Garantizar la seguridad en los conjuntos residenciales es una de las mayores inquietudes para propietarios y administradores, especialmente en periodos vacacionales. Durante meses como junio, julio, diciembre y enero, el aumento de los alquileres temporales provoca un incremento en los robos y daños a propiedades desocupadas.
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Además del riesgo para las viviendas, también surgen tensiones en la convivencia debido al uso intensivo de zonas comunes como piscinas, salones sociales y gimnasios por parte de inquilinos temporales. Estas situaciones pueden generar conflictos con los residentes permanentes, principalmente cuando se incumplen las normas internas.
En 2024, el 40,3 % de los hogares colombianos vivía en arriendo, según datos del DANE. Esta cifra incluye tanto alquileres permanentes como temporales. Por otro lado, Asohost informó de una oferta de más de 120.000 viviendas en alquiler, con un volumen de negocio cercano a los 300 mil millones de pesos anuales y una proyección de crecimiento del 7 % según la Cámara Colombiana de la Infraestructura.
En este contexto, las soluciones digitales se posicionan como herramientas esenciales para mejorar la seguridad y la administración de conjuntos residenciales. Por eso es que ahora hay herramientas, como las que ofrece Properix, como citofonía virtual, reserva de zonas comunes y la posibilidad de hacer asambleas virtuales o híbridas, lo que permite una participación más activa en la toma de decisiones desde cualquier lugar.
Daniel Laverde, de Properix, destacó: “Las temporadas de vacaciones suponen grandes retos para los conjuntos residenciales. Nuestra intención es integrar la tecnología de forma accesible para que propietarios y administradores puedan mantener el control y la tranquilidad, sin importar dónde se encuentren”.
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Si bien la tecnología no reemplaza las medidas tradicionales de seguridad, como reforzar cerraduras o contar con la colaboración de los vecinos para vigilar las viviendas vacías, sí ofrece mayor control y orden en la gestión de las copropiedades. De esta manera, es posible reducir riesgos y mejorar la convivencia, aportando tranquilidad tanto a residentes permanentes como a inquilinos temporales.