Tenemos una propuesta de ley, imperfecta, sí, de difícil aplicación, tal vez. Pero es una cuña para poner en cintura a corporaciones gigantes que a la fecha hacen lo que se les da la gana.
La polarización, el odio, la desinformación y la manipulación son las bases estructurales hoy en día de un internet y redes sociales que centran al mundo en un debate creciente: ¿cómo regular el internet y sus efectos nocivos?