En Colombia, los impuestos del 4x1.000 y al patrimonio han sido tema de debate durante años. Originalmente concebidos como medidas temporales, estos tributos se han consolidado como permanentes, generando un impacto en el recaudo tributario del país.
A propósito de los nuevos tributos que pretende crear el Gobierno de Gustavo Petro, como el de juegos de azar y apuestas en línea o el 1% en timbre para trámites notariales, bajo el estado de conmoción interior, es crucial entender cómo estos impuestos han evolucionado y qué implicaciones tienen para los colombianos.
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El ministro de Hacienda, Diego Guevara, aclaró en la Plenaria de Senado que las medidas tributarias son impuestos temporales y focalizados para atender el Catatumbo, “con un enfoque redistributivo y solidario, respetando al legislativo”.
El jefe de la cartera de Hacienda aseguró que estas medidas “no son una tributaria por la puerta de atrás” y recordó que solo aplicarán por un tiempo establecido.
Sin embargo, aunque inicialmente se ha dicho que los impuestos serán por los 90 días que está previsto el estado de excepción, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, señaló que está la posibilidad de que se prorroguen por 180 días o, incluso, por toda la vigencia fiscal de 2025.
El Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF), conocido popularmente como el 4x1000, fue introducido en 1998 durante el gobierno de Andrés Pastrana. Inicialmente, se estableció como una medida temporal para enfrentar una crisis financiera bancaria, con una tarifa del 2x1000.
Sin embargo, su efectividad en la recaudación de fondos llevó a su permanencia y eventual aumento al 4x1.000.
Este impuesto grava con 4 pesos cada 1.000 pesos en movimientos financieros, afectando a todos los usuarios de cuentas bancarias en el país.
A pesar de las críticas y promesas de eliminación, el 4x1.000 sigue siendo una fuente importante de ingresos para el Estado. En 2024, por ejemplo, se recaudaron $1.300.000 millones a través de este impuesto.
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Por otra parte, el impuesto al patrimonio ha tenido una historia similar. Introducido como una medida temporal, este impuesto grava la posesión de un patrimonio líquido igual o superior a 72.000 UVT (Unidades de Valor Tributario). Con la Ley 2277 de 2022, este tributo se convirtió en permanente a partir de 2023.
Este impuesto afecta a personas naturales y ciertas entidades extranjeras que no declaran renta en Colombia, y su objetivo es gravar la riqueza acumulada. La tarifa varía según el valor del patrimonio, y su implementación ha sido objeto de debate debido a su impacto en la inversión y la competitividad del país.
Esta semana se conoció que el Gobierno de Gustavo Petro, con base en la declaratorio de estado de conmoción interior debido a la crisis de seguridad en el Catatumbo, pondrá en marcha tres nuevos impuestos temporales para financiar programas prioritarios. Estos son:
Impuesto a los juegos de suerte y azar online: Este tributo apunta a las plataformas digitales de apuestas y juegos en línea, con una proyección de recaudo de 519 mil millones de pesos.
Impuesto de timbre: Aplicable a diversos trámites y documentos oficiales, con una meta de ingresos estimada en 330 mil millones de pesos.
Impuesto a la exportación de carbón y petróleo: Esta medida impactará a las empresas que comercializan estos recursos en mercados internacionales, con un recaudo proyectado de 214 mil millones de pesos.
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