Lo único cierto a favor de la nueva ley pensional es que la Corte Constitucional tiene la última palabra sobre el futuro de la reforma. Recientemente se conoció una postura a favor con la que coincidió el presidente Gustavo Petro.
Se trata de una columna de opinión del reconocido jurista Rodrigo Uprimmy, que publicó en El Espectador. Petro sostuvo que el abogado desmontó con argumentos la tesis sobre algún vicio de trámite sobre la aprobación de la reforma laboral.
Para contexto, la bancada de Gobierno pasó una proposición con el argumento de salvar la reforma del hundimiento en junio del año pasado. En este recurso se explicó que los congresistas se acogían al texto aprobado en la plenaria del Senado, lo que quiere decir que se aprobó la ponencia presentada en esa corporación y no fue necesario debatirla en Cámara. Esta propuesta fue aprobada con 86 votos a favor y 32 por el no.
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Eso fue catalogado por la oposición como una acción tramposa y demandó la reforma por vicio de trámite al supuestamente omitir el debate en Senado. La demanda la hizo el Centro Democrático por medio de la senadora Paloma Valencia, hoy sigue en estudio en la Corte Constitucional.
El presidente Petro defendió que hubo dos años largos de profundo debate de la reforma en la Congreso.
“El sabotaje de la oposición a las reformas presentadas por el Gobierno no ha sido argumentativo, sino puro y simple filibusterismo, una práctica parlamentaria de obstrucción que ojalá, la Corte Constitucional no legitime porque acabaría con la función del Congreso y lo degradaría”, indicó Petro en su cuenta de X.
El jefe de Estado sostuvo que el filibusterismo obedece a que la oposición impidió el debate con gritos desesperados durante horas para impedir la votación.
Y agregó: “No es democracia, solo es falta de ideas y un golpe antidemocrático contra el Congreso de la República y contra el pueblo”.
Por su parte, Rodrigo Uprimmy reconoce que hubo irregularidades en la aprobación de la reforma, pero consideró que no son un vicio de procedimiento.
“No creo que haya habido una supresión de debate ni una afectación de la voluntad democrática de las cámaras, pues la voluntad de la oposición no era debatir, sino dilatar”, mencionó el abogado en su columna.
El jurista anotó que la propia Paloma Valencia reconoció que la estrategia de la oposición consistió en romper el quórum para no debatir y así evitar el avance del proyecto en el Legislativo, lo que en su concepto resulta paradójico al ahora demandar por falta de discusión.
La oposición cree que se saltó el debate y que todavía quedaba tiempo, ya que el periodo legislativo termina en unos días para discutirse.
Otros creen que muchas veces se ha acogido el texto aprobado en el Senado, no es algo nuevo, pero esa vez se hizo mal porque la proposición con la que se aprobó la reforma, no estaba acompañada del texto que salió del Congreso, lo que indica que no hubo el conocimiento completo, suficiente, veraz y preciso de los representantes al momento de votar.
Ante premura de la terminación del año legislativo, no puede eludirse el elemento deliberativo, ni mucho menos eximir al proyecto del cumplimiento del requisito de publicidad, deliberación y aprobación en las plenarias de ambas cámaras del Congreso.
Como se mencionó antes la Corte tiene la última palabra. Algunos consideran que una de las posibilidades es que la Corte obligue a que se repita el debate en el Senado.
Otros creen que si se considera que hubo vicios de procedimiento, también se podría tumbar toda la ley. En ese caso no habría cambios en el sistema pensional en julio de este año.
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