La economía digital, que incluye actividades como el comercio electrónico, la economía compartida, el intercambio de criptomonedas, juegos de azar y actividades en redes sociales, se ha expandido de manera exponencial desde principios de la década de 2000.
Es así como la monetización de las transacciones digitales está propiciando que los países, como Colombia, pretendan imponer tributos a los millonarios ingresos derivados de estos servicios.
En diálogo con el diario Portafolio, el ministro de Hacienda, Diego Guevara, precisó que hay múltiples industrias dentro del mundo digital que podrían contribuir a la tributación a través de diferentes transacciones, y que la clave será evaluar la viabilidad operativa para implementar estos impuestos.
Es así como el proyecto de reforma tributaria que naufragó el año anterior contemplaba la aplicación de IVA a las plataformas de apuestas deportivas.
En su momento, Fecoljuegos expresó su preocupación por la propuesta, señalando que de prosperar haría inviable la actividad, que genera más de 150.000 empleos entre directos e indirectos.
Hoy, la posibilidad de establecer el impuesto, a la luz de los decretos de la conmoción interior, propició que Fecoljuegos volviera a llamar la atención sobre los efectos de aumentar la carga tributaria de este sector.
En ese contexto, se pidió tener como punto de partida el conocimiento de las condiciones de operación técnica del juego, su modelo económico, las condiciones de los contratos de concesión vigentes y los riesgos de cualquier medida que pueda afectar la estabilidad de la actividad.
Además de los juegos en línea, el tributarista Julio César Leal consideró que en la lista de servicios susceptibles de ser gravados se podrían incluir: el uso de sistemas satelitales, servicios de plataformas de transporte como Uber o Didi, la exportación de servicios digitales como web cam, incluso los servicios de factura electrónica, correo electrónico, la compra en línea de acciones, los servicios de conferencias como Zoom o Teams, los servicios bancarios, de meteorología, los peajes electrónicos o los servicios de monitoreo de seguridad por internet.
Vale anotar que en la reforma tributaria aprobada en diciembre de 2016, el gobierno colombiano adoptó para el IVA prácticamente todas las recomendaciones de la Ocde relacionadas con servicios digitales.