero cerca a Zipacón.

Tuvo fracturas en las piernas, la columna, las costillas. Incluso, estuvo cerca de quedar cuadrapléjico. Sin embargo, gracias a su esfuerzo incansable, el milagro se cumplió: se recuperó. Retomar el nivel le costó. En 2024 lo aquejó un dolor de espalda que llevó a que, en los últimos meses de ese año, el Ineos le ordenara no realizar actividad física para terminar de recuperarse.

Sirvió. En los Nacionales de ciclismo de Colombia, que se realizaron en Bucaramanga, Bernal se quedó con la medalla de oro en la crono y la prueba de fondo. Viajó a Europa con la ilusión de empezar a consolidarse de nuevo entre los grandes. Sí: el sueño de Egan era volver a entrar en el grupo de candidatos a terminar en el podio en las grandes.

Pero se le atravesó un escollo: en la primera etapa de la Clásica de Jáen, que se corre en España, Bernal sufrió una caída. El mismo día que hizo un esfuerzo descomunal para ponerse en la punta del pelotón de la fracción, en la misma jornada en que demostraba que tenía piernas para competir de “igual a igual” con Roglic, Mas (quien sabe con Pogacar, Vingegaard, Evenepoel), se fue al suelo.

¿El resultado? Fractura de clavícula. Mínimo dos meses por fuera. Sin embargo, los supersticiosos dirían que fue un golpe de suerte para el ciclista criollo. ¿Enserio? Sí. Bernal se ha roto esa misma parte del cuerpo tres veces más. En dos ocasiones, después de que se recuperó, consiguió victorias que ayudaron a consolidar su leyenda.

En 2015, cuando era un joven desconocido en el mundo, pero bastante destacado en el pelotón colombiano de ciclomontañismo –práctica con muchos adeptos en Zipaquirá y los municipios aledaños a Bogotá–, sufrió una fractura de clavícula después de caerse. Poco tiempo después, se quedó con la medalla de oro en Panamericano Junior de la modalidad.

Pocos años después, ya corriendo con Ineos (antes Sky), se cayó en una Vuelta a Cataluña en la que competía por quedar en el podio. En 2019, cuando se preparaba para correr el Giro de Italia, donde sería “capo” de su equipo, se fue al suelo. Una fractura de clavícula lo marginó de estar en la “corsa rosa”. Sin embargo, ese mismo golpe –y la lesión de un compañero–, fue la que lo llevó al Tour de Francia, que después ganó.

Bernal llegó como gregario de Geraint Thomas, que ganó la “Grande Boucle” del año anterior. Sin embargo, después de mostrar un buen rendimiento, terminó vistiéndose de amarillo, escribiendo su nombre en la historia del pedalismo internacional. En la carrera de Egan hubo caídas que le dieron “buena suerte”.

Section
ID externos
408f9542-6f55-46c5-aff8-9333768d5c22

Compartir en: