El papel de la mujer en el ámbito empresarial ha tomado mayor relevancia en los últimos años, reflejando una tendencia de crecimiento constante en el emprendimiento femenino y la ocupación de altos cargos dentro de las organizaciones.
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Cada vez más mujeres eligen desarrollar sus propios negocios, impulsadas por la búsqueda de independencia económica y el deseo de generar un impacto en sus comunidades a través de la innovación y el liderazgo.
El avance del emprendimiento femenino ha demostrado ser un factor clave para el desarrollo económico y social. Las emprendedoras están explorando oportunidades en distintos sectores, desde industrias tradicionales hasta mercados emergentes, adoptando modelos de negocio sostenibles e inclusivos.
Esta transformación empresarial se ve fortalecida por la creación de redes de apoyo, el acceso a programas de capacitación y la consolidación de alianzas estratégicas que potencian el crecimiento de sus proyectos.
De acuerdo con Augusto Otero, Expansión Head Latam de Tiendanube, el emprendimiento femenino responde a una necesidad de autonomía financiera y a una evolución cultural que evidencia el papel activo de las mujeres en la economía.
Datos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) y el Observatorio de Emprendimiento Femenino en Colombia revelan que alrededor del 35 % de las nuevas empresas en el país son dirigidas por mujeres, una cifra que refleja el avance sostenido de su participación en el ecosistema empresarial y el fortalecimiento de su empoderamiento económico.
Existen diversas oportunidades para que las mujeres incursionen en el mundo del emprendimiento. Entre las opciones más populares se encuentran la venta de productos de belleza en línea, que permite aprovechar el comercio digital; el modelo de ‘dropshipping’, que facilita la comercialización sin necesidad de gestionar inventarios; la gastronomía y los servicios de catering, ideales para aquellas interesadas en ofrecer experiencias culinarias; la creación de contenido digital y edición de publicaciones, que abren posibilidades en el ámbito de la comunicación; y la venta de ropa nueva y usada, una alternativa alineada con el consumo responsable y la moda sostenible.
Para garantizar el éxito y la sostenibilidad de estos emprendimientos, el acceso a financiamiento es un factor determinante. En Colombia, existen diversas líneas de crédito diseñadas para mujeres emprendedoras, entre ellas:
- Emprende Pro Mujer.
- Línea de crédito Mujeres Empresarias.
- Crédito productivo para mujeres.
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El crecimiento del emprendimiento femenino no solo transforma el panorama empresarial, sino que también impulsa la equidad y la inclusión en el sector económico. La consolidación de estos negocios liderados por mujeres contribuye a la construcción de una economía más diversa, resiliente y con mayores oportunidades para todos.