Actualmente, estamos viviendo una transformación en la manera en que abordamos los problemas y buscamos soluciones innovadoras. Los jóvenes nos enfrentamos a desafíos globales que marcarán el futuro de nuestras vidas, siendo el cambio climático uno de los más urgentes. Este tema, ampliamente debatido, presenta múltiples aristas y ha dado lugar a diversas iniciativas, algunas de ellas ya implementadas con éxito, mientras que otras aún esperan ser ejecutadas.
En esta columna, quiero destacar un conjunto de habilidades poco conocidas fuera del ámbito tecnológico, pero que serán clave en el futuro: las Green Digital Skills. Estas habilidades están estrechamente ligadas a las competencias verdes y tienen como objetivo comprender el impacto ambiental y social de la tecnología en los entornos digitales. A medida que el mercado laboral evoluciona, la demanda de estas habilidades se vuelve cada vez más evidente. Las empresas, impulsadas por la necesidad de mejorar su eficiencia y cumplir con indicadores sostenibles como los ESG (Environmental, Social and Governance), buscan incorporar estrategias que refuercen su reputación y su responsabilidad corporativa.
Dentro de este conjunto de habilidades, destacan dos áreas clave. La primera es el diseño digital ecológico, que se centra en optimizar la gestión de datos para reducir su huella de carbono, lo cual se relaciona con la cantidad de datos almacenados que tiene un impacto significativo en el consumo de energía, por lo que la optimización implica eliminar datos redundantes, mejorar los formatos de almacenamiento y emplear algoritmos que minimicen el uso de recursos computacionales. Asimismo, consideran el ciclo de vida de los datos, por ende, permite optar por bases de datos energéticamente eficientes y seleccionar servidores ubicados en regiones con fuentes de energía renovables son estrategias clave para reducir el impacto ambiental.
La segunda área es el desarrollo y gestión de una infraestructura digital verde. Esto abarca el conjunto de tecnologías, equipos y marcos que sostienen los servicios digitales, incluyendo hardware, software, conectividad y centros de datos. Según The Shift Project, en 2019 las tecnologías digitales representaban el 4% de las emisiones globales de CO2, con un crecimiento del 9% anual. Una infraestructura digital optimizada no solo ayuda a reducir costos y emisiones, sino que también facilita el cumplimiento de normativas ambientales y la creación de ecosistemas digitales más sostenibles.
Estas Green Digital Skills fomentan la innovación en productos y servicios, además de alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). No obstante, aún enfrentamos desafíos como la falta de recursos o la resistencia al cambio. Sin embargo, existen grandes oportunidades de mejora. Es crucial que los líderes empresariales y los educadores prioricen la formación en estas habilidades como un paso fundamental hacia un futuro más sostenible. Prepararnos hoy para esta transformación garantizará un mañana en el que la tecnología y la sostenibilidad vayan de la mano.